sábado, 21 de octubre de 2017

"EL REINO AHORA: CAOS". Cap. 11 / Tony PEREDA



LA AMENAZA MISTERIOSA

   El Capitán Jasper camina por el pasillo principal y se detiene frente a uno de los salones. Lentamente abre la puerta. Dentro del salón, Milun se reúne con Columbio, Flere y Pedro.
   “¿Quién diría que Papier estuviera dispuesto a asumir tanta responsabilidad”/ exclama Milun.
   “Fue una sorpresa para todos, Quizás era lo mejor para él”/ observa Columbio.
 Flere permanece con la cabeza gacha. Pedro se acerca.
   “Ya verás que todo le irá bien”.
   “Para mí no es más que un cobarde que decidió abandonarnos”/ opina Milun.
 Flere frunce el ceño.
   “¿Cómo te atreves a insultar a mi amigo, mientras que tú te largaste de vacaciones?”
 Milun avanza hacia él.
   “Mide tus palabras. Ahora no tienes quien te proteja”.
   “¡Basta!”/ grita Columbio. “Se comportan como niños”.
 Jasper cierra la puerta y sonríe.

   En su habitación, Casey recibe una taza de té de las manos de Alysse.
   “No debiste molestarte”/ exclama él.
   “No se preocupe. Ahora que está recuperado, usted mismo se hará cargo”.
 Casey sonríe.
   “Creo que vuestra presencia tuvo mucho que ver en mi mejora”.
   “Espero haya aprendido que la violencia no lleva a nada”.
 Casey suspira.
   “He aprendido más que eso. Cómo mantener siempre la espalda vigilada”.
   “Sé que es tarde para preguntas, pero recuerda usted si alguien más sabía que se enfrentaría en contra de Milun”.
 Casey mira hacia los lados. En eso recuerda pidiéndole a Donés que sea su padrino.
 Casey respira de golpe y niega con la cabeza.
   “Por parte mía…jamás abrí la boca”.
 Alysse asiente.

   En sus recámaras, la Reina Beatriz se reúne con Janice y Laura. Rebeca les sirve una bebidas.
   “Todavía pareciera chocarme con él en los corredores”/ exclama Janice, apenada.
   “Debemos aceptar la decisión de Papier”/ comenta la Reina.
   “Es una oportunidad magnífica para él”/ opina Laura.
 Rebeca baja la mirada. Sus manos tiemblan.
   “Permítanme  ofrecerles unos bocadillos”/ dice Rebeca con tono afligido.
 Rebeca camina hacia la puerta.
   “¿Pero qué tienes esta muchacha?”/ pregunta Laura.
   “El Conde de Papier la estaba pretendiendo”/ responde la Reina.
 Laura suelta una carcajada.
   “Pero qué ingenua. ¿Cómo va a creer que alguien de tanta alcurnia terminara con ella?”
 Desde la puerta Rebeca escucha y derrama unas lágrimas.
   “Eso no tiene nada que ver”/ responde Janice. “Parecían muy felices”.
   “Querida, eres tan inocente…”
 Rebeca camina descontrolada por el pasillo principal. La bandeja que lleva, cubre su visión.
   “Alysse tiene la culpa de todo”.
 Al girar hacia otro pasillo se estrella con Milun. Ambos caen y se miran sorprendidos.

   En sus apartamentos, Donés se reúne con el Capitán Jasper.
   “Me tiene sin cuidado lo que esos sujetos intenten en mi contra”/ dice Donés enfurecido.
 Jasper sonríe.
   “Ya veo. Sin embargo el Monseñor siempre andaba con cuidado”.
   “¿Cuántas veces tengo que repetirle que no se me debe comparar con nadie?”/ grita Donés.
   “Juré lealtad hacia el Monseñor y continuaré con mi labor quiera usted o no”/ responde Jasper.
   “Pues haga lo que quiera. Como verá estoy muy ocupado”.
 Jasper camina hacia la puerta y voltea.
   “¿Sabe cuánto más durará el proyecto?’
 Donés luce sorprendido.
   “¿Cómo…cómo usted de eso?’
   “Como verá el Monseñor me tiene plena confianza”. 
 Donés avanza hacia Jasper, amenazante. En eso Casey patea la puerta.
    “¿Pero qué diablos?”/ exclama Donés.
   “Maldita sabandija… ¿cómo habéis osado acabar con mi vida?”
 Donés intenta parecer sorprendido. Casey se acerca a Donés y lo empuja con fuerza. Donés cae. Jasper sonríe.
   “No sos más que un cobarde. Pero ahora mismo informaré al Rey”/ agrega Casey.
 Donés se levanta.
   “Espera…debes entender que lo hice para conseguir que Milun sea expulsado”.
   “Lograste acabar con la oportunidad de vengar a mi hermano. Ha llegado el momento de conversar largo y tendido con el Monseñor”.
 La mirada de Donés brilla, llena de rabia.

   Flere y Pedro caminan por un pasillo.
   “No es más que un sujeto lleno de rencor…”/ dice Flere.
   “¿Pero por qué le das tanta importancia a lo que diga Milun?”/ responde Pedro. “Todos sabemos lo mucho que ha sufrido”.
   “Ya lleva mucho tiempo de eso. Milun continúa siendo el mismo patán que conocí”.
 Pedro suspira.
 Flere niega con la cabeza.
   “Debo terminar mi pintura”.

   Cerca de allí, Milun ayuda a levantar a Rebeca.
   “Lo siento…pero…”
   “No se preocupe Señor Milun. Todo es culpa mía”/ responde Rebeca.
 Milun toma un paño y seca las lágrimas de Rebeca.
   “¿Existe la manera en que pueda ayudarte?”
 Rebeca sonríe.
   “Son tonterías mías. Estoy muy feliz de estar aquí”.
 Milun le alcanza la bandeja.
   “También andaba distraído. Debo preguntarte si sabes dónde está Alysse”.
 Rebeca respira de golpe.
   “Lo siento, Señor Milun”.
   “Juraría que me estás mintiendo…”
 Rebeca baja la mirada.
   “Sé que no debería decirle, pero… quizás esté en la habitación del Señor Casey”.
 Milun luce sorprendido.

   En una habitación elegantemente decorada, Miccael ordena su repisa. Frente a sus ojos se ubica la misteriosa caja que fue hallada entre las pertenencias de su madre, Adela.
 Miccael toma la caja.
   “No recuerdo su contenido”/ dice para sí.
 En eso Casey entra.
   “¡Vaya, vaya, hasta tenéis una habitación mejor que la mía!”/ exclama él.
 Miccael regresa la caja a la repisa.
   “Buen día Don Casey”.
   “Ha llegado el momento que en verdad conozcas quién soy. Es por eso que me acompañarás a una reunión”.
 Miccael luce sorprendido.
   “Pero yo…”
   “Nada de excusas. Necesito despejar mi mente”.
 Miccael asiente.
   “Tengo entendido que eres muy amigo de Alysse, ¿correcto?”
   “Sí, señor. Nos conocemos desde niños”.
   “Perfecto. Aprovecharemos la ocasión y así me hablarás más de ella”.
 Miccael sonríe.

   En el Monasterio de San Mirador, el Monseñor y Donés se reúnen en una oscura recámara.
   “Pienso que nuestra alianza con Casey sería una pérdida de tiempo”/ dice Donés con determinación.
   “Paciencia, mi amigo. Tarde o temprano todos acuden a mi llamado”.
 Donés frunce el ceño.
   “Aun no entiendo por qué necesitamos de tantos ineptos que al final no saben mantener la boca cerrada”.
 El Monseñor observa a Donés, sorprendido.
   “Me refiero al Capitán Jasper”/ agrega Donés. “Sabe demasiado”.
   “Pero si mi capitán ha permanecido fiel todo este tiempo”/ responde el Monseñor.
   “No me parece. Así sea de confianza no es uno de los nuestros. Ya ves lo que ocurrió con Roger y con el Duque”.
 El Monseñor permanece pensativo.

   En la aldea de Chandler, Casey y Miccael ingresan a una elegante mansión. Miccael luce deslumbrado con tanto lujo. Una mujer robusta de largo velo se les acerca.
   “Si mis ojos no me engañan, pensaría que se trata de Casey”/ exclama ella.
 Casey sonríe.
   “En carne y hueso”/ responde él.
 Casey besa la mano de la dama.
   “Señora Caprise, los años parecen no afectarle”.
   “Y a usted parece que lo han hecho más galante”.
 La Señora Caprile observa a Miccael de pies a cabeza.
   “¿Y quién es este muñeco?”
   “Permítame presentarle a Miccael, hermano mío”.
 Miccael se inclina hacia la Señora Caprise.
  “Ya veo que esa mirada pícara es de familia”/ dice ella.
 Casey sonríe.

   Janice y Columbio caminan por los jardines.
   “Entonces… ¿me dirás tu impresión de Crystland?/ pregunta ella.
   “Mi amor, jamás había visto tan abundante belleza”.
 Janice sonríe.
   “Sabía que te gustaría. Espero que cuando sea momento de regresar, lo hagas a mi lado”.
 Columbio baja la mirada.
   “Por más que sea un honor para mí, siento que mi compromiso es permanecer en Frezzia”
 Janice luce sorprendida.

   En la cocina, sentado en una mesa, Milun bebe cerveza de una jarra. Pedro lo acompaña.
   “Lo sabía”/ dice Milun. “Alysse no es más que una interesada”.
 Pedro niega con la cabeza.
   “Debe tener sus motivos para que haya decidido acercarse a él”.
   “Una vez más Alysse ha demostrado no tener alguna dignidad”.
 Alysse se acerca a ellos.
    “Creo que debemos hablar”.
 Milun y Pedro la observan, sorprendidos.

   En su habitación, Flere observa con deleite su pintura en el caballete. Janice entra y Flere apresuradamente cubre la pintura con una manta.
   “No sabes cómo me siento”/ exclama Janice.
   “¿Pero qué sucede?”
 Janice se cubre el rostro.
   “Asumí que con el tiempo Columbio gustaría permanecer conmigo en Crystalnd. Al parecer no está en sus planes”
 Flere se acerca a Janice.
   “Hermana, es muy temprano para pensar en eso. Disfruta lo que nos ofrece la vida en este momento”.
 Janice apoya su cabeza en el pecho de Flere.
   “Nunca pensé que el amor era tan complicado”.
   “Es sólo el comienzo. Ya aprenderás que lo más importante es tener a una persona junto ante ti, sin importar el lugar”.
 Flere observa hacia la pintura cubierta por la manta.

   En la cocina, Pedro saluda a Alysse y se marcha. Milun y Alysse se miran fijamente.
   “Me dijeron que deseabas verme”/ dice Alysse.
   “No tiene importancia. Creo andas muy ocupada”.
 Alysse respira hondo.
   “Si te refieres a Casey, debes saber que solo somos amigos”.
 Milun se levanta.
   “No me interesa lo que exista entre ustedes”.
   “Veo que eres el mismo de siempre. Estar fuera de Palacio no te ha servido”.
 Milun se acerca a Alysse.
   “No necesito cambiar por nadie. Mucho menos por ti”.
   “Estás ebrio. Hablaremos en otro momento”.
 Milun toma a Alysse del brazo.
   “¿Acaso olvidaste que ese sujeto todo lo que ha hecho es humillarte?”
 Rebeca los escucha, escondida.
   “Necesitaba atención. Es lo correcto cuando alguien está herido”/ dice Alysse con determinación.
   “Ya veo. Es por eso que nunca dejarás de ser una criada”.
 Alysse intenta zafarse.
   “¡Suéltame!”
   “¿Acaso irás corriendo a sus brazos?”
 En eso Casey y Miccael ingresan.
   “¡Déjala ir!”/ grita Casey
   “Vaya, ha llegado el osado caballero dispuesto a defender a su doncella”/ dice Milun, sarcástico.
   “¡He dicho que la sueltes!
 Milun lanza a Alysse con fuerza. Alysse cae, golpeándose el hombro.
   “¡Pero cómo te atreves! / exclama Casey.
 Miccael corre hacia Alysse.
   “¿Estás bien?”
 Alysse se levanta con dificultad.
   “Debemos irnos”/ dice ella.
 Milun observa a Alysse, apenado.
   “Lo siento, yo…”
 Casey se acerca a Milun y desenvaina su espada.
   “Esto no se quedará así”/ dice Casey, enfurecido.
 Alysse detiene a Casey.
   “Basta, por favor”.
 Milun y Casey intercambian una mirada desafiante.

  En sus apartamentos, Donés entrega una carta al Capitán Jasper. Jasper la lee.
  “Lo siento capitán. Tantos años de servicio para nada”/ dice Donés.
 Jasper destruye la carta.
   “Si el Monseñor  desea que me marche lo haré en seguida”.
 Donés se ríe.
   “Veo que usted es leal hasta el final. Quizás sea lo que necesito
 Jasper lo mira sorprendido.
   “Ahora, esta misión requiere de mucho sacrificio. Pero a la vez significaría mucho dinero, el cual sería enviado a su familia… después de su muerte”/ agrega Donés.
 Jasper respira hondo.


Mencionamos los epígrafes solamente para obtener una sana información sobre los hechos de este capítulo:
“No hay nada escondido que no salga a la luz, ni nada tan secreto que no llegue a conocerse claramente”, palabras de Jesús, Lucas 8, 17.

“No hay crimen perfecto”.

“Todo llega a saberse”.

Atando cabos, Alysse, pregunta a Casey si alguien más sabía que se enfrentaría con Milun. Casey recuerda que fue a Donés para pedirle que sea su padrino.

Donés menospreciaba a los demás, sobre todo a Casey y a Milun, por lo cual, Jasper  sonreía con ironía y a boca e jarro le pregunta: ¿Sabe cuánto más durará el proyecto? Donés avanza amenazante hacia Jasper. Jasper observa que Casey empuja a Donés y cae. Jasper sonríe.

El esquema:  En sus apartamentos, Donés se reúne con el Capitán Jasper. “Me tiene sin cuidado lo que esos sujetos intenten en mi contra”/ dice Donés enfurecido. Jasper sonríe.
“Ya veo. Sin embargo, el Monseñor siempre andaba con cuidado”. “Juré lealtad hacia el Monseñor y continuaré con mi labor quiera usted o no”, responde Jasper.
“¿Sabe cuánto más durará el proyecto?”. Donés luce sorprendido. ¿Cómo… cómo sabe usted de eso?
“Como verá el Monseñor me tiene plena confianza”.
Donés avanza hacia Jasper amenazante. En eso Casey patea la puerta y dice:  “Maldita sabandija. ¿Cómo habéis osado acabar con mi vida? Lo empuja con fuerza, Donés cae y Jasper sonríe.
“Espera, debes entender que lo hice para conseguir que Milun sea expulsado” (reveló el hecho).
Casey sale. Donés observa a Jasper enfurecido. “¿Y por qué te quedaste parado? Eres un inútil”.
“Al igual que el señor Casey; sólo me reportaré con el Monseñor”. La mirada de Donés brilla, llena de rabia.

(El otro hecho que se aligeró). Donés dice: “Ahora esta misión requiere de mucho sacrificio. Pero a la vez significaría mucho dinero, el cual será enviado a su familia… después de su muerte”. Jasper respira hondo.

DE MI ÁLBUM
(Jordanien)





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