LO QUE TCHAIKOVSKY PENSABA DE…
“¿Borodin?... Muy dotado, pero ya tiene cincuenta años y el
ciego destino le ha asignado un sillón en la Academia de Medicina más que una
carrera de compositor. Aunque es un músico excelente, no está en condiciones de
escribir una línea sin hacerse ayudar”.
Brahms: “Yo he interpretado la música de este sinvergüenza
de Brahms. ¡Qué bastardo sin talento!” (1871) “Para mí no tiene ningún
atractivo. Lo encuentro muy oscuro y muy frío, y, además, lleno de
pretensiones, pero carente de una auténtica profundidad”. (1877).
LO QUE DIJERON SOBRE THAIKOVSKY
César Cui, a propósito del estreno de la ópera Oprichnik:
“La vulgaridad de las cantinelas de Tchaikovsky, su falsa emoción, la
intrepidez con la que se sumerge en lo trivial, su complacencia en demostrarnos
su total carencia de gusto, provocan la conmiseración más profunda, salvo en
los instantes en que nos dan náuseas”.
César Cui, después del estreno de La Tempestad: “La obra es
hermosa, ardiente, está maravillosamente orquestada, resultando melodiosa y
soberbia”.
Nota del editor: No nos debe extrañar las apreciaciones de estos músicos entre sí; seres humanos con sus grandezas y pobrezas, sujetos al ambiente de entonces; unos eran protegidos por reyes o mecenas y otros sin ninguna ayuda. Prevalece la competencia profesional. Así, no podían controlar su inteligencia emocional, en términos modernos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario