ARTICULACIÓN. Musicalmente
la articulación es el ataque de un sonido. La manera de producirlo. Esto de
entrada puede ser confuso, porque articulación en cualquier otro ámbito es la
unión entre las partes. Articular un discurso es darle continuidad. La articulación
del hombro une el húmero con la escápula. En música, en cambio, designa
separación. Notas articuladas son notas separadas.
Pero ‘ataque’ es una palabra
agresiva, inadecuada tal vez, porque supone que la nota es golpeada con
violencia. Sugiere que la nota estaría allí, preexistente de alguna manera,
congelada en el tiempo, y que el flautista (en mi caso) la trae a la existencia
usando la lengua como la baqueta del percusionista, como el golpe de un
martillo o la herida de un cuchillo.
Pero no es así. Articular es
la acción de poner el aire en movimiento. Por alguna razón, todo el énfasis se
pone en el inicio de la nota. No en su final o en su transcurso; no en la
manera de terminar o en la de sostener una nota en el tiempo. Toda la atención,
digo, está puesta en el inicio. En su presentación. Lo que importa es la
primera impresión que ella da al oído. La articulación es el rostro de la nota.
Y hay muchas maneras de
producir un sonido. Claro que puede haber sonidos agresivos, que son
literalmente ‘atacados’ por sorpresa, pero no siempre. La mayoría de las veces
los intérpretes buscamos un sonido suave y agradable, algo que acaricie el
oído. Y se necesitan músculos entrenados para hacer este trabajo. No es la
lengua el principal músculo de la articulación: la articulación la hace el
abdomen. El recto del abdomen, para ser exacto, que es el músculo más largo del
cuerpo humano. Por eso es bueno ejercitar la articulación separando los sonidos
sin usar la lengua. Por ejemplo: tocar largos pasajes, escalas o arpegios
usando sólo el abdomen para producir cada sonido. Hacer largas sucesiones de
soplos cortos y fuertes es un ejercicio excelente.
La acción de la lengua es
proporcionar el acabado, ella da el toque final, pule la articulación. Su
acción se parece al arco del violinista. Esta analogía con el arco del violín
es muy empleada en la enseñanza de la articulación.
DE MI ÁLBUM
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