sábado, 7 de octubre de 2017

"EL REINO AHORA: CAOS" Cap. 9 / Tony PEREDA



EL AMO MILUN

   Un Nuevo día ha llegado. En el Palacio Real, los guardias y sirvientes realizan su asignada labor habitual. A excepción de Alysse, quien observa con mirada ida hacia el patio inferior.
   “”Pareciera aún verlo”/ dice para sí.
 En eso, en su hombro, una mano reposa suavemente. Se escucha una voz familiar.
   “Hija, he llegado tarde”.
 Alysse voltea de golpe para así cerciorarse que se trataba de un viejo amigo.
   “¡Arturo!/ exclama Alysse, emocionada.
 Arturo extiende sus brazos y Alysse descansa su cabeza en su pecho”.
   “Cuánto anhelaba verlo”/ agrega Alysse.
   “A pesar de todo…jamás los he abandonado”.
 Alysse asiente.
   “Es necesario que Milun sea perdonado. Todo fue tan rápido”.
   “A eso he venido. Confío en que mis palabras hayan convencido al Rey”.
 Alysse baja la mirada.
   “Sé que es culpa mía”.
 Arturo mira a Alysse fijamente.
   “No debes tomar responsabilidad por las acciones de otros. Tu esencia siempre logrará reflejar quien eres”.
   “¿Y si llagara a equivocarme?”
   “Entonces recordarás a quien pertenecemos”.
 Alysse sonríe.
   “Espero que Milun se encuentre bien, donde quiera que esté”.

   En el puerto de Chandler, Milun, apoyado en una muleta, y con la pierna vendada, se detiene ante una amplia vivienda de madera y haz blanco. Pedro lo acompaña, sosteniendo su valija.
   “Creo que hemos llegado. Coincide con la descripción”, dice Milun.
 Pedro eleva las cejas.
   “¿Estás seguro que podéis permanecer aquí?”
   “El Capitán Donoch lo sugirió”/ responde Milun.
 Pedro golpea la puerta.
   “Parece estar vacía”.
   “Me aseguró que en su ausencia alguien me recibiría”.
 La puerta se abre y un anciano de baja estatura, con los ojos entrecerrados, les hace una venia.
   “Soy Milun. Nuestro Capitán me ha invitado”.
 El anciano sonríe.
   “¡Adelante! Amo Milun. Sea usted bienvenido”.
Milun y Pedro se miran el uno al otro.
   “Lo esperábamos”/ agrega el anciano.
   “¿Amo Milun, pero qué diablos? / susurra Pedro.
 Milun golpea a Pedro con el codo. Ambos ingresan y observan fascinados la decoración. Pieles de animales por todos lados. El anciano aplaude tres veces. Una jovencita acude al llamado y hace una venia.
   “Muestre al Amo Milun, su habitación”.
   “Con gusto”/ responde la muchacha.
 La muchacha toma la valija.
   “Creo que también me deberían expulsar del Palacio”, observa Pedro.
 Milun sonríe.

   En su habitación, Casey yace en su cama con el hombro vendado.
 Donés entra.
   “Espero sea buen momento”
   “En mi estado, no creo tenga muchas opciones”, responde Casey.
   “A pesar de todo, conserva su buen humor”.
   “Por el momento. Cuando salga de esta cama, pobres de aquellos que atentaron contra mi persona”, dice Casey con determinación.
   “¿A qué se refiere?”
   “Esta herida es el resultado de una emboscada”.
 Donés disimula sorpresa.
   “Tuvieron la cobardía de dispararme de espaldas”/ agrega Casey.
   “Pero yo pensé que Milun…”
   “No. Alguien se me adelantó.
   “¿Quién podría atentar contra la vida de esa manera? / pregunta Donés.

