México, 9 de mayo del 2017
LA ANTIGUA. Entrando a la Catedral, es la quinta capilla del
lado derecho, justo antes de llegar al crucero. Es la capilla de Nuestra Señora
La Antigua, la capilla de los músicos. De sobrio estilo neoclásico, azul y
dorada, fue terminada en 1660 y cedida a la hermandad de organistas y músicos
del templo. Ellos promovieron la devoción a esta antigua representación
mariana, que es copia de la que está en la Catedral de Sevilla. Es una Virgen
dorada con el Niño Jesús y una rosa. La custodian dos cuadros atribuidos a
Nicolás Rodríguez Juárez: el nacimiento de la Virgen y su presentación en el
Templo.
Nadie se detiene a rezar allí, hay otras capillas más
populares, como la contigua, dedicada a la Virgen de Guadalupe. Pero he sentido
una especial emoción al contemplarla, pensando en los colegas que aquí se
reunían, y sabiendo que bajo su altar está enterrado Francisco López Capillas,
el primer gran compositor americano, y tantos otros maestros, ilustres
hacedores de la historia de la música mexicana.
Hoy antes del concierto me detuve a tomar unas fotos que he
querido compartir.
DE MI ÁLBUM
Viola de amour
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