29 de enero de 2016
Los seres humanos y los
animales perciben mejor el mundo exterior mediante los órganos de la vista; por
eso, la ceguera es una terrible discapacidad. Los vegetales y minerales también
tienen otras formas de percibir el mundo exterior.
Espejos
del alma
El oftalmólogo Daniel
Enrique Haro Haro, siguiendo sus investigaciones y reflexiones sobre los ojos,
ha publicado el libro “Espejos del alma” (2015) que está al alcance de toda
persona con el hábito de la lectura. Las fotografías, pinturas y grabados, bien
seleccionados, hacen más interesante al libro. Los tecnolectos médicos no
dificultan la lectura por las aclaraciones oportunas y sencillas. Y, gracias a
este recurso, el lector ávido de conocimientos tiene la posibilidad de aumentar
su vocabulario y atisbar la Oftalmología. Pero, la información sobre el mal de glaucoma
en el Perú sí preocupa: “En el Perú se calcula que el 20% de ciegos son por
causa de Glaucoma y se considera que igual porcentaje de la población en
general está en peligro de contraer esta enfermedad” p. 95. ¿Qué hacer si en Perú
los mejores centros de salud están sólo en las urbes? ¿Los pobladores de las
zonas rurales no son ciudadanos expuestos a este mal?
En español, como en muchas
lenguas, la palabra referente a la acción de percibir el mundo exterior por los
ojos es usada más allá de su significado ocular. Por ejemplo, los verbos “ver”
y “mirar” -aunque de campos semánticos un poco diferentes- son usados con los
significados de oír, entender. Y en la lengua quechua, lengua aglutinante del
Perú, también el verbo “rikay” es
polisémica gracias a los sufijos. Ejemplos: rikay
(ver), rikapay (ver por breve
tiempo), rikaray (ver largo tiempo,
mirar, observar), rikaykachay
(fisgonear), rikachakuy (espiar), rikatsiy (hacer ver, hacer entender), rikapuy (ver por otro), rikakay (ser visto -voz pasiva-), rikapakay (ver visiones), etc…
Recurro al quechua
porque Daniel Haro, natural de la provincia de Carhuás, Áncash, habla quechua
desde su infancia como sus hermanas. Además, como resultado de sus
observaciones de los vestigios líticos de la cultura preincaica de Chavín
(Áncash), publicó el libro: “Para una historia de la oftalmología en el Perú”. Y,
precisamente, el “lanzón de Chavín” sirvió para el logotipo de la Sociedad
Peruana de Oftalmología. “Los ojos de la Cultura Chavín significan la presencia
permanente de la divinidad cuya mirada es en todas las direcciones y en todos
los ángulos… En todas las deidades de Chavín hay una enorme cantidad de ojos:
El felino tiene diez, el ave cincuenta, el obelisco sesenta y la estela ochenta
y dos” p. 29. Esta explicación del oftalmólogo complementa las opiniones del
arqueólogo e historiador. Indudablemente, los estudios interdisciplinarios son
necesarios porque ayudan a comprender mejor el mundo.
“Los ojos son los espejos del alma”.
Daniel Haro escribe al respecto: “La mirada de la gente dice mucho más que mil
palabras y aunque los labios estén cerrados, los ojos los delatan” p. 43. Las
miradas revelan la personalidad de la gente, por eso se habla de miradas
dulces, amorosas, inocentes, misteriosas, juguetonas, fuertes, rudas, malignas,
maliciosas, eróticas, coléricas, aterradas, felices, ambiciosas, tristes…
¿Sólo los ojos son los
espejos del alma? Los lingüistas también dicen: La lengua es el espejo del
alma. Los músicos también dicen: La música es el espejo del alma.
“Todos
nacemos llorando y no riendo”. El médico Haro afirma:
“El llanto sentimental es muy común y normal, independientemente del género, la
raza, y la edad” p. 68. Sin embargo, no hay que olvidar el llanto fingido que
usa las lágrimas (“lágrimas de cocodrilo”) para lograr sus objetivos; y el
llanto teatral de los actores o de los plañideros o llorones en los ritos
fúnebres y procesiones, costumbre de todos los continentes; por ejemplo, plañidero
en coreano es: kokcheng-i.
Ante la evidencia de
que el llanto es parte del ser humano, está la expresión bruta y machista: “Los
hombres no lloran”. Cantaleta muy común de algunas profesiones que hacen gala
de falsa bravura. Si el ser humano no llora, sufre de alguna enfermedad como la
hiposecreción de lágrimas o quizás hasta de alacrimia (carencia de lágrima).
“Todo depende del color del cristal con que se
mire”.
Este refrán se refiere a los tipos de lentes que usamos para ver los objetos.
Los lentes pueden mostrar los objetos como son o con variación de formas y colores.
Sin embargo, si es aplicado al mundo interno, al mundo cultural, se refiere a
los juicios que emitimos según las ideas y creencias con que hemos sido
educados. Por eso, las erróneas ideologías religiosas y políticas (cristales
culturales), en vez de acercar y fraternizar a los seres humanos también son
causantes de odios y guerras. Palabras acertadas del doctor Haro: “[…] el tener
un credo no hace espiritual a la persona” p. 47.