   En uno de los salones, Arturo se reúne con Alysse, Columbi, Janice, Flere, Broderick y Roger.
   “¿Quién podría atentar contra la vida… Estornuda Flere… de esa manera?”
 Roger alcanza un pañuelo a Flere.
   “Este resfriado está acabando conmigo”
   “Pienso que Casey está detrás de todo esto”/ observa Broderick.
   “Lo  dudo. Pareciera que el ataque fue dirigido hacia él”, responde Papier.
   “Casey es un hombre muy hábil. A pesar de estar herido ha logrado que Milun abandone el Palacio”, opina Columbio.
 Arturo baja la mirada.
   “Quien sea el responsable, se trata de un enemigo muy poderoso”.
 Janice se cubre el rostro con las manos.
   “¿Y qué haremos?”
   “Una vez más, permanecer unidos”/ responde Arturo.
   “Quizás exista una manera de averiguar algo”/ observa Alysse.
 Todos dirigen su mirada hacia ella.

   En el puerto, sentado en una roca, Milun observa el ir e venir de las olas. Imágenes del accidente de su barco vienen a su mente.
   “Algún día…llegará”/dice para sí.

   En el Palacio, Alysse ingresa Casey. Casey se sorprende al verla.
   “Buen día, Don Casey. Veo que se está recuperando”.
   “¿Preocupada por lo que podría ocurrirle a Milun si yo…?”
   “Le ruego no me relacione más con Milun”, dice Alysse con determinación.
 Casey eleva las cejas.
   “¡Vaya!, veo que es en serio”.
   “Una vez se me advirtió no mezclar el amor con mis labores domésticas. Esa persona estaba en lo cierto”.
   “Malas decisiones ocurren. Después de todo ¿quiénes somos para mandar en nuestro corazón?”
 Alysse se acerca a la mesa de noche.
   “Su bebida se ha terminado. Permítame ir por más”.
 Casey asiente.

   En el gran vestíbulo, una bella dama de cabello recogido y vestido satín blanco, observa detenidamente y con deleite una de las pinturas. Broderick ingresa.
   “¡Madison!”, exclama él.
 La dama extiende su mano hacia Broderick.
   “Mi querido amigo”.
 Broderick besa su mano.
   “Juraría que estás más bella que nunca”.
 Madison sonríe.
   “Eso te pasa por marcharte sin avisar”.
   “Créeme que Riot es el culpable. Vine por unos días y hasta ahora no comprendo cómo terminé aquí”.
 Madison observa alrededor.
   “No creo alguien podría resistirse a tanto lujo”.
   “¿Y a qué se debe el honor de tu visita?”
 Madison luce sorprendida.
   “Es la fiesta de mi hermana. ¿Acaso no recibiste la invitación?”
 Broderick se lleva la mano a la cabeza
   “No recordaba que era hoy”.
   “Pues he llegado a tiempo”.
 Columbio se acerca. Broderick lo llama.
   “Debo presentarte a una amiga, Madisosn”.
 Columbio hace una venia.
   “Hasta llegué a pensar que no tenías amigos”/ observa Columbio.
   “Veo que no conoces a Broderick tanto como yo”/ responde Madison.
 Broderick gira los ojos.
   “Madison está de visita. Esta tarde se realizará una fiesta para su hermana”.
   “Y todos están invitados”/ dice Madison.
   “Creo que una fiesta no nos caería nada mal”/ opina Columbio.

   Pedro camina por el pasillo principal y Alysse se le acerca.
   “Necesito me informes del paradero de Milun”.
 Pedro baja la mirada.
   “Lo siento. Por más que deseo que la amistad vuelva entre ustedes, no estoy autorizado”.
   “Entonces tan solo dime si él está bien”.

