lunes, 14 de septiembre de 2015

"LAS HISTORIAS DE MI INFANCIA" / Pereda-CALDERÓN

¿RECUERDAN A JAVIER CALDERÓN?



Hace un par de años, Javier, nos entregó sus poesías “Versos por espigar” que fueron Presentadas en tres lugares a falta de una, y cuatro años que se publicaron en nuestro blog como primicias y antesala a la publicación definitiva; desde entonces “no se ha apagado la mecha y quebrado la caña” para deleitarnos nuevamente con otros, pero sobre todo con su narrativa elaborada con material triste y oscuro de su infancia, concepciones propias de la noche y todo “sin comprender”, emulando en parte a Onetti quien sí escribía de noche por lo que se le conoce con el apodo / el hombre de la noche.

   En buena hora que haya rescatado la historia de su infancia en su etapa postrera, planteando la problemática del individuo, la visión de la existencia y que muchas cosas aún quedan por descifrarse. La ceguera en la noche y el invierno que se juntan son los elementos principales en su narración. El invierno es duro para todos, salvo para Vivaldi que exalta a las cuatro estaciones por igual. Vallejo llega a predecir: "Me moriré con aguacero  -- y no me corro". Lo singular: quiere decirlo en verso y en prosa; además, da a conocer la bonanza de entonces para luego describir lo que le parece / fracaso. Bien puede decir por lo visto, que él pertenece a dos mundos: “al día y a la noche”. Los “Versos por espigar” pertenecen al primer mundo, las obras del día, las ya conocidas. Las “Historias de mi infancia”, al segundo, al que nos lleva instintivamente a conocerlas. Ya no le interesan los nombres, ni aún los de su familia. Supone nuestro conocimiento porque las nombró en la primera página del poemario mencionado.


  Iniciamos esta sección “Historias de mi infancia”:

BONDADES ESPARCIDAS

SALPO

   Pueblo supremo.
   Salpo es un pueblo pacífico inspirado en la fe católica; se caracteriza por la sencillez de su gente,  con un sello peculiar de nobleza, motivado por el trabajo y con un ideal de inspiración. Su mayor garantía es la honradez, fuerza espiritual y la serenidad de la mente.

Salpo conoce las cuatro estaciones y goza de tres de ellas, no así del invierno. En el invierno, los días se tornan nublados y oscuros, rayos fugaces, truenos estridentes, lloviznas persistentes. El poblador lucha constantemente con la naturaleza. Aparecen las sombras de las noches lóbregas, tenebrosas y misteriosas ya por las cumbres elevadas, vigorosas en complicidad con los vientos tormentosos y espirituales como un conjunto de la síntesis de los años de existencia y da la sensación de indescriptible por el rumor y pavor que acarrea.

   Es una experiencia vivencial que enseña a convivir con dignidad creciendo evolutivamente.

   Salpo es un pueblo legendario exclusivamente de origen minero, extrayendo oro y plata.

   Su estructura andina, enclavado en la Cordillera de los Andes, específicamente en el intrincado occidental que irradia fuerza, armonía y el milagro cósmico de unidad.

   El pueblo de Salpo tiene cuatro barrios: Usquil, Salpo, La Loma y Mansiche.

LA VIEJA CASONA

La luz de la alborada rodea plenamente la vieja casona en el barrio Usquil habitada generación tras generación. Alrededor de ella hay alegría en las montañas, aire puro y los cantos de las aves silvestres, rimando sus loores y arpegios en los techos y en las frondas de los árboles, en las ramas y en los montes, alegrando los espíritus con sus escalas sonoras.

   Los padres eran modestos y sus descendientes heredan vocación de trabajo y obediencia; todos contribuían al sostén del hogar. Las hijas se dedicaban a los roles cotidianos manteniendo el equilibrio familiar. Los hijos desempeñaban trabajos manuales de sembríos y pastoreo convirtiendo en escenas visibles de reconocimiento y elogio. El padre del hogar, parte de su vida sirvió al pueblo  como autoridad y la madre, mujer abnegada, un blasón de nobleza, mostró  bondad y caridad sin límites.

   La casa era habitada por una familia completa con ideales y sueños de frenesí. La casa tenía dos niveles y el acceso a la segunda planta comunicaba una sólida escalera de dos tramos que la convertía por su amplitud y paredes de tapia y techo de tejas, en fantasma por lo que ocurría en la oscuridad y es objeto de mi extrañeza. Me asombra el batán (tenebroso) de mi casa, el batán espeluznante, la casa poseída, el cerdito de oro, y el perol misterioso en otro lugar más lejano, etc.

BONDAD Y NOBLEZA

Mente luminosa de sus hijos
combinando el canto y la ternura.
Navegó el destino en la dimensión
tejiendo ovillos en el espacio sideral.

Anidaron las almas en las nubes
el regazo fecundo fue la herencia.
Los versos de cuna eran alabanzas,
las olas marinas fluyen en el mundo.

Con fragor sublime arden desiertos
rezando oraciones de blanco arrebol,
cavando abismos en el manantial,
el timbre caudal es paradigma de vida.

La bruma tangible es finito febril
la luz planetaria enciende el edén,
fragante delirio candor de la mente
el tiempo supremo es proceso vital.

Memorias de antaño gravitan recuerdos
Idilio del sol, armonía universal,
ondas que regocijan de frenesí
campos humanos de blanco arrebol.

Sembraron nobleza de aire esmerado
gotas inconmensurables doradas por el sol,
amor, jolgorio y mucha felicidad,
el cielo y la tierra se confunden.

La tranquilidad del alma es pasión de amor,
evocaciones con tenor invencible;
vorágine ardiente es raíz del futuro,
luces de estrellas es faz de la tierra.

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