13
LA CANCIÓN
que yo vine a cantar, no ha sido aún cantada.
Mis días han
ido afinado las cuerdas de mi arpa; pero no he hallado el tono justo, y las
palabras no venían bien. ¡Sólo la agonía del afán en mi corazón!
Aún no ha
abierto la flor; sólo suspira el viento.
No he visto
su cara, ni he oído su voz; sólo oí sus pasos blandos, desde mi casa, por el
camino.
Todo el día
interminable de mi vida me lo he pasado tendiendo en el suelo mi estera para
él; pero no encendí la lámpara, y no puedo decirle que entre.
Vivo con la
esperanza de encontrarlo; pero, ¿cuándo lo encontraré?
14
MIS DESEOS
son infinitos, lastimeros mis clamores; pero tú me salvas siempre con tu dura
negativa. Y esta recta merced ha traspasado de parte a parte mi vida.
Día tras día
me haces digno de los dones grandes y sencillos que me diste sin yo pedírtelos,
el cielo y la luz, mi cuerpo, mi vida y mi entendimiento; y me has salvado, día
tras día, del escollo de los deseos violentos.
A veces me retardo lánguido, a veces me
despierto y me desvivo en busca de mi fin; pero tú, cruel, te escondes de mí.
Día tras día,
a fuerza de rehusarme, de librarme de los peligros del débil deseo, me estás
haciendo digno de ser tuyo del todo.
DE MI ÁLBUM
(Jordanien)
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