PRESAGIO
MORTAL (18-agosto-2012)
El día que yo muera, cambiará la historia,
variará la tradición en su esencia sustancial;
El día que yo muera, cambiará la historia,
variará la tradición en su esencia sustancial;
habrán escenas olvidadas
por la rutina vivencial
conspirando el mundo en el sueño diametral.
El día que yo muera, no habrán ritos ancestrales:
se obviará el llanto, los suspiros y el lamento;
los melancólicos recuerdos son cosas del pasado
siendo irracional gemir por un ser que no siente más.
El día que yo muera, se cumplirá la profecía:
conspirando el mundo en el sueño diametral.
El día que yo muera, no habrán ritos ancestrales:
se obviará el llanto, los suspiros y el lamento;
los melancólicos recuerdos son cosas del pasado
siendo irracional gemir por un ser que no siente más.
El día que yo muera, se cumplirá la profecía:
los mares agitados calmarán
sus aguas,
las olas amorosas, impedidas de besar la arena,
sólo el flujo de los vientos ascenderá mi alma.
El día que yo muera, primará la reflexión,
la absolución y el perdón serán lo primordial,
mis pecados y errores cometidos se / compulsarán,
las flaquezas y prejuicios cometidos / se castigarán.
El día que yo muera, habrán cambios repentinos:
viviré eternamente en una frígida morada,
las olas amorosas, impedidas de besar la arena,
sólo el flujo de los vientos ascenderá mi alma.
El día que yo muera, primará la reflexión,
la absolución y el perdón serán lo primordial,
mis pecados y errores cometidos se / compulsarán,
las flaquezas y prejuicios cometidos / se castigarán.
El día que yo muera, habrán cambios repentinos:
viviré eternamente en una frígida morada,
conviviendo solazmente con
el gélido misterio,
siendo el sueño y la modorra una dupla fiel.
El día que yo muera, habrá fecundación:
entregando mi yerto cuerpo al fuego,
lanzando mis cenizas al agitado viento
para fecundar el crecimiento de la flora.
El día que yo muera, reinará la negación:
los despojos muertos negarán los circos plañideros;
los salmos y los requiems guiarán a los desiertos
siendo la antología nupcial, el íntimo mensaje.
siendo el sueño y la modorra una dupla fiel.
El día que yo muera, habrá fecundación:
entregando mi yerto cuerpo al fuego,
lanzando mis cenizas al agitado viento
para fecundar el crecimiento de la flora.
El día que yo muera, reinará la negación:
los despojos muertos negarán los circos plañideros;
los salmos y los requiems guiarán a los desiertos
siendo la antología nupcial, el íntimo mensaje.
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