sábado, 10 de junio de 2017

FRANCISCO PIDE A CHICOS DE NUEVE PAÍSES "CORAJE PARA LANZARSE Y SER CREATIVOS"


El Papa advierte de la "elitización de la educación" en la inauguración de la sede vaticana de Scholas

Jesús Bastante, 09 de junio de 2017

 (Jesús Bastante).- El Papa Francisco ofreció esta tarde una nueva lección de diálogo y cercanía. Durante la inauguración de la sede vaticana de Scholas Ocurrentes, el Pontífice mantuvo un diálogo vía skipe con jóvenes de nueve países, a quienes recordó que "todos tienen un sentido", y a quienes pidió "pensar, sentir y trabajar por el otro" para evitar la "elitización" de la sociedad, y una globalización inhumana.

Pocos minutos después de las cinco de la tarde Bergoglio cumplió un sueño, que puso en marcha hace 20 años en Buenos Aires. Hoy, Scholas es el movimiento estudiantil más grande a nivel mundial. En el Palacio de San Calixto, y ante representantes educativos, religiosos y sociales, Bergoglio prestó especial atención a los testimonios, a las "piedritas", que le ofrecían chicos y chicas procedentes de nueve países: Italia, Colombia, Haití, Paraguay, Argentina, Brasil, México, España y los Emiratos Árabes Unidos.

Tras escucharlos, y en un castellano acogedor, incluso bromista - "En este salón nos haría bien un poco de aire acondicionado"-, Francisco agradeció a los jóvenes su testimonio, vital "en esta sociedad que está acostumbrada a excluir, a seleccionar, a agredir, a ningunear".

Frente a ello, la experiencia de Scholas, que demuestra que se puede "incluir, dar la mano, abrazar, no agredir, y reconocer que ninguna persona es "no". Ninguna persona es "no", todos son "sí"", apuntó el Papa. Un "sí" para sí mismos "y para los demás, un sí que dar", porque "todas las personas tiene sentido".

Un sentido, pese a los riesgos de una educación "donde seleccionamos mal, elitizamos, y vamos creando un grupo cerrado", lo que desemboca en egoísmo, "y entonces la mano se nos va cerrando cada vez más, el corazón se nos va cerrando cada vez más, y la mente se nos cierra cada vez más. Entonces, somos incapaces de pensar, sentir o trabajar con el otro. Esa es la tentación del mundo de hoy".

Frente a ello, el Papa ofreció "los tres lenguajes: el de la mente, el del corazón y el de las manos. Ustedes arriesgan para que puedan pensar lo que sienten y lo que hacen, puedan sentir lo que piensan y lo que hacen, y puedan hacer lo que sienten y lo que piensan. Unidad dentro de uno, porque esta cultura del descarte también nos descuajaringa a todos", clamó.

Una cultura que "nos deshace, nos deshilacha", y que supone "un peligro muy grande en la vida de la educación de los jóvenes. El peligro de la elitización" a nivel global. "Cada vez los presupuestos para educación, en algunos sitios, se van acortando y se crea una elite, la que puede pagar la educación, y quedan afuera chicos y chicas que no tienen educación. Educar no es saber cosas, sino ser capaz de usar los tres lenguajes".

"Educar es incluir", insistió Francisco, quien añadió que "hay otro peligro: en este mundo de la globalización, que la globalización es buena, pero existe el peligro de concebir la globalización como si fuera una bola de billar. Todo igual", lo que supone "anular las características personales de cada chico o chica. O te hacés igual al sistema, o desaparecés, no existís".,

Por contra, apuntó el Papa, "la verdadera globalización es un poliedro, donde buscamos la unidad, pero cada uno mantiene su peculiaridad, su propia identidad. Y ese es el desafío de Scholas: buscar yo, cuál es mi peculiaridad, mi riqueza,, y compartirla con los demás".

"Porque yo tengo un sentido. Cada uno de ustedes tiene una piedrita. Este es el sentido, para qué. ¿Para qué tengo un sentido? Para dar. Y en el dar, darlo con apertura, escuchando, dialogando, no agrediendo", señaló, apuntando a las autoridades presentes en la sala. "Hay autoridades que están aprendiendo de ustedes. Yo estoy aprendiendo de ustedes. Pero ustedes tienen que tener el coraje de lanzarse y ser creativos".

"Yo les agradezco lo que están haciendo, porque son un ejemplo para nosotros los grandes, que tenemos que mirar a los chicos. Ahora, claro, si ustedes se dejan excluir, nosotros nos jubilamos de la existencia. Si luchan por hacer lo que están haciendo, nos desafían a nosotros, para que nosotros tomemos posición en este mundo que tiende a excluirnos, a descartarnos", culminó Bergoglio, quien pidió a los jóvenes "descubrir qué sentido tiene mi vida, mis potencialidades y cómo las comparto". ¿Por qué? "Porque una vida que no se comparte con los otros, ¿saben para qué sirve? Para el museo. Y no creo que ninguno de ustedes quieran terminar en un museo".

DE MI ÁLBUM





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