jueves, 17 de septiembre de 2015

HOMBRES DE CIENCIA: George STEPHENSON


Las primeras locomotoras tuvieron nombres caprichosos: Hubo en Inglaterra una que se llamó “Guillermito Bufante” y en los Estados Unidos otra con el nombre de “Tomás Pulgarcito”. También existieron “El León de los Puentes”, importada por los Estados Unidos de Inglaterra y la locomotora de George Stephenson “El Cohete”, que habría de convertirse en prototipo de todas las que se fabricaron después.

   La primera locomotora verdadera que arrastró sobre rieles vagonetas cargadas, fue construida por Richard Trevethick. En 1804 arrastró una carga de 10 toneladas sobre el ferrocarril Marthyir-Tydvil de Gales. Según una declaración del Parlamento inglés, ese fue el primer ferrocarril del mundo.

   El desarrollo de la locomotora fue proceso gradual, como el del aeroplano. Se tuvieron muchas versiones antes de construirse la que fue considerada como la primera por muchas personas. A Stephenson (1781-1848), se le tiene generalmente como inventor de la locomotora. Sus máquinas fueron las primeras de uso práctico para el transporte de cargas pesadas y pasajeros sobre vías férreas.

   Stephenson, fogonero y guardafrenos en una mina de carbón, era ingeniero mecánico y dedicó gran parte de su tiempo a trabajar en la idea , ensayada ya en Gales y en otras partes, de emplear una máquina de vapor para arrastrar largas hileras de carruajes, o un “tren”, sobre carriles de hierro.

   Ya en 1814 se había hecho de tal reputación como hombre inteligente, con agudo sentido práctico e ingeniosidad, que un rico propietario de minas le dio el dinero para que construyera una locomotora.

   Ese mismo año su primera máquina de vapor arrastró ocho vagones cargados a una velocidad de 6.5 kilómetros por hora sobre vías férreas de una mina de carbón. No tardó en elevar  su potencia y su velocidad y al año siguiente sacó la patente  de una locomotora que, desde entonces hasta nuestros días, ha sido el modelo básico de todas las de vapor.

   En 1819 comenzó a construir ferrocarriles. En 1825 una de sus locomotoras, tirando de 38 vagones con un peso total de 90 toneladas a una velocidad de 25 kilómetros por hora, fue la primera en arrastrar un tren llevando pasajeros de paso.

   Stephenson levantó la primera fábrica de locomotoras del mundo. Al propagarse la “fiebre” de los ferrocarriles en Inglaterra y los Estados Unidos primero y, en toda Europa, difícilmente se construyó un ferrocarril en el que Stephenson no jugara papel importante.

   Se retiró de los negocios en 1840, dejándolos en manos de su hijo Robert (1803-1859). 

   Robert Stephenson, cuyo cadáver fue sepultado en la Abadía de Westminster, fue más ingeniero civil que mecánico. Construyó muchos puentes y viaductos ferroviarios, no sólo en Inglaterra sino en Egipto, donde tendió puentes sobre el Nilo, y en Canadá donde construyó un puente sobre el río San Lorenzo.

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