El
mal del ojo. En todo el mundo existe la realidad
patológica del “ojeo” o “mal del ojo”. La escuela médica ultraortodoxa lo
considera como enfermedad folclórica o enfermedad cultural; y no se atreve a
estudiar las causas y métodos de curación. En Perú y Corea he comprobado que
los seres débiles como los niños se enferman por la excesiva expresión afectiva
de las miradas. Los seres tiernos son frágiles porque aún no han desarrollado
su protección como para soportar las descargas de energía afectiva de los mayores.
En Corea no se visita a un recién nacido antes de sus cien días de vida; por
eso, la fiesta de los cien días (peg-il) es muy importante porque es la demostración
de la criatura de resistir las fuertes
miradas y las enfermedades de los mayores. Y, muy interesante, tanto en los
Andes como en Corea, el huevo (mejor si es de gallina negra) es usado como elemento
de curación.
El mundo depende mucho
de cómo lo vemos. Viendo el mundo exterior (extrospección) sabemos y aceptamos
que somos parte de la naturaleza a la que debemos cuidarla y amarla; y no
destruirla. Si nos miramos ante el espejo conocemos nuestra naturaleza física. También
aceptamos a otros seres humanos diferentes, y con ellos debemos convivir y
construir un mundo mejor.
Si miramos nuestro
mundo interno (introspección) conocemos y reconocemos las virtudes y defectos
que poseemos. Así aprendemos a vivir con mayor realidad y humildad. Cerrando
los ojos vemos mejor nuestro mundo interior.
No sólo vemos con los
ojos sino también con la mente. Por algo los grandes sabios y videntes han sido
representados como ciegos. Recordemos a Tiresias y Calcante, los grandes
adivinos de Grecia antigua, lo cual no significa que hay que llegar a la
ceguera para desarrollar nuestra mente.
Y, ojo, en las épocas
de las elecciones de las autoridades hay que ver mejor para conocer la calidad
de los candidatos y sus promesas. Superemos la ceguera política.
Me he permitido ampliar el contenido del escrito de Francisco, no por considerarlo breve y trunco (de hecho puede abarcar lo que expreso), sino porque me sirve de soporte -- de los buenos -- y me es una ocasión bien aprovechada / hacerlo (a modo de pie de página) para llegar al mismo fin: complacer al lector después de ver, mirar y observar los objetos, aún con los ojos de la imaginación.
Me he permitido ampliar el contenido del escrito de Francisco, no por considerarlo breve y trunco (de hecho puede abarcar lo que expreso), sino porque me sirve de soporte -- de los buenos -- y me es una ocasión bien aprovechada / hacerlo (a modo de pie de página) para llegar al mismo fin: complacer al lector después de ver, mirar y observar los objetos, aún con los ojos de la imaginación.
“La cara es el espejo de la
mente, y los ojos, sin hablar, confiesan los secretos del corazón”. San
Jerónimo.
A Francisco le gustan las
frases hechas o sentencias. En esta línea van las siguientes: “Ojo por ojo,
diente por diente“, “A vista de vuelo de pájaro“, “A ojo de buen cubero”, “Ojos
que no ven corazón que no siente”, “A ojos vistas”, “A ojos cerrados”, “Ojo
avizor”, “Ojo de buey”, “En el ojo de la
tormenta”, “Llenar el ojo”, “Ojo que
llora”,
Ojo por ojo y diente por diente: Aparece en el Viejo y Nuevo Testamento. Éxodo 21,
22-25. “Si se ocurre un accidente mortal, entonces tienes que dar alma por el
alma, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, marca
candente por marca candente, herida por herida, golpe por golpe”.
Jesús hace referencia a lo
que Moisés escribió. Mateo: 5, 38 “Oyeron ustedes que se dijo ‘ojo por ojo y
diente por diente’ Sin embargo yo les
digo: ‘No resistan al que es inicuo; antes bien, al que te dé una bofetada en
la mejilla derecha, vuélvele también la otra”.
Es la ley del talión; talión
deriva de la palabra latina talis o tale
que significa idéntica o semejante, es decir, pena idéntica.
A vista de vuelo de pájaro: Denotan que se ven, describen los objetos desde un
punto muy elevado sobre ellos.
Una vista aérea, vista de
pájaro, es una vista de un objeto desde arriba, “en planta” desde el observador,
muy usada en las copias azuladas de arquitectura y urbanismo, croquis en
planta, y mapas. Foto aérea, no es planta porque no fue fotografiada mirando la
Tierra a 90º.
En inglés, bird’s –eye view significa ‘visión
desde el ojo de un pájaro. Figuradamente representa una vista general desde lo
alto, por ejemplo, en una ciudad destacaría sus principales puntos de interés o
sus carreteras más importantes.
A ojo de buen cubero:
Que se hace de forma aproximada, sin precisión exacta
y sin usar ningún instrumento o herramienta de medición. (La cuba en la
y sin usar ningún instrumento o herramienta de medición. (La cuba en la
antigüedad era una medida de
capacidad. Hoy la usamos para indicar una
cantidad cualquiera sin estar completamente
seguros).
Ojos que no ven corazón que no siente: Mientras no te enteres de que alguien te haya hecho
daño, no sufrirás.
A ojos vistas:
Visible, clara, patente, palpablemente.
A ojos cerrados: Confiar
ciegamente en alguien, o lo que nos comentan,
lo cual no siempre es lo más acertado. Sólo hacerlo, sin pensar mucho.
La frase ha dado origen a la mini documental sobre la película costarricense y a la canción "A ojos cerrados".
lo cual no siempre es lo más acertado. Sólo hacerlo, sin pensar mucho.
La frase ha dado origen a la mini documental sobre la película costarricense y a la canción "A ojos cerrados".
Tengo una mujer en el alma,
En la piel, en la mirada,
Desprovista de adjetivos,
Sobre expuesta y
secuestrada.
Caminante sin camino,
Suave patria de mi espalda,
Faro de todas mis lunas,
Mar que borra mis pisadas.
Tengo una mujer en el alma,
En la piel, en la mirada,
Y atravesado en la voz
Su recuerdo, que me canta.
Dos gotas de miel de sus
sueños
La tristeza y la esperanza,
Y como regalo un adiós,
Que ilumina el rumbo a casa.
Tengo una mujer en el miedo,
En la paz, y en la ventana,
Que platica con mi noche,
Pero no le dice nada.
Tengo una mujer en el
viento,
En la espera, en la
distancia,
Que a pesar de no ser mía,
Yo soy suyo más que nadie
Que haya estado entre sus
sábanas.
Tengo una mujer en el
cuento,
En la espera, en la ventana,
Que no dejo que se escape
Y prefiero, en esta sombra,
Imaginar que le hago falta.
Tengo una mujer en el alma,
En la piel, en la mirada,
Que me hace cerrar los ojos,
No vaya a ser que la pierda
Cuando se rueden mis lágrimas.
Tengo una mujer en el alma,
Que me duele a pie de
párpado
Cuando no hay más que
distancias.
Tengo una mujer en la piel,
Que se quema entre mis
dedos,
Aunque pueda o no pueda,
Aunque deba, o no deba
tocarla.
Tengo una mujer en los ojos,
Incrustada en la penumbra,
Tan etérea como el aire,
Tan ajena como el agua.
Tan hermosa,
Como nadie que haya pasado
antes por mi vista,
Redibujando el paisaje,
Describiendo con silencios
Casi todas mis batallas,
Por eso cierro los ojos,
Para que no se me escape,
Para que nunca se vaya.
Dos gotas de miel de sus
sueños,
La tristeza y la esperanza,
Y como regalo un adiós,
Que ilumina el rumbo a casa,
Tengo una mujer en el alma.
Abel Velazquez
Letra añadida por Jolly
Groman
Ojo avizor: Andar
con cuidado, alerta o en actitud de vigilancia. Los cazadores están ojo avizor por si aparece la liebre. Para
Óscar Medrano, según la entrevista de ayer
(31), el mejor retratista de la época del terrorismo del Perú, es tener
el ojo en todo momento en el visor de la cámara, porque una distracción pierde
la foto. “Hay que tener esa mentalidad de esperar el momento preciso; por eso
mis fotos siempre tienen algo que decir”.
Ojo de buey:
Son orificios circulares practicados en los mamparos exteriores de los barcos y
también en algunas naves espaciales para proveer de ventilación e iluminación a
los alojamientos interiores. Se realizan en forma circular para disminuir
tensiones y contribuir a la resistencia, ya que estando próximos a la cubierta
principal son propensos a recibir golpes de mar de mucha violencia.
Estamos en el ojo de la tormenta: El ojo de la tormenta es una especie de calma sobre el
mar, donde pareciera que todo está tranquilo y no va a pasar nada. Pero la
tormenta está girando alrededor como un torbellino a gran velocidad y a menos
que uno siga milagrosamente atrapado en el ojo quieto del huracán, la tormenta
le pasará por encima o lo arrastrará con las peores consecuencias.
Estar en medio de la
tormenta con incertidumbre y peligro y con riesgo de no poder actuar con
rapidez para salir de la situación.
Se usa mucho en política. Es
la metáfora de situaciones difíciles que envuelven y tratan de arrasar a su
paso todo lo débil que se cruza.
Llenar el ojo:
Caer bien, agradar.
Gianluca Lapadula,
italoperuano, anotó, recientemente, dos
tantos y se convirtió en el goleador de la Serie B de Italia, Pescara, con lo
que llenó los ojos a Gareca.
El ojo que llora,
monumento construido para recordar a las víctimas de la violencia desatada por
el terrorismo en el país los años 1980 y 2000. Es Patrimonio Cultural.
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