   En el salón de los nobles, Madison y Broderick hacen un brindis por el reencuentro.
   “Y dime, amigo. ¿Qué sucedió con esa mujer que tanto amabas?”
 Broderick respira de golpe.
   “Es pasado”.
 Madison entrecierra los ojos.
   “Algo me dice que me estás mintiendo”.
   “Te lo juro. Mi corazón es libre”.
 Riot y Laura ingresan al salón. Broderick fija su mirada en Laura, quien luce un pomposo vestido.
   “Ansiaba conocer a vuestra amiga”/ exclama Riot.
 Broderick y Madison van hacia ellos.
   “Permítame presentarte a mi hermano Riot y a Laura, su esposa”.
   “¡Encantada!”/ dice Madison.
   “No pensaba que en su ausencia, Broderick estaba rodeado de tanta belleza”/ observa Riot.
 Madison sonríe.
   “Es verdad. Broderick no nos comparte mucho de su vida”/ opina Laura.
   “Entonces seré la encargada de hacerlo”.
   “Ya habrá oportunidad durante el baile. Agradezco vuestra invitación”/ responde Riot.
   “Será una bella velada”/ exclama Madison.
 Broderick baja la mirada.

   En las cámaras de la Reina, Papier inclina la cabeza frente a la Reina Beatriz.
   “Su Majestad, agradezco por permitir que Rebeca me acompañe a la fiesta”.
 La Reina sonríe.
   “Encantada de ver felices a dos de mis amigos”.
   “Sería fabuloso si acudiera con nosotros”.
   “Por el momento, mi lugar es el Palacio”/ exclama la Reina con determinación.
   “Sabia decisión”.
   “¡Vayan y diviértanse!”
 Papier besa la mano de la Reina.
   “Es usted muy generosa, Su Majestad”.
 Papier y la Reina se miran fijamente.

   En su habitación, Alysse lleva puesto un vestido rojo de encajes. Janice la lleva hacia el espejo.
   “Luces divina”.
 Alysse niega con la cabeza.
   “Creo que no es momento adecuado para irme a la fiesta”.
   “Siempre es buen momento para celebrar la amistad”.
   “Está bien. ¿Pero qué dirá la gente  al verme sin ningún acompañante?”
   “Eso es lo de menos. Ya verás cuantos caballeros quedarán impresionados al verte”/ responde Janice.
 Alysse sonríe.

   En el pasillo principal, Rebeca empuja a Papier.
   “¿Cómo te atreves a decidir por mí”/ exclama Rebeca.
   “Tan solo tomé la iniciativa en pedirle permiso a la Reina”.
   “¿No te das cuenta de la burla que tus amigos me ocasionarían?”
 Papier frunce el ceño.
   “Jamás lo permitiría”.
 Rebeca baja la mirada.
   “Será mejor dejar de vernos”.
 Papier luce sorprendido.
   “Eso te ayudará a pensar si en verdad quieres algo serio conmigo”/ agrega Rebeca.

   De noche, en la casa de Donoch, Milun bebe una jarra de cerveza. Alguien llama a la puerta.
   “Ahora que los sirvientes se han marchado, no me queda más que levantarme”.
 Con dificultad, Milun abre la puerta y ve que es la Señorita Pía.
   “Pedro me hizo llegar tu mensaje”/ dice ella.
 Milun sonríe.

   Alysse, Janice, Columbio, Papier, Broderick, Riot y Laura ingresan al vestíbulo de una elegante mansión. Madison sale a recibirlos.
   “Mis queridos amigos, adelante”.
 Todos ellos observan en la pista de baile a los invitados bailar al ritmo de la música de los violines.
   “Es una fiesta estupenda”/ observa Broderick.
 Un mozo les brinda unas bebidas. Janice choca su copa con la de Alysse.
   “Te lo dije. Y sin querer Papier resultó ser tu acompañante”.
   “Ojalá fuera tan fácil…”/ exclama Alysse. “Yo en este lugar divirtiéndome, mientras que Milun…”

   En el sofá de la casa de Donoch, Milun y la Señorita Pía se besan apasionadamente.
   “Me alegra estés aquí”/ dice Milun.
   “No tengo mucho tiempo. El servicio espera por mí”.
   “Soy yo quien te necesita, ahora”.
 Ambos juntan sus labios.

   En la fiesta, los músicos tocan un vals. Madison toma la mano de Broderick.
   “Me encanta esa melodía”, dice ella.
 Madison y Broderick van hacia la pista de baile. Columbio y Janice los siguen. Papier y Alysse se miran.
   “¿Deseas bailar?’/ pregunta él.
   “¿Y por qué no?”/ responde Alysse.
 Broderick y Madison bailan tomados de la cintura. Madison mira profundamente a sus ojos.
   “Entonces ahora que has dejado de amar a esa misteriosa mujer, ¿crees que algún día…?”
 Broderick besa los labios de Madison. Riot y Laura los observan.
   “Creo que mi hermano ya cayó”.
 Laura baja la mirada.
 Papier gira a Alysse  con una mano y la recibe con la otra.
   “Me alegra hayas podido acompañarme”/ dice Papier.
   “Janice tenía razón, necesitaba disipar mi mente”.
   “Oh, si se trata de Milun, no debes preocuparte. Ese muchacho, sabe cómo levantarse”.
 Alysse queda paralizada, con la mirada dirigida hacia el corredor.
   “No puede ser. Es Felipe”/ exclama ella.
 Papier da vuelta y comprueba que es su viejo amigo.
 Felipe, con el cabello recortado, bebe de su copa lentamente. Alysse y Papier se acercan.
   “Lo veo y no lo creo”/ exclama Papier.
 Felipe, emocionado, lo abraza.
   “Mi querido amigo”.
 Felipe se inclina hacia Alysse.
   “Pero qué bella está, Señorita Alysse”.
   “Gracias Señor Felipe, usted siempre tan galante”.
   “¿Pero dónde te metiste?”/ pregunta Papier. “Después de tu súbita partida no se supo nada de ti”.
   “Era el momento adecuado. El Palacio puede ser una tentación”.
   “Lo sé. Mírame a mí”.
   “¿Y qué estáis haciendo aquí juntos?/ pregunta Felipe. “No me digan que ustedes dos…”
 Alysse y Papier se miran, sorprendidos.
   “De ninguna manera”/ responde Papier con determinación. “Alysse se ha sacrificado al acompañarme”.
   “¿Y cómo se encuentra, Su Majestad, la Reina?”
   “Muy reconfortada, a pesar de todo”/ responde Alysse.
   “Su Majestad, es una mujer muy fuerte. Como ella no existe ninguna otra”/ observa Papier.
 Felipe asiente.

   La Señorita Pía bebe cerveza y junta los labios de golpe.
   “Ya ves que no es tan desagradable”/opina Milun.
   “Debo marcharme”.
 Milun la apoya contra el sofá y la besa.
   “Ya es tarde. Deberás irte en la mañana”
   “Estás loco. ¿Crees que soy una de tus conquistas?”
   “Está bien. Te buscaré un cochero”.
   “Espera. Quiero saber qué significo para ti”.
 Milun baja la mirada.
   “No lo sé. Pero hace mucho tiempo que no me sentía tan bien”.
 La Señorita Pía se lanza a los labios de Milun.
   “Quiero ser tuya”.
 Milun luce sorprendido.

   En la habitación, Milun y la Señorita Pía acarician sus cuerpos tendidos sobre el lecho.
   “Lo siento, yo…”/ exclama Milun.
   “No hacen falta las explicaciones”.
   “…En verdad no deseo hacerte daño”.
 La Señorita Pía suspira.
   “Tienes razón. Todo es muy apresurado”.
 Milun coloca la cabeza de la Señorita Pía en su pecho descubierto.
   “Es la mejor manera de que sucedan las cosas… cuando vienen por sorpresa. Tenerte a mi lado es más que suficiente”.
 La Señorita Pía baja la mirada.

   Al otro día en sus recámaras, la Reina Beatriz se reúne con Alysse, Janice y Flere. Janice junta las manos.
   “Columbio y yo no paramos de bailar toda la noche”.
   “Me alegra se hayan divertido. Necesitaba descansar”/ responde Flere.
   “Esperamos nos puedas acompañar la próxima vez, al igual que Su Majestad”/ observa Alysse.
 La Reina sonríe.
   “A propósito, Don Felipe encarga muchos saludos a todos”/ agrega Alysse.
 La Reina luce sorprendida.
   “¿Don Felipe ha regresado a Frezzia?”
   “Sólo por unos días. Se disculpó por marcharse sin decir nada”.
 La Reina asiente.

   Milun despierta y ve que la Señorita Pía se ha marchado. Sobre la cómoda, un papel llama la atención de Milun. Milun lee en voz alta.
   “Gracias por una noche tan especial. Necesito ordenar mis ideas y no me es posible seguir a tu lado. Espero comprendas mi decisión y veas que soy mucho más que la déspota mujer que conociste”.
 Milun luce afligido.

   En el gran vestíbulo, Broderick abraza fuertemente a Madison.
   “¿En verdad tienes que marcharte ahora?”/ pregunta Broderick.
   “En contra de mi voluntad”.
   “Espero me visites pronto”.
 Madison sonríe.
   “No lo creo”.
   “¿Y eso?”
 Madison acaricia el rostro de Broderick.
   “Esperaba que finalmente te hayas liberado de ese amor que te ofusca. Veo que me he equivocado”.
 Broderick baja la mirada.
   “Pero cuando lo hagas, sabes dónde encontrarme”/ agrega Madison.
 Broderick la toma en sus brazos.

   En su habitación, Casey lee acostado. Alysse ingresa con una bandeja de alimentos.
   “Debido a la ausencia de la Señorita Pía, decidí hacerme cargo de usted”.
   “Veo que la ha entrenado muy bien”.
 Alysse sonríe.
 Casey coloca el libro a un lado y trae su cuerpo hacia adelante.
 Alysse se acerca y coloca un pañuelo alrededor de su cuello.
   “¿Dígame si le molesta?/ pregunta ella.
   “Está perfecto”.
 Con un paño húmedo, Alysse limpia las manos de Casey. Casey luce fascinado con la amabilidad de Alysse.
   “¿Sucede algo?”
   “Vuestras manos. Esa suavidad…”/ exclama él.
 Alysse y Casey se miran fijamente.

Los primeros y antiguos amigos de Milun se hacen presentes en este episodio que muestra el momento más trágico por el que atraviesa: Arturo y Alysse, el Capitán Donoch, el recuerdo de Nidia y finalmente la Señorita Pía.

“Confío en que mis palabras hayan convencido al Rey”/ “Espero que él se encuentre bien donde quiera que esté”.

“Adelante Amo Milun. Sea bienvenido” / “Muestra al Amo Milun su habitación” por encargo de Donoch.

Milun en las rocas del Puerto de Chandler recuerda las imágenes del accidente de su barco en que pierde a Nidia, su prometida / “Algún día llegará”.

En la casa de Donoch es visitado por la Señorita Pía. “Me alegra estés aquí”. “Soy yo quien te necesita ahora”. / Milun despierta y ve que la Señorita Pía se ha marchado y lee la nota dejada: “Necesito ordenar mis ideas”.

Arturo conversa con el Rey. Sus buenos oficios de mediador lograrán el perdón del Rey, en atención a la condición de Milun: Héroe Nacional, Jefe de Seguridad del Palacio poniendo en práctica la epiqueya mencionada y al mismo tiempo da tranquilidad a Alysse, [Todo ocurrió muy rápido].

El Capitán Donoch brinda hospedaje a Milun encargando al anciano y nieta para atenderlo en calidad de Amo del Palacio.

En las rocas del puerto tiene oportunidad Milun de recordar a su primera prometida. Consigue nuevos bríos para seguir luchando…

Por último, la Señorita Pía, tal vez correspondiendo a la visita a su padre enfermo acompañada por Milun y ante sus padres él se hizo pasar por su actual pretendiente.

Es un cuadro muy humano cargado de ayuda al prójimo en el momento preciso. Una obra de misericordia en lenguaje cristiano.

DE MI ÁLBUM
(Jordanien)









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