EL BATÁN TENEBROSO
Los pobladores salpinos y de muchas regiones
se valen de los recursos naturales y que están al alcance y sin costo alguno y
tienen una utilidad capital para triturar los productos de alimentación siendo
indispensable para la mistura cotidiana (ají, ajos, espinaca, sal, trigo, maíz,
cebada, papaseca y otros) por parte del ama de casa. Este recurso natural es el “batan”: 2 piedras de granito, cóncava y alisada,
la que hace de mesa y un complemento que se llama uña o mano o ”chungo” en la
sierra liberteña. La uña se sostiene con ambas manos y se mece sobre los
alimentos. Según lo que se quiera hacer con él, se sostiene el peso de la uña
ligeramente sobre el batán, (pelado del trigo por ejemplo que servirá para el
plato típico llamado “shambar”, se le deja ejercer su peso o se presiona.
También se modulan los movimientos al moler. El molido se puede hacer en seco o
con agua o aceite produciendo cada uno de ellos un ruido característico.
El batán de
mi casa estaba ubicado en un pasadizo, en un lugar estratégico y accesible para
facilitar los requerimientos de la molienda.
Es el caso
que en ciertas ocasiones en la oscuridad, el fantasma hace uso de su libre
albedrío. A medianoche, se apoderaba de
una sensación de pavor en nosotros porque comenzaba la operación de la molienda al parecer de cereales. La primera vez quedé paralizado por el temor.
La familia sentía la irritación de la piel cuando el batán zumbaba con sordo
ruido y a veces clamoroso. Este relato del tormento provocado por el pánico me
pertenece; hasta el día de hoy representa para mí la prueba más convincente del
impacto devastador sobre la claridad mental. Siendo yo un niño concentrado a las
rutinas de la jornada escolar y mi padre a su trabajo no pude manejar bien
el asunto y formularme alguna respuesta
verosímil a aquella y a otras preguntas. Me parecía
que el viento maligno soplaba por el vecindario sembrando el miedo, la
desconfianza; los ojos reflejaban una terrible combinación de sufrimiento, de
angustia, penas y derrotas relacionado a los monstruos encantados, a los vampiros malévolos, dejando
una sensación de frío intenso que entraba al cuerpo y la sangre que circulaba a
mucha prisa. El corazón latía con arritmia y sin cesar.
Poco a poco
el universo iba a su lugar. La memoria afloraba espontáneamente con recuerdos de antaño, incidencia como si fuera hoy.
El perro
guardián pernoctaba al lado de la puerta principal y en una madrugada, el
fantasma se atrevió pegarle. El pobre animal con sollozos entrañables termina
en llanto y aullidos.
Al amanecer,
el batán permanecía intacto, como si no hubiera sido utilizado en la noche más
bien ofreciendo su disponibilidad…
BATÁN ESPELUZNANTE
Los espíritus mortales trafican por la
noche
Los tenebrosos mares navegaban en
tinieblas
Las invisibles laten angustiados
La platinada luna ruge ante el mundo.
Batán misterioso que vuela en el
viento
Trituran en las noches el polvo
misterioso
Las fibras de las nubes subliman el
dolor
El plano invisible percibe el peligro.
Tiembla en la oscuridad la modorra de
la noche
Mira el horizonte la muralla del alma
El horror es el miedo espeluznante
Momentos de tensión del cielo azul.
La bestia angustiosa jamás se rinde
La historia es una madeja de fragmentos
Escalofrío de desolación acerba y
tenaz
La atmósfera devora los meteoritos.
En las noches de tinieblas, el horror
crucial
Los duendes arden con violencia
Los rumores caminan por senderos
seductores
Funesta desventura del abismo
criminal.
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