martes, 2 de febrero de 2016

ERNESTO LÓPEZ MINDREAU / Nicanor DE LA FUENTE

ENCONTRAMOS nervioso, molesto, muy enojado al profesor Ernesto López Mindreau, esa mañana de 1955. Fuimos a la Academia de la Avenida Sáenz Peña. Nos recibió muy serio y cuando le preguntamos el motivo de su disgusto nos contestó:
-Es una estafa eso de los camiones
-¿Qué camiones?
-Los de Cassinelli…
-Pero, si acabamos de ver pasar uno por aquí.
Resulta que el profesor tenía el “hobby” de coleccionar camioncitos y, por esos días, la firma Cassinelli había promocionado una serie; y cuando don Ernesto se acercó a canjear sus cupones, los camioncitos se habían terminado…


El maestro residió en Chiclayo, como profesor de música en el Colegio Nacional de San José, durante los años 1954, 1955 y comienzos de 1956. En el año 1955 fundó la Orquesta Sinfónica de Chiclayo. Sus componentes eran los alumnos y ex alumnos de la Academia “Alcedo”, músicos de la Banda del Ejército de Lambayeque y como concertino contrató al maestro Nello Cecchi  Pelli, un jubilado de la Orquesta de Lima.

   De esa sinfónica chiclayana se recuerda a la destacada pianista señora Bertha Lamas Ugaz de Rivas; al doctor Karl Weiss, celista; al; doctor Dante Silva Tello, violinista, a Edmundo Díaz Stucchi, al profesor Alfredo Itabashi Núñez, a Manuel Araujo Zamora, que era el decano de los violinistas y otros más.

   Era chiclayano
El profesor Ernesto López Mindreau era chiclayano de nacimiento. Vio la primera luz en esta ciudad, el 10 de junio de 1893. Cursó sus dos primeros ciclos de instrucción en Trujillo, para luego viajar a Lima e ingresar a la Academia Nacional de Música “Alcedo”. Su padre, don Christian López Marquina, era músico profesional, premiado en 1900 en el concurso “Fin de Siglo” como compositor.

   La vocación musical le viene desde muy niño y, luego de estudiar seis años en Lima viaja, a Panamá con el cargo de profesor de piano del Conservatorio de dicha ciudad.

   En el año 1919 viaja a Nueva York para realizar estudios de perfeccionamiento con Stokowsky y un año después, como becado por el gobierno de Leguía de don Augusto B. Leguía, se radica en Berlín, en el Conservatorio, estudiando composición y contrapunto.

   Sus estudios de director de orquesta tuvo que hacerlo como alumno libre, pero todas las obras que compuso fueron ejecutadas por la orquesta de la Universidad, debiendo correr por su cuenta el pago de sus honorarios de la orquesta. Para ello debió trabajar como pianista de un centro nocturno.

   Regresó al Perú en 1928 y fue nombrado Director Superior  de Música del Ejército, puesto que fue suprimido a la caída de Leguía. Posteriormente se desempeñó como profesor de colegios, universidades y fue director de la Banda de la Guardia Republicana. En 1940 fue nombrado director de la Escuela Regional de Piura, y a finales de 1953 lo contrató la Sociedad Filarmónica de Chiclayo para que dirija la Academia “Bernardo Alcedo”, que fue cuando volvió a la tierra de su nacimiento.

            El compositor
El maestro López Mindreau es autor de numerosas composiciones, entre las que destaca la famosa Marinera y Tondero, obra que compuso en Alemania y donde volcó todo el espíritu norteño criollo, sin abandonar por supuesto su formación académica.



   Pero su obra cumbre es la ópera Cajamarca, que sólo en 1956 se ejecutó la parte musical, porque presentar la parte escénica demandaba mucho dinero, especialmente en el vestuario y contratar a la vez cantantes extranjeros de figuración. Esta presentación fue auspiciada por el Instituto de Cultura del Ministerio de Educación.

   En sus andanzas y entre los avatares de sus peregrinantes gestiones llegٕó a conseguir que el Estado le publicara tres obras: Marinera y Tondero, la ópera Cajamarca y su Cancionero Escolar. Como Valle Riestra, Teodoro Valcárcel, Alomías Robles y Carlos Valderrama, López Mindreau es uno de los grandes de la música peruana.

   Pero fue el que menos apoyo recibió de la patria, por la que trabajó escribiendo música, inspirado en los aspectos más notables de la tradición histórica de nuestro pueblo. Trajinó por el Perú y en los últimos años por el norte, empeñado en la enseñanza de  lo que él había aprendido y con la esperanza de que ello sirva de estímulo a los amantes de la música que fueron sus alumnos. De temperamento sencillo, muy conversador, en la charla festejaba las bromas con un rictus o un gesto apenas de la boca y cierta picardía en los ojos. Con nosotros estuvo en muchas ceremonias oficiales y reuniones particulares. En el aspecto general  se le veía un hombre serio y daba la impresión de estar preocupado permanentemente.

   Su nombre figura en el Índice de Música de Secundaria de Hermann Kimmeskamp S. D. B.

   Lo curioso del caso del profesor López Mindreau es que, a pesar de la amistad que tuvimos y las muchas veces que hicimos tertulia, nunca supimos que era nacido en Chiclayo. Parecido al caso del escritor López Albújar, que siempre se consideró y lo supieron piurano, hasta que una delatora partida de nacimiento lo declaró lambayecano.

   Más se consideraba López Mindreau limeño, por el tiempo que radicó en la capital, después de crecer, y después de su escolaridad en Trujillo. Pero nació en Chiclayo, cuando su padre era profesor de música, y vivió algunos años en nuestro departamento.

Lundero, junio de 1991.

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