domingo, 20 de septiembre de 2015

"LAS HISTORIAS DE MI INFANCIA": EL BATÁN TENEBROSO / Javier CALDERÓN ÁVILA


EL BATÁN TENEBROSO


   Los pobladores salpinos y de muchas regiones se valen de los recursos naturales y que están al alcance y sin costo alguno y tienen una utilidad capital para triturar los productos de alimentación siendo indispensable para la mistura cotidiana (ají, ajos, espinaca, sal, trigo, maíz, cebada, papaseca y otros) por parte del ama de casa. Este recurso natural es el  “batan”: 2 piedras de granito, cóncava y alisada, la que hace de mesa y un complemento que se llama uña o mano o ”chungo” en la sierra liberteña. La uña se sostiene con ambas manos y se mece sobre los alimentos. Según lo que se quiera hacer con él, se sostiene el peso de la uña ligeramente sobre el batán, (pelado del trigo por ejemplo que servirá para el plato típico llamado “shambar”, se le deja ejercer su peso o se presiona. También se modulan los movimientos al moler. El molido se puede hacer en seco o con agua o aceite produciendo cada uno de ellos un ruido característico.

      El batán de mi casa estaba ubicado en un pasadizo, en un lugar estratégico y accesible para facilitar los requerimientos de la molienda.

      Es el caso que en ciertas ocasiones en la oscuridad, el fantasma hace uso de su libre albedrío. A  medianoche, se apoderaba de una sensación de pavor en nosotros porque comenzaba la operación de la molienda al parecer de cereales. La primera vez quedé paralizado por el temor. La familia sentía la irritación de la piel cuando el batán zumbaba con sordo ruido y a veces clamoroso. Este relato del tormento provocado por el pánico me pertenece; hasta el día de hoy representa para mí la prueba más convincente del impacto devastador sobre la claridad mental. Siendo yo un niño concentrado a las rutinas de la jornada escolar y mi padre a su trabajo no pude manejar bien el asunto y formularme  alguna respuesta verosímil a aquella y a otras preguntas. Me parecía que el viento maligno soplaba por el vecindario sembrando el miedo, la desconfianza; los ojos reflejaban una terrible combinación de sufrimiento, de angustia, penas y derrotas relacionado a los monstruos  encantados, a los vampiros malévolos, dejando una sensación de frío intenso que entraba al cuerpo y la sangre que circulaba a mucha prisa. El corazón latía con arritmia y sin cesar.

      Poco a poco el universo iba a su lugar. La memoria afloraba espontáneamente con recuerdos de antaño, incidencia como si fuera hoy.

      El perro guardián pernoctaba al lado de la puerta principal y en una madrugada, el fantasma se atrevió pegarle. El pobre animal con sollozos entrañables termina en llanto y aullidos.

     Al amanecer, el batán permanecía intacto, como si no hubiera sido utilizado en la noche más bien ofreciendo su disponibilidad…

BATÁN ESPELUZNANTE

Los espíritus mortales trafican por la noche
Los tenebrosos mares navegaban en tinieblas
Las invisibles laten angustiados
La platinada luna ruge ante el mundo.

Batán misterioso que vuela en el viento
Trituran en las noches el polvo misterioso
Las fibras de las nubes subliman el dolor
El plano invisible percibe el peligro.

Tiembla en la oscuridad la modorra de la noche
Mira el horizonte la muralla del alma
El horror es el miedo espeluznante
Momentos de tensión del cielo azul.

La bestia angustiosa jamás se rinde
La historia es una madeja de fragmentos
Escalofrío de desolación acerba y tenaz
La atmósfera devora los meteoritos.

En las noches de tinieblas, el horror crucial
Los duendes arden con violencia
Los rumores caminan por senderos seductores
Funesta desventura del abismo criminal.

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