viernes, 18 de septiembre de 2015

EL DÍA FESTIVO POR EXCELENCIA


DE: "LAS MÁS BELLAS ORACIONES DEL MUNDO"

UNA FE FUERTE

Mira Señor,
esta vasija vacía
debería estar llena.

Mi Señor, llénala.                                               

Soy débil de fe, fortaléceme.
Soy frío en amor, dame calor
y hazme ardiente para poder
amar a mi prójimo.

No tengo una fe firme y fuerte;
a veces dudo y soy incapaz
de confiar plenamente en Ti.

Oh Señor, ayúdame.
Fortalece mi fe y mi 
confianza en Ti.

En Ti he sellado los tesoros
de todo lo que tengo.
Soy pobre,
Tú eres rico y misericordioso
para el pobre.

Soy pecador, Tú eres justo.
En mí hay pecado
en abundancia;
en Ti se encuentra la plenitud
de la justicia.

Permaneceré, pues, contigo,
de quien puedo recibir
pero a quien no puedo dar.
         Cristianismo, Martín Lutero.

VENTANA AL MUNDO:
ISLANDIA.














LA ISLA DEL HIELO Y DEL FUEGO

Por Blake Clark

ISLANDIA  --cuyo nombre se deriva del que le dieron los normandos, Ice-land, país del hielo – no es tan fría para merecer que así se la llame. Aunque su extremo norte toca con el círculo polar ártico, la corriente templada del golfo de México trasporta la isla, climatológicamente hablando, dos mil quinientas millas hacia el sur de su posición geográfica. Varias ciudades de Europa y los Estados Unidos son normalmente más frías durante el invierno que Reikiavik, la capital de Islandia. Como los lagos no se hielan allí, es preciso importar hielo. Los padres de la ciudad construyeron, especialmente para los niños, una pista de patinaje al aire libre, la cual tiene que ser helada artificialmente.

   El primer lugar en que el hombre blanco vio una fuente que despedía chorros de agua caliente y de vapor se halla a unos ciento sesenta kilómetros de Reikiavik. Hay allí un géiser que lanza agua caliente a una altura de sesenta y siete metros y que, con excepción de un corto período de inactividad, ha estado haciendo erupción cada veinticuatro horas desde hace muchos siglos.

   Islandia es una de las regiones más sanas del mundo. El índice de mortalidad de la isla es generalmente menor que el de todos los demás países.

   Los islandeses figuran entre los primeros hombres del mundo occidental que emplearon la imprenta, la cual introdujeron en 1530. Antes del año 1600 publicaron más de cuarenta libros. Los eruditos están de acuerdo en la opinión de que, salvo la antigua Grecia, ninguna otra nación de los tiempos pasados produjo tanta literatura de tan alto mérito como Islandia. El escrito islandés contemporáneo más eminente es Halldor Laxness, que ganó el Premio Nobel de literatura en 1955. En Islandia no hay analfabetismo. Si Eric el Rojo, famoso descubridor noruego del siglo X, fuera hoy a Reikiavik, podría conversar sin dificultad con los habitantes actuales de la ciudad. El idioma de Islandia ha cambiado tan poco, que los alumnos de segunda enseñanza leen manuscritos iluminados del siglo XIII tan fácilmente como leen los periódicos de hoy.

   En el año 1000 los islandeses adoptaron la religión cristiana, después de discutirla y compararla con el paganismo en la reunión anual del parlamento, en presencia de casi todos los habitantes de la isla. No habiendo podido llegar a un acuerdo, los dos bandos opuestos resolvieron dejar la decisión a Thorgeir, jefe de edad provecta muy acatado. Tras meditar y deliberar dos días en su tienda, Thorgeir dictaminó que la religión cristiana debía reconocerse como única religión oficial, pero que a aquellos que no estuviesen aún dispuestos a abrazarla debía concedérseles el derecho de adorar a los dioses escandinavos. Uno de los jefes dijo que en tierra sería cristiano, pero que en el mar se sentiría más seguro invocando a Odín.

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