sábado, 30 de marzo de 2013

¿CUÁNDO EL HOMBRE SE VOLVERÁ HOMBRE? Ezio Flavio BAZZO


   CUANDO ya no confunda… Egoísmo con altruismo. Brutalidad con virilidad. Esclavitud con amor. Servilismo con bondad.
   Cuando ya no confunda… Intoxicación con nutrición. Delicadeza con homosexualidad. Sabiduría con erudición. Vida con existencia.
   Cuando ya no sea guiado por el miedo… la envidia, ni por el eterno sentimiento de inferioridad.
   El “hombre” sólo será hombre cuando tome conciencia de su inocencia, conciencia de su pobre vanidad y de su inteligencia delante del universo.
   Cuando abandone a su dios-tirano-verdugo y se entregue al dios puro y sencillo que no sabe castigar un insecto.
   Cuando aprenda a volorizar más el amor entre él y una mujer, que el inútil certificado de matrimonio.
   Cuando engendre hijos para amarlos y no para adquirir seguridad.
   Cuando haga del dinero un medio y no un fin.
   Cuando aprenda a diferenciar la educación de la domesticación. La moral de la represión. El arte de la técnica. La ternura de la franqueza. El orgasmo de la eyaculación.
   Un “hombre” sólo será hombre cuando pueda estar consigo mismo y cuando el saber lo lleve a traspasar las máscaras extrañas.
   Cuando las lágrimas sean aceptadas y la sensibilidad tratada en clínicas; cuando el cuerpo sea fuerte y ágil y la ignorancia no encuentre más refugio en la tierra.
   El “hombre” sólo será hombre cuando mire en los ojos de los otros y tenga en la mujer, el más sólido pilar de existencia; en la naturaleza a su guía; en la muerte, a la transformación permanente.
   Cuando pueda cambiar el alcohol y la heroína por un grito de autoaceptación y cuando la voz sea serena en vez de gritada e histérica.
   Cuando el sexo no sea sólo gentileza, sino sensualidad, espiritualidad, amistad, pureza y respeto profundo… Y cuando la desnudez humana sea tan hermosa como la desnudez de  los follajes.
   Cuando los hijos no sean sometidos a las neurosis paternas, ni las creencias sean enfermedades de las religiones.
   Cuando la mentira vaya dejando lugar a la realidad mutativa de los hechos.
   Cuando el caminar sea libre y seguro y cuando la cantidad pierda el trono por la calidad.
   Cuando el “hombre”  pueda permanecer solo con una mujer sin sentir el neurótico deseo de copular con ella.
   Cuando los delincuentes reciban afecto y no más calabozos infectos.
   Cuando los profesores sean sustituidos por maestros y cuando el “Yo” sea maestro del “yo”.
   Cuando el “hombre” porte libros en lugar de pistolas; una expresión sobria en vez de máscaras sonrientes.
   Cuando el “hombre” baile música de Strauss, en vez de marchar a guerras estúpidas y masacres salvajes.
   Cuando el “hombre” sustituya los bares por  bibliotecas; los estadios por casas de amor; los casinos por reuniones científicas.
   En fin; cuando el “hombre” sienta que todo pasa y que todo vuelve; que el centro de todas las cosas está aquí y allá… Entonces, él dejará de ser lo que es y entenderá tanto la vida como la existencia.
-Ezio Flavio Bazzo (Brasilia-Brasil)

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