La casa de Schubert en la actualidad en el N. 54 de la calle Nussdorfer de Viena
LO QUE DIJO:
Mi sonata a cuatro manos
gustó mucho, y varias personas me aseguraron que bajo mis manos las teclas se
tornaban voces que cantaban.
En una palabra me siento el
ser más infeliz y desdichado del mundo. Imagínate a un hombre que no recobrará
la salud, desesperado por ello, cada vez hace las cosas peor; un hombre para el que han perecido las más
luminosas esperanzas, para quien la dicha del amor y la amistad no tienen nada
que ofrecerle. Así, sin alegría, sin amigos, sería el modo en que pasaría mi
tiempo si no fuera por Schwind viene a visitarme de vez en cuando…
LO QUE SE HA DICHO DE
SCHUBERT
Robert Schumann:
“Si yo fuese un príncipe, le
construiría un templo en el estilo de Palladio, con diez estatuas de sus
sinfonías, como las Musas… él sería el divino Apolo… O haced una estatua
colosal, de modo que pueda mirar más allá de las montañas, como hizo en vida…O,
si queréis ser útiles a los vivos, fundad en su honor una academia titulada
Academia de la Música Alemana, en la que se enseñe ante todo su Verbo, el Verbo
según la cual la música no se cultiva como un oficio cualquiera, sino que los
sacerdotes deben introducir en ella a los elegidos”.
Héctor Berlioz:
“El efecto de las Sinfonías,
de los Cuartetos, de las Oberturas y de las Sonatas es inexpresable: se está
ante la Humanidad y sus pasiones; un nuevo universo se abre delante de
nosotros, uno se siente transportado a una esfera ideal más elevada, sentimos
nacer en nosotros la vida sublime soñada por los poetas y, citando a Thomas
Moore, exclamamos: ¡Oh, música divina! El lenguaje débil e imponente se echa
atrás ante tu magia. ¿Por qué debe hablar el sentimiento si tu sola eres capaz
de expresar la totalidad del alma?”
DE MI ÁLBUM
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