lunes, 1 de febrero de 2016

LOS ESPEJOS DEL ALMA: LA IMPORTANCIA DE VER Y COMPRENDER / Francisco CARRANZA ROMERO

29 de enero de 2016


Los seres humanos y los animales perciben mejor el mundo exterior mediante los órganos de la vista; por eso, la ceguera es una terrible discapacidad. Los vegetales y minerales también tienen otras formas de percibir el mundo exterior.

Espejos del alma
El oftalmólogo Daniel Enrique Haro Haro, siguiendo sus investigaciones y reflexiones sobre los ojos, ha publicado el libro “Espejos del alma” (2015) que está al alcance de toda persona con el hábito de la lectura. Las fotografías, pinturas y grabados, bien seleccionados, hacen más interesante al libro. Los tecnolectos médicos no dificultan la lectura por las aclaraciones oportunas y sencillas. Y, gracias a este recurso, el lector ávido de conocimientos tiene la posibilidad de aumentar su vocabulario y atisbar la Oftalmología. Pero, la información sobre el mal de glaucoma en el Perú sí preocupa: “En el Perú se calcula que el 20% de ciegos son por causa de Glaucoma y se considera que igual porcentaje de la población en general está en peligro de contraer esta enfermedad” p. 95. ¿Qué hacer si en Perú los mejores centros de salud están sólo en las urbes? ¿Los pobladores de las zonas rurales no son ciudadanos expuestos a este mal? 

   En español, como en muchas lenguas, la palabra referente a la acción de percibir el mundo exterior por los ojos es usada más allá de su significado ocular. Por ejemplo, los verbos “ver” y “mirar” -aunque de campos semánticos un poco diferentes- son usados con los significados de oír, entender. Y en la lengua quechua, lengua aglutinante del Perú, también el verbo “rikay” es polisémica gracias a los sufijos. Ejemplos: rikay (ver), rikapay (ver por breve tiempo), rikaray (ver largo tiempo, mirar, observar), rikaykachay (fisgonear), rikachakuy (espiar), rikatsiy (hacer ver, hacer entender), rikapuy (ver por otro), rikakay (ser visto -voz pasiva-), rikapakay (ver visiones), etc…

   Recurro al quechua porque Daniel Haro, natural de la provincia de Carhuás, Áncash, habla quechua desde su infancia como sus hermanas. Además, como resultado de sus observaciones de los vestigios líticos de la cultura preincaica de Chavín (Áncash), publicó el libro: “Para una historia de la oftalmología en el Perú”. Y, precisamente, el “lanzón de Chavín” sirvió para el logotipo de la Sociedad Peruana de Oftalmología. “Los ojos de la Cultura Chavín significan la presencia permanente de la divinidad cuya mirada es en todas las direcciones y en todos los ángulos… En todas las deidades de Chavín hay una enorme cantidad de ojos: El felino tiene diez, el ave cincuenta, el obelisco sesenta y la estela ochenta y dos” p. 29. Esta explicación del oftalmólogo complementa las opiniones del arqueólogo e historiador. Indudablemente, los estudios interdisciplinarios son necesarios porque ayudan a comprender mejor el mundo.

    “Los ojos son los espejos del alma”. Daniel Haro escribe al respecto: “La mirada de la gente dice mucho más que mil palabras y aunque los labios estén cerrados, los ojos los delatan” p. 43. Las miradas revelan la personalidad de la gente, por eso se habla de miradas dulces, amorosas, inocentes, misteriosas, juguetonas, fuertes, rudas, malignas, maliciosas, eróticas, coléricas, aterradas, felices, ambiciosas, tristes…

   ¿Sólo los ojos son los espejos del alma? Los lingüistas también dicen: La lengua es el espejo del alma. Los músicos también dicen: La música es el espejo del alma.
“Todos nacemos llorando y no riendo”. El médico Haro afirma: “El llanto sentimental es muy común y normal, independientemente del género, la raza, y la edad” p. 68. Sin embargo, no hay que olvidar el llanto fingido que usa las lágrimas (“lágrimas de cocodrilo”) para lograr sus objetivos; y el llanto teatral de los actores o de los plañideros o llorones en los ritos fúnebres y procesiones, costumbre de todos los continentes; por ejemplo, plañidero en coreano es: kokcheng-i.
Ante la evidencia de que el llanto es parte del ser humano, está la expresión bruta y machista: “Los hombres no lloran”. Cantaleta muy común de algunas profesiones que hacen gala de falsa bravura. Si el ser humano no llora, sufre de alguna enfermedad como la hiposecreción de lágrimas o quizás hasta de alacrimia (carencia de lágrima).

    “Todo depende del color del cristal con que se mire”. Este refrán se refiere a los tipos de lentes que usamos para ver los objetos. Los lentes pueden mostrar los objetos como son o con variación de formas y colores. Sin embargo, si es aplicado al mundo interno, al mundo cultural, se refiere a los juicios que emitimos según las ideas y creencias con que hemos sido educados. Por eso, las erróneas ideologías religiosas y políticas (cristales culturales), en vez de acercar y fraternizar a los seres humanos también son causantes de odios y guerras. Palabras acertadas del doctor Haro: “[…] el tener un credo no hace espiritual a la persona” p. 47.

   El mal del ojo. En todo el mundo existe la realidad patológica del “ojeo” o “mal del ojo”. La escuela médica ultraortodoxa lo considera como enfermedad folclórica o enfermedad cultural; y no se atreve a estudiar las causas y métodos de curación. En Perú y Corea he comprobado que los seres débiles como los niños se enferman por la excesiva expresión afectiva de las miradas. Los seres tiernos son frágiles porque aún no han desarrollado su protección como para soportar las descargas de energía afectiva de los mayores. En Corea no se visita a un recién nacido antes de sus cien días de vida; por eso, la fiesta de los cien días (peg-il) es muy importante porque es la demostración de la  criatura de resistir las fuertes miradas y las enfermedades de los mayores. Y, muy interesante, tanto en los Andes como en Corea, el huevo (mejor si es de gallina negra) es usado como elemento de curación.

   El mundo depende mucho de cómo lo vemos. Viendo el mundo exterior (extrospección) sabemos y aceptamos que somos parte de la naturaleza a la que debemos cuidarla y amarla; y no destruirla. Si nos miramos ante el espejo conocemos nuestra naturaleza física. También aceptamos a otros seres humanos diferentes, y con ellos debemos convivir y construir un mundo mejor.

   Si miramos nuestro mundo interno (introspección) conocemos y reconocemos las virtudes y defectos que poseemos. Así aprendemos a vivir con mayor realidad y humildad. Cerrando los ojos vemos mejor nuestro mundo interior.

   No sólo vemos con los ojos sino también con la mente. Por algo los grandes sabios y videntes han sido representados como ciegos. Recordemos a Tiresias y Calcante, los grandes adivinos de Grecia antigua, lo cual no significa que hay que llegar a la ceguera para desarrollar nuestra mente.

   Y, ojo, en las épocas de las elecciones de las autoridades hay que ver mejor para conocer la calidad de los candidatos y sus promesas. Superemos la ceguera política.


Me he permitido ampliar el contenido del escrito de Francisco, no por considerarlo breve y trunco (de hecho puede abarcar lo que expreso), sino porque  me sirve de soporte  -- de los buenos -- y me es una ocasión bien aprovechada / hacerlo (a modo de pie de página) para llegar al mismo fin: complacer al lector después de ver, mirar y observar los objetos, aún con los ojos de la imaginación.

“La cara es el espejo de la mente, y los ojos, sin hablar, confiesan los secretos del corazón”. San Jerónimo.




A Francisco le gustan las frases hechas o sentencias. En esta línea van las siguientes: “Ojo por ojo, diente por diente“, “A vista de vuelo de pájaro“, “A ojo de buen cubero”, “Ojos que no ven corazón que no siente”, “A ojos vistas”, “A ojos cerrados”, “Ojo avizor”,  “Ojo de buey”, “En el ojo de la tormenta”, “Llenar el ojo”,  “Ojo que llora”,

Ojo por ojo y diente por diente: Aparece en el Viejo y Nuevo Testamento. Éxodo 21, 22-25. “Si se ocurre un accidente mortal, entonces tienes que dar alma por el alma, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, marca candente por marca candente, herida por herida, golpe por golpe”.
Jesús hace referencia a lo que Moisés escribió. Mateo: 5, 38 “Oyeron ustedes que se dijo ‘ojo por ojo y diente por diente’  Sin embargo yo les digo: ‘No resistan al que es inicuo; antes bien, al que te dé una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele también la otra”.
Es la ley del talión; talión deriva de la palabra latina talis o tale que significa idéntica o semejante, es decir, pena idéntica.

A vista de vuelo de pájaro: Denotan que se ven, describen los objetos desde un punto muy elevado sobre ellos.
Una vista aérea, vista de pájaro, es una vista de un objeto desde arriba, “en planta” desde el observador, muy usada en las copias azuladas de arquitectura y urbanismo, croquis en planta, y mapas. Foto aérea, no es planta porque no fue fotografiada mirando la Tierra a 90º.
En inglés, bird’s –eye view significa ‘visión desde el ojo de un pájaro. Figuradamente representa una vista general desde lo alto, por ejemplo, en una ciudad destacaría sus principales puntos de interés o sus carreteras más importantes.



A ojo de buen cubero: Que se hace de forma aproximada, sin precisión exacta
sin usar ningún instrumento o herramienta de medición. (La cuba en la
antigüedad era una medida de capacidad. Hoy la usamos para indicar una
cantidad cualquiera sin estar completamente seguros).

Ojos que no ven corazón que no siente: Mientras no te enteres de que alguien te haya hecho daño, no sufrirás.

A ojos vistas: Visible, clara, patente, palpablemente.

A ojos cerrados: Confiar ciegamente en alguien, o lo que nos comentan,
lo cual no siempre es lo más acertado. Sólo hacerlo, sin pensar mucho.
La frase ha dado origen a la mini documental sobre la película costarricense y a la canción "A ojos cerrados".

Tengo una mujer en el alma,
En la piel, en la mirada,
Desprovista de adjetivos,
Sobre expuesta y secuