EL
AMO MILUN
Un Nuevo día ha llegado. En el Palacio Real,
los guardias y sirvientes realizan su asignada labor habitual. A excepción de
Alysse, quien observa con mirada ida hacia el patio inferior.
“”Pareciera aún verlo”/ dice para sí.
En eso, en su hombro, una mano reposa
suavemente. Se escucha una voz familiar.
“Hija, he llegado tarde”.
Alysse voltea de golpe para así cerciorarse
que se trataba de un viejo amigo.
“¡Arturo!/ exclama Alysse, emocionada.
Arturo extiende sus brazos y Alysse descansa
su cabeza en su pecho”.
“Cuánto anhelaba verlo”/ agrega Alysse.
“A pesar de todo…jamás los he abandonado”.
Alysse asiente.
“Es necesario que Milun sea perdonado. Todo
fue tan rápido”.
“A eso
he venido. Confío en que mis palabras hayan convencido al Rey”.
Alysse baja la mirada.
“Sé que es culpa mía”.
Arturo mira a Alysse fijamente.
“No debes tomar responsabilidad por las
acciones de otros. Tu esencia siempre logrará reflejar quien eres”.
“¿Y si llagara a equivocarme?”
“Entonces recordarás a quien pertenecemos”.
Alysse sonríe.
“Espero que Milun se encuentre bien, donde
quiera que esté”.
En el puerto de Chandler, Milun, apoyado en
una muleta, y con la pierna vendada, se detiene ante una amplia vivienda de
madera y haz blanco. Pedro lo acompaña, sosteniendo su valija.
“Creo que hemos llegado. Coincide con la
descripción”, dice Milun.
Pedro eleva las cejas.
“¿Estás seguro que podéis permanecer aquí?”
“El Capitán Donoch lo sugirió”/ responde
Milun.
Pedro golpea la puerta.
“Parece estar vacía”.
“Me aseguró que en su ausencia alguien me
recibiría”.
La puerta se abre y un anciano de baja
estatura, con los ojos entrecerrados, les hace una venia.
“Soy Milun. Nuestro Capitán me ha invitado”.
El anciano sonríe.
“¡Adelante! Amo Milun. Sea usted
bienvenido”.
Milun
y Pedro se miran el uno al otro.
“Lo esperábamos”/ agrega el anciano.
“¿Amo Milun, pero qué diablos? / susurra
Pedro.
Milun golpea a Pedro con el codo. Ambos
ingresan y observan fascinados la decoración. Pieles de animales por todos
lados. El anciano aplaude tres veces. Una jovencita acude al llamado y hace una
venia.
“Muestre al Amo Milun, su habitación”.
“Con gusto”/ responde la muchacha.
La muchacha toma la valija.
“Creo que también me deberían expulsar del
Palacio”, observa Pedro.
Milun sonríe.
En su habitación, Casey yace en su cama con
el hombro vendado.
Donés entra.
“Espero sea buen momento”
“En mi estado, no creo tenga muchas
opciones”, responde Casey.
“A pesar de todo, conserva su buen humor”.
“Por el momento. Cuando salga de esta cama,
pobres de aquellos que atentaron contra mi persona”, dice Casey con
determinación.
“¿A qué se refiere?”
“Esta herida es el resultado de una
emboscada”.
Donés disimula sorpresa.
“Tuvieron la cobardía de dispararme de
espaldas”/ agrega Casey.
“Pero yo pensé que Milun…”
“No. Alguien se me adelantó.
“¿Quién podría atentar contra la vida de esa
manera? / pregunta Donés.
En uno de los salones, Arturo se reúne con
Alysse, Columbi, Janice, Flere, Broderick y Roger.
“¿Quién podría atentar contra la vida…
Estornuda Flere… de esa manera?”
Roger alcanza un pañuelo a Flere.
“Este resfriado está acabando conmigo”
“Pienso que Casey está detrás de todo esto”/
observa Broderick.
“Lo
dudo. Pareciera que el ataque fue dirigido hacia él”, responde Papier.
“Casey es un hombre muy hábil. A pesar de
estar herido ha logrado que Milun abandone el Palacio”, opina Columbio.
Arturo baja la mirada.
“Quien sea el responsable, se trata de un
enemigo muy poderoso”.
Janice se cubre el rostro con las manos.
“¿Y qué haremos?”
“Una vez más, permanecer unidos”/ responde
Arturo.
“Quizás exista una manera de averiguar
algo”/ observa Alysse.
Todos dirigen su mirada hacia ella.
En el puerto, sentado en una roca, Milun
observa el ir e venir de las olas. Imágenes del accidente de su barco vienen a
su mente.
“Algún día…llegará”/dice para sí.
En el Palacio, Alysse ingresa Casey. Casey
se sorprende al verla.
“Buen día, Don Casey. Veo que se está
recuperando”.
“¿Preocupada por lo que podría ocurrirle a
Milun si yo…?”
“Le ruego no me relacione más con Milun”,
dice Alysse con determinación.
Casey eleva las cejas.
“¡Vaya!, veo que es en serio”.
“Una vez se me advirtió no mezclar el amor
con mis labores domésticas. Esa persona estaba en lo cierto”.
“Malas decisiones ocurren. Después de todo ¿quiénes
somos para mandar en nuestro corazón?”
Alysse se acerca a la mesa de noche.
“Su bebida se ha terminado. Permítame ir por
más”.
Casey asiente.
En el gran vestíbulo, una bella dama de
cabello recogido y vestido satín blanco, observa detenidamente y con deleite
una de las pinturas. Broderick ingresa.
“¡Madison!”, exclama él.
La dama extiende su mano hacia Broderick.
“Mi querido amigo”.
Broderick besa su mano.
“Juraría que estás más bella que nunca”.
Madison sonríe.
“Eso te pasa por marcharte sin avisar”.
“Créeme que Riot es el culpable. Vine por
unos días y hasta ahora no comprendo cómo terminé aquí”.
Madison observa alrededor.
“No creo alguien podría resistirse a tanto
lujo”.
“¿Y a qué se debe el honor de tu visita?”
Madison luce sorprendida.
“Es la fiesta de mi hermana. ¿Acaso no
recibiste la invitación?”
Broderick se lleva la mano a la cabeza
“No recordaba que era hoy”.
“Pues he llegado a tiempo”.
Columbio se acerca. Broderick lo llama.
“Debo presentarte a una amiga, Madisosn”.
Columbio hace una venia.
“Hasta llegué a pensar que no tenías
amigos”/ observa Columbio.
“Veo que no conoces a Broderick tanto como
yo”/ responde Madison.
Broderick gira los ojos.
“Madison está de visita. Esta tarde se
realizará una fiesta para su hermana”.
“Y todos están invitados”/ dice Madison.
“Creo que una fiesta no nos caería nada
mal”/ opina Columbio.
Pedro camina por el pasillo principal y
Alysse se le acerca.
“Necesito me informes del paradero de
Milun”.
Pedro baja la mirada.
“Lo siento. Por más que deseo que la amistad
vuelva entre ustedes, no estoy autorizado”.
“Entonces tan solo dime si él está bien”.
En el salón de los nobles, Madison y
Broderick hacen un brindis por el reencuentro.
“Y dime, amigo. ¿Qué sucedió con esa mujer
que tanto amabas?”
Broderick respira de golpe.
“Es pasado”.
Madison entrecierra los ojos.
“Algo me dice que me estás mintiendo”.
“Te lo juro. Mi corazón es libre”.
Riot y Laura ingresan al salón. Broderick fija
su mirada en Laura, quien luce un pomposo vestido.
“Ansiaba conocer a vuestra amiga”/ exclama
Riot.
Broderick y Madison van hacia ellos.
“Permítame presentarte a mi hermano Riot y a
Laura, su esposa”.
“¡Encantada!”/ dice Madison.
“No pensaba que en su ausencia, Broderick
estaba rodeado de tanta belleza”/ observa Riot.
Madison sonríe.
“Es verdad. Broderick no nos comparte mucho
de su vida”/ opina Laura.
“Entonces seré la encargada de hacerlo”.
“Ya habrá oportunidad durante el baile.
Agradezco vuestra invitación”/ responde Riot.
“Será una bella velada”/ exclama Madison.
Broderick baja la mirada.
En las cámaras de la Reina, Papier inclina
la cabeza frente a la Reina Beatriz.
“Su Majestad, agradezco por permitir que
Rebeca me acompañe a la fiesta”.
La Reina sonríe.
“Encantada de ver felices a dos de mis
amigos”.
“Sería fabuloso si acudiera con nosotros”.
“Por el momento, mi lugar es el Palacio”/
exclama la Reina con determinación.
“Sabia decisión”.
“¡Vayan y diviértanse!”
Papier besa la mano de la Reina.
“Es usted muy generosa, Su Majestad”.
Papier y la Reina se miran fijamente.
En su habitación, Alysse lleva puesto un
vestido rojo de encajes. Janice la lleva hacia el espejo.
“Luces divina”.
Alysse niega con la cabeza.
“Creo que no es momento adecuado para irme a
la fiesta”.
“Siempre es buen momento para celebrar la
amistad”.
“Está bien. ¿Pero qué dirá la gente al verme sin ningún acompañante?”
“Eso es lo de menos. Ya verás cuantos
caballeros quedarán impresionados al verte”/ responde Janice.
Alysse sonríe.
En el pasillo principal, Rebeca empuja a
Papier.
“¿Cómo te atreves a decidir por mí”/ exclama
Rebeca.
“Tan solo tomé la iniciativa en pedirle
permiso a la Reina”.
“¿No te das cuenta de la burla que tus
amigos me ocasionarían?”
Papier frunce el ceño.
“Jamás lo permitiría”.
Rebeca baja la mirada.
“Será mejor dejar de vernos”.
Papier luce sorprendido.
“Eso te ayudará a pensar si en verdad
quieres algo serio conmigo”/ agrega Rebeca.
De noche, en la casa de Donoch, Milun bebe
una jarra de cerveza. Alguien llama a la puerta.
“Ahora que los sirvientes se han marchado,
no me queda más que levantarme”.
Con dificultad, Milun abre la puerta y ve que
es la Señorita Pía.
“Pedro me hizo llegar tu mensaje”/ dice
ella.
Milun sonríe.
Alysse, Janice, Columbio, Papier, Broderick,
Riot y Laura ingresan al vestíbulo de una elegante mansión. Madison sale a
recibirlos.
“Mis queridos amigos, adelante”.
Todos ellos observan en la pista de baile a
los invitados bailar al ritmo de la música de los violines.
“Es una fiesta estupenda”/ observa
Broderick.
Un mozo les brinda unas bebidas. Janice choca
su copa con la de Alysse.
“Te lo dije. Y sin querer Papier resultó ser
tu acompañante”.
“Ojalá fuera tan fácil…”/ exclama Alysse.
“Yo en este lugar divirtiéndome, mientras que Milun…”
En el sofá de la casa de Donoch, Milun y la
Señorita Pía se besan apasionadamente.
“Me alegra estés aquí”/ dice Milun.
“No tengo mucho tiempo. El servicio espera
por mí”.
“Soy yo quien te necesita, ahora”.
Ambos juntan sus labios.
En la fiesta, los músicos tocan un vals.
Madison toma la mano de Broderick.
“Me encanta esa melodía”, dice ella.
Madison y Broderick van hacia la pista de
baile. Columbio y Janice los siguen. Papier y Alysse se miran.
“¿Deseas bailar?’/ pregunta él.
“¿Y por qué no?”/ responde Alysse.
Broderick y Madison bailan tomados de la
cintura. Madison mira profundamente a sus ojos.
“Entonces ahora que has dejado de amar a esa
misteriosa mujer, ¿crees que algún día…?”
Broderick besa los labios de Madison. Riot y
Laura los observan.
“Creo que mi hermano ya cayó”.
Laura baja la mirada.
Papier gira a Alysse con una mano y la recibe con la otra.
“Me alegra hayas podido acompañarme”/ dice
Papier.
“Janice tenía razón, necesitaba disipar mi
mente”.
“Oh, si se trata de Milun, no debes
preocuparte. Ese muchacho, sabe cómo levantarse”.
Alysse queda paralizada, con la mirada
dirigida hacia el corredor.
“No puede ser. Es Felipe”/ exclama ella.
Papier da vuelta y comprueba que es su viejo
amigo.
Felipe, con el cabello recortado, bebe de su
copa lentamente. Alysse y Papier se acercan.
“Lo veo y no lo creo”/ exclama Papier.
Felipe, emocionado, lo abraza.
“Mi querido amigo”.
Felipe se inclina hacia Alysse.
“Pero qué bella está, Señorita Alysse”.
“Gracias Señor Felipe, usted siempre tan
galante”.
“¿Pero dónde te metiste?”/ pregunta Papier.
“Después de tu súbita partida no se supo nada de ti”.
“Era el momento adecuado. El Palacio puede
ser una tentación”.
“Lo sé. Mírame a mí”.
“¿Y qué estáis haciendo aquí juntos?/
pregunta Felipe. “No me digan que ustedes dos…”
Alysse y Papier se miran, sorprendidos.
“De ninguna manera”/ responde Papier con
determinación. “Alysse se ha sacrificado al acompañarme”.
“¿Y cómo se encuentra, Su Majestad, la
Reina?”
“Muy reconfortada, a pesar de todo”/
responde Alysse.
“Su Majestad, es una mujer muy fuerte. Como
ella no existe ninguna otra”/ observa Papier.
Felipe asiente.
La Señorita Pía bebe cerveza y junta los
labios de golpe.
“Ya
ves que no es tan desagradable”/opina Milun.
“Debo marcharme”.
Milun la apoya contra el sofá y la besa.
“Ya es tarde. Deberás irte en la mañana”
“Estás loco. ¿Crees que soy una de tus
conquistas?”
“Está bien. Te buscaré un cochero”.
“Espera. Quiero saber qué significo para
ti”.
Milun baja la mirada.
“No lo sé. Pero hace mucho tiempo que no me
sentía tan bien”.
La Señorita Pía se lanza a los labios de
Milun.
“Quiero ser tuya”.
Milun luce sorprendido.
En la habitación, Milun y la Señorita Pía
acarician sus cuerpos tendidos sobre el lecho.
“Lo siento, yo…”/ exclama Milun.
“No hacen falta las explicaciones”.
“…En verdad no deseo hacerte daño”.
La Señorita Pía suspira.
“Tienes razón. Todo es muy apresurado”.
Milun coloca la cabeza de la Señorita Pía en
su pecho descubierto.
“Es la mejor manera de que sucedan las
cosas… cuando vienen por sorpresa. Tenerte a mi lado es más que suficiente”.
La Señorita Pía baja la mirada.
Al otro día en sus recámaras, la Reina
Beatriz se reúne con Alysse, Janice y Flere. Janice junta las manos.
“Columbio y yo no paramos de bailar toda la
noche”.
“Me
alegra se hayan divertido. Necesitaba descansar”/ responde Flere.
“Esperamos nos puedas acompañar la próxima
vez, al igual que Su Majestad”/ observa Alysse.
La Reina sonríe.
“A propósito, Don Felipe encarga muchos
saludos a todos”/ agrega Alysse.
La Reina luce sorprendida.
“¿Don Felipe ha regresado a Frezzia?”
“Sólo por unos días. Se disculpó por
marcharse sin decir nada”.
La Reina asiente.
Milun despierta y ve que la Señorita Pía se
ha marchado. Sobre la cómoda, un papel llama la atención de Milun. Milun lee en
voz alta.
“Gracias
por una noche tan especial. Necesito ordenar mis ideas y no me es posible seguir
a tu lado. Espero comprendas mi decisión y veas que soy mucho más que la
déspota mujer que conociste”.
Milun luce afligido.
En el gran vestíbulo, Broderick abraza
fuertemente a Madison.
“¿En verdad tienes que marcharte ahora?”/
pregunta Broderick.
“En contra de mi voluntad”.
“Espero me visites pronto”.
Madison sonríe.
“No lo creo”.
“¿Y eso?”
Madison acaricia el rostro de Broderick.
“Esperaba que finalmente te hayas liberado
de ese amor que te ofusca. Veo que me he equivocado”.
Broderick baja la mirada.
“Pero cuando lo hagas, sabes dónde
encontrarme”/ agrega Madison.
Broderick la toma en sus brazos.
En su habitación, Casey lee acostado. Alysse
ingresa con una bandeja de alimentos.
“Debido a la ausencia de la Señorita Pía,
decidí hacerme cargo de usted”.
“Veo que la ha entrenado muy bien”.
Alysse sonríe.
Casey coloca el libro a un lado y trae su
cuerpo hacia adelante.
Alysse se acerca y coloca un pañuelo alrededor
de su cuello.
“¿Dígame si le molesta?/ pregunta ella.
“Está perfecto”.
Con un paño húmedo, Alysse limpia las manos de
Casey. Casey luce fascinado con la amabilidad de Alysse.
“¿Sucede algo?”
“Vuestras manos. Esa suavidad…”/ exclama él.
Alysse y Casey se miran fijamente.
Los primeros y antiguos amigos de Milun se hacen presentes
en este episodio que muestra el momento más trágico por el que atraviesa:
Arturo y Alysse, el Capitán Donoch, el recuerdo de Nidia y finalmente la
Señorita Pía.
“Confío en que mis palabras hayan convencido al Rey”/
“Espero que él se encuentre bien donde quiera que esté”.
“Adelante Amo Milun. Sea bienvenido” / “Muestra al Amo Milun
su habitación” por encargo de Donoch.
Milun en las rocas del Puerto de Chandler recuerda las
imágenes del accidente de su barco en que pierde a Nidia, su prometida / “Algún
día llegará”.
En la casa de Donoch es visitado por la Señorita Pía. “Me
alegra estés aquí”. “Soy yo quien te necesita ahora”. / Milun despierta y ve
que la Señorita Pía se ha marchado y lee la nota dejada: “Necesito ordenar mis
ideas”.
Arturo conversa con el Rey. Sus buenos oficios de mediador lograrán el perdón del Rey, en atención a la condición de Milun: Héroe
Nacional, Jefe de Seguridad del Palacio poniendo en práctica la epiqueya
mencionada y al mismo tiempo da tranquilidad a Alysse, [Todo ocurrió muy
rápido].
El Capitán Donoch brinda hospedaje a Milun encargando al
anciano y nieta para atenderlo en calidad de Amo del Palacio.
En las rocas del puerto tiene oportunidad Milun de recordar
a su primera prometida. Consigue nuevos bríos para seguir luchando…
Por último, la Señorita Pía, tal vez correspondiendo a la
visita a su padre enfermo acompañada por Milun y ante sus padres él se hizo
pasar por su actual pretendiente.
DE MI ÁLBUM
(Jordanien)
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