HOGAR,
DULCE HOGAR.
Días después, en el comedor, la Reina
Beatriz y el Rey Aidan disfrutan de un suculento desayuno. A los lados se
encuentran sentados los comensales regulares, quienes conversan entre sí.
El Rey toma una copa y con una cuchara produce
un tintineo, llamando la atención a todos.
“No os haré esperar más”/ se pronuncia el
Rey. “Mañana partiremos hacia el reino de Crystland”.
Todos los presentes se quedaron pasmados con
la noticia, en especial la Reina quien respira de golpe.
“¡Pero qué inesperada sorpresa!”/ exclama
ella.
“Sabía que te agradaría”/ responde el Rey.
La Reina se acerca al Rey y besa su mejilla.
Donés los observa enfurecido.
“¡Qué maravilla!”/ comenta Janice.
“Después de tanto tiempo”/ observa Flere.
“Debo informarles que todos los presentes
están invitados”/ dice el Rey con determinación.
“¿De verdad?”/ exclama Janice.
“Papá y mamá estarán muy felices de vernos”/
dice Flere.
Janice voltea hacia Columbio.
“Finalmente podrás conocer nuestro reino”.
“Ha llegado el momento esperado”/ responde
Columbio.
Papier bebe su copa de golpe.
“No me hará nada mal volver a Crystland”/
comenta él.
“La pasarán muy bien”/ opina Alysse.
“De ninguna manera permitiré que no nos
acompañes”/ dice la Reina con determinación.
Alysse luce sorprendida.
“Como Usted diga, Su Majestad”.
La Reina sonríe. El Rey toma su mano.
“Extrañaba esa felicidad en tu rostro”.
“Es Usted quien hace posible mi alegría”.
El Rey se levanta.
“Riot estará a cargo de todo en mi ausencia.
Partiremos bien de mañana”.
“Créame que seré la primera en estar lista”/
responde Janice.
Todos sueltan una carcajada.
En el
puerto, sentado en una roca, Milun bebe de su cantimplora. Su barba cubre la
mayoría de su rostro.
“Veo que te has recuperado”/ se escucha una
voz.
Milun ve que es Arturo.
“¿Pero cómo supiste de mi paradero?”
“Hay cosas que no necesitan preguntarse”/
responde Arturo.
“Bueno, no necesito de vuestros sermones”.
“¿Acaso no tengo derecho a disfrutar de la
tranquilidad del mar?”
Milun sonríe.
“Te conozco muy bien. Vamos, debo ir por más
cerveza”.
Milun y Arturo caminan.
En la cocina, Alysse conversa con la
Señorita Pía.
“…Y dos cubitos de azúcar. Es así como el
Señor Casey lo prefiere”.
“Veo que ustedes han llegado a entenderse,
después de todo”/ responde la Señorita Pía.
“Sólo trato de ser amable en su situación”.
“Bueno, no te preocupes. Haré que en tu
ausencia se le atienda lo mejor posible”.
Alysse sonríe.
“Si sirve de algo, debes saber que Milun
está bien”.
Alysse luce sorprendida.
“No sabía que ustedes…”
“Acudí a su encuentro debido a un encargo.
Creí que era conveniente que lo supieras”.
“Gracias. Me complace saber de él”/ responde
Alysse.
“¿Desearías conocer su paradero?”
Alysse niega con la cabeza.
“Es mejor dejar las cosas así”.
En la casa de Donoch, Arturo mira alrededor.
“El Capitán es un hombre de muy buen gusto”/
exclama Arturo.
Milun bebe de la jarra.
“Ahora que abandonó la milicia sólo se
dedica a viajar con la familia”.
Alguien llama a la puerta.
“Debe ser el mayordomo. Siempre llama a la
puerta para evitar interrumpir”.
“Tanta comodidad no tiene precio”/ opina
Arturo.
“¡Adelante!”/ grita Milun.
En eso Pedro ingresa acompañado del General
Riot. Milun y Arturo lucen sorprendidos.
“Pero si no es nada menos que mi hermano, el
religioso”/ dice Riot.
“¿Quién diría que nos veríamos las caras tan
pronto”/ responde Arturo.
“¿Pero cómo te has atrevido a revelar mi
paradero?”/ exclama Milun enfurecido.
Pedro se encoge de hombros.
“Yo…”
“El pobre muchacho no tuvo opción al
enterarse que el Rey ha decidido perdonarte”/ dice Riot, sarcástico.
Milun se paraliza.
“Creo que mi conversación con el Rey tuvo
efecto”/ opina Arturo.
“Así es. Estaremos nuevamente juntos”/
exclama Pedro emocionado.
Milun baja la mirada.
En su habitación, Alysse coloca un vestido
en la maleta. En la puerta, Casey la observa. Lleva el brazo sostenido al
cuello con un pañuelo.
“¿Te preparas para el viaje?”
Alysse luce sorprendida.
“Señor Casey, en su condición no debería…”
“El doctor me ha recomendado caminar. Así
que vine a despedirme”.
Alysse asiente.
“Qué pena que no pueda acompañarnos”.
Casey gira los ojos.
“Tengo muchos asuntos que solucionar antes
de dedícame a socializar”.
“Espero que a mi regreso se haya recuperado
del todo”.
“Quizás cuando vuelvas las cosas hayan
cambiado. Escuché por ahí que el Rey ha levantado la suspensión de Milun”.
Alysse respira hondo.
“Su Majestad es muy benévolo”.
“Espero no sea el final de nuestra amistad”/
dice Casey con determinación.
Alysse y Casey se miran fijamente.
Al día siguiente dos carruajes reales y
numerosos guardias esperan en el patio inferior. Alysse, Janice, Columbio y
Flere ingresan en uno de los carruajes. Papier observa hacia el pasillo
principal.
“¡Vamos Papier!, ¿Qué esperas?” / exclama
Janice.
“Su Majestad me ha pedido ir con ellos.
Vuelvo enseguida”.
En el pasillo principal, Rebeca lleva consigo
una pila de sábanas. Papier se le acerca.
“No tengo mucho tiempo. Vine a ver cómo
estabas”/ dice Papier.
“Descuida. Creo que los tuyos esperan por
ti”.
Papier sonríe y la abraza.
“Cuídate mucho”.
Rebeca baja la mirada.
En el carruaje, Alysse se ha enterado que
Milun regresará al Palacio.
“Estoy segura que las cosas se arreglarán
entre ustedes”/ dice Janice.
“Vamos, deja que Alysse disfrute de sus
vacaciones”/ comenta Flere.
“En verdad me siento feliz por Milun”/
observa Alysse.
Columbio niega con la cabeza.
“Sólo espero que no cometa más tonterías.
Esta podría ser su última oportunidad”/ opina Columbio.
Papier ingresa al carruaje del Rey y la Reina.
“Dígame Conde, su comentario imparcial
acerca de Crystland”/ dice el Rey Aidan.
“Su Majestad, yo…”
“Conde, no se preocupe que no lastimará mies
sentimientos”/ dice la Reina Beatriz.
“Está bien. No sé si es correcto decirlo,
pero jamás conocí mujeres tan bellas como en otro reino”.
El Rey y la Reina se ríen. La Reina toma la
mano de Papier.
“Me encanta su sinceridad”/ dice la Reina.
Papier observa la mano de la Reina y mira
fijamente a sus ojos.
Milun ingresa en la barbacana y ve los carruajes
partir.
“He llegado a buena hora”/ dice para sí.
Milun camina por el pasillo principal y se
encuentra con la Señorita Pía.
“Debes estar muy agradecido con Su
Majestad”/ dice ella.
Milun gira los ojos.
“Mi castigo fue injusto. De ahora en adelante
andaré con mucho cuidado”.
“Por lo visto no escarmientas”.
“¡Basta de reproches!”
Milun se acerca a la Señorita Pía pero ella lo
rechaza.
“Tengo mucho que hacer”.
La Señorita Pía se marcha.
De noche, los carruajes reales se detienen
frente a una majestuosa edificación, el Palacio Real de Crystland. Construido
en su totalidad de cristal, está conformado de tres Torres de punta, cuya Torre
central, la más importante, posee un amplio balcón. Las Torres están unidas
entre sí por pasillos abiertos que bajan y suben. A pesar de contar con
pequeñas lámparas, es la luz de la luna la que lo ilumina en su totalidad.
Al Rey Aidan baja del carruaje, estupefacto.
“Bienvenido a Crystland, querido”/ dice la
Reina Beatriz.
Columbio y Alysse bajan y contemplan
deleitados.
“Increible”/ dice él.
Janice toma su mano.
“Te lo dije”.
Alysse dirige su mirada hacia la Torre más
alta y derrama una lágrima.
“Jamás pensé conocer lugares tan bellos”.
Una escolta de diez soldados con uniforme y
cascos plateados se aproxima. En el centro, un personaje conocido, el Consejero
Emilio.
“Llegaron más antes de lo previsto”/ dice
él.
La Reina Beatriz abraza a Emilio. Emilio
saluda al Rey Aidan y observa a los demás.
“Vaya, es la tropa completa”/ agrega Emilio.
“Veo que tenían todo esto coordinado a mis
espaldas”/ observa la Reina Beatriz.
Un fuerte aire sacude a todos.
“No se asusten. Es una de las
características de aquí”.
Todos suben por una escalera de cristal
alfombrada, ingresando al Gran Vestíbulo.
Alysse observa su reflejo en el piso y en las
paredes.
“Debes tener mucho cuidado”/ dice Janice.
Luego de pasar por un amplio corredor lleno de
impresionantes estatuas de cristal de colores, todos ellos ingresan en la Sala
del Trono.
Los miembros de la Corte de Crustalnd, con
elegantes atuendos de plata hacen una venia. En su altillo de cristal, la Reina
Ena dibuja una sonrisa en su rostro.
“Cuánto he esperado este momento”/ dice
ella.
La Reina Beatriz corre hacia ella y se
abrazan.
“Mamá…”
Alysse observa muy emocionada.
El Rey Aidan se arrodilla.
“Su Majestad, gracias por aceptar mi
propuesta”.
“Hijo mío, jamás negaría nada al hombre que
ha cuidado incondicionalmente de mi Beatriz”.
Un hombre y mujer de mediana edad, ambos de
cabello gris se aproximan hacia Janice y Flere.
“Pero cuánto han crecido”/ dice la mujer.
“Exageras”/ responde Flere.
Janice abraza a la mujer.
“Madre. Anhelaba estar a tu lado”.
“Hasta había pensado darme una vuelta por
ahí”/ dice el hombre.
“Cuando guste, Don Baldric”/ responde
Columbio.
Los padres de Janice observan a Columbio.
“Debo presentarles a Columbio, mi…”
“¡Pretendiente!”/ exclama Papier con
determinación.
Janice respira de golpe.
“No se preocupen. Estamos acostumbrados al
buen humor de Papier”/ dice el padre.
“Encantado de conocerlos. Vuestra hija es
una maravillosa mujer”/ responde Columbio.
“¿Y qué hay de mí?”/ pregunta Flere.
Todos se ríen.
Alysse observa a todos llenos de felicidad.
“Alysse, acércate por favor”/ dice la Reina
Beatriz.
Alysse se inclina hacia la Reina Ena.
“Ella es Alysse, la muchacha de quien te
hablé”.
La Reina Ena sonríe.
“Veo que eres más bella de lo que me describió
Beatriz. Estoy muy agradecida contigo por todo el apoyo brindado”.
“Su Majestad, es mi placer estar al servicio
de la Reina”.
En eso una joven muchacha, de facciones muy
parecidas a las de la Reina Beatriz ingresa corriendo al Salón del Trono.
“No
habéis esperado por mí”/ dice ella.
“¡Jolina!”/ exclama la Reina Beatriz.
Las hermanas se abrazan por un largo momento.
“Tenéis tanto que contarme”/ dice Jolina.
“Deben estar agotados por el viaje”.
Un muchacho de mirada seria, de porte muy
elegante se acerca.
“Rómulo, lleve a nuestros invitados a sus
habitaciones”/ agrega la Reina Ena.
“Como Usted diga, Su Majestad”/ responde él.
Jolina sonríe emocionada.
En su habitación, Casey recuerda cuando toma
la mano de Alysse.
“¿Pero por qué me siento atraído hacia esta
muchacha?”/ dice para sí.
En eso Milun entra.
“¿Qué es lo que deseas?”/ pregunta Casey
enfurecido.
‘Debes saber que no caeré más en tus
provocaciones”.
“Me tienen sin cuidado tus amenazas”.
“Ya veo. Después de haber atentado en contra
de mí de la manera más baja”.
Casey avanza hacia Milun.
“Tienes el descaro de acusarme de tu propia
trampa”.
Casey y Milun intercambian una mirada de odio.
“Ya llegará el día en que se descubra la
verdad. En ese momento no habrá ni Rey ni nada que me impida acabar contigo”.
“Pues te estaré esperando”/ responde Casey.
En una cama de cristal dorado, la Reina
Beatriz y Jolina permanecen acostadas abrazadas. Frente a ellas, Alysse y
Janice desempacan la maleta de la Reina.
“Como en los viejos tiempos”/ exclama
Jolina.
“No tienes idea de cuánto anhelaba estar a
tu lado”/ observa la Reina.
“¿Entonces Janice, ese muchacho fortachón
está detrás de ti?”
Janice sonríe.
“No tenemos nada formal, pero disfruto mucho
de su compañía”/ responde Janice.
“¿Y tú, Alysse?”
“Mi prioridad es servir a Su Majestad”/
responde Alysse con determinación.
Janice se acerca a la cama.
“¿Y por qué preguntas tanto, acaso…?”
Jolina se ruboriza.
“No, soy muy joven aún”.
“Quizás es momento que nos visites”/ opina
la Reina.
Jolina baja la mirada.
“Me encantaría, pero…”
“¿Sucede algo malo?”/ exclama Janice.
“Se trata de nuestra madre. Ha perdido la
cabeza por un caballero”.
La Reina luce sorprendida.
En uno de los salones, Emilio se reúne con
Columbio, Flere y Papier.
“¿Es verdad que te irás de Crystland?”/
pregunta Flere, sorprendido.
Emilio asiente.
“Como nuevo embajador, debo acudir de
inmediato a la Isla Capital”.
“Es una gran responsabilidad pertenecer al
Consejo Supremo”/ dice Columbio.
“¿Y quién ocupará tu lugar aquí?”/ pregunta
Papier.
“Está vacante. A menos que Flere esté
interesado”/ responde Emilio.
Flere sonríe.
“De ninguna manera. No poseo buen juicio”.
Papier permanece con la mirada ida.
En sus recámaras, la Reina Ena se reúne con
la Reina Beatriz.
“Madre, ¿entonces es verdad?”
La Reina Ena mantiene su mirada firme.
“Desde que vuestro padre falleció, ustedes
dos han gozado con plenitud de mi amor. Creo es momento de rehacer mi vida”.
“Me produce felicidad esta noticia. Me
encantaría conocer a dicho caballero”.
“Goldius es un hombre muy encantador”.
La Reina Beatriz luce sorprendida.
“¿El Rey de Glazetonia?”
“Precisamente”/ responde la Reina Ena.
“Pero todos estos años hemos sufrido por
parte de sus ataques”.
“Las cosas han cambiado. Qué mejor que la
convivencia pacífica por parte de sus monarcas”.
“No lo creo…”
“¿Y quién eres tú para juzgarme? Has de
saber que sólo llegan a mis oídos quejas de vuestro comportamiento. Y qué no
decir de los atentados cometidos por vuestros enemigos”.
La Reina Beatriz baja la mirada.
“Pero aún confío en tu capacidad de
liderazgo. Ahora debes prepararte para la cena”/ agrega la Reina Ena.
En Frezzia, Milun se detiene fuera de la
habitación de Alysse. Rebeca se aproxima.
“¿Necesita algo?”/ pregunta ella.
“Tan solo daba una vuelta por aquí”.
Rebeca sonríe. Milun la observa.
En Crystland, la Reina Ena y sus invitados
permanecen sentados en una larga mesa de cristal llena de suculentos
bocadillos. La Reina Beatriz toma una fruta con la mano y se la lleva a la
boca.
“¡Alquequenjes! Lo siento pero no podía
resistirme más”.
Alysse observa los alimentos frente a ella.
“La Señorita Pía hace un excelente trabajo
al imitar la presentación”/ opina Alysse.
“Es la mejor”/ observa Columbio.
Janice observa a Papier pensativo.
“¿No me digas que extrañas Frezzia”/
pregunta Janice.
Papier sonríe.
“Déjenlo tranquilo”/ dice Flere.
“Todo lo contrario. He decidido tomar la
posición de Emilio en su ausencia”.
Todos lucen sorprendidos.
“Es mi manera de retribuir lo que este reino
me ha ofrecido por tanto tiempo”/ agrega Papier.
“¡Qué inesperado!”/ exclama Flere.
“Es una magnífica decisión, Conde de
Papier”/ dice la Reina Ena.
“Y a la vez una pérdida para mi Corte”/
observa el Rey Aidan.
“Bridemos a vuestro nombre”.
Todos se levantan sosteniendo una copa y
brindan.
“Prometo ayudarle en todo”/ dice Jolina,
entusiasmada.
Papier asiente y mira de reojo a la Reina
Beatriz. La Reina Beatriz baja la mirada, apenada.
En este episodio sobresale el amor al hogar, adquirido éste ya por
el nacimiento, ya por el matrimonio o
por el trabajo en una casa.
La Reina Beatriz regresa a Crystland, acompañada de su
esposo. Asimismo, Flere y Janice acompañada por su pretendiente.
Papier, también regresa al lugar de nacimiento y finalmente
se decide asumir la responsabilidad de Consejero Real.
Milun, también retorna a su hogar (por su trabajo en el
Palacio) perdonado por el Rey y él lo sabe por boca del mismo artífice, Arturo,
convencido de que su castigo fue injusto y con propósito de andar en adelante
con cuidado.
Al interior del hogar
se intercambian ideas, opiniones, personalmente, en un ambiente de sinceridad
como es el caso de las dos reinas. Es el lugar ideal de comunicación.
El esquema: “Mañana partiremos hacia el Reino de Crystland”,
dice el Rey. “Pasmados por la noticia”. El Palacio construido de cristal; tres
Torres de punta.
“Bienvenido a Crystland, dice la Reina al Rey”. Se abrazan.
Don Baldric, padre de Janice, observa a Columbio.
Jolina y Beatriz se abrazan y le declara: “Nuestra madre ha
perdido la cabeza por un caballero”.
Posteriormente, Ena a Beatriz: “Ha llegado el momento de
rehacer mi vida”. “Goldius es un hombre encantador, Rey de Glazetonia”. “Qué
mejor que la convivencia pacífica por parte de sus monarcas”.
DE MI ÁLBUM
(Jordanien)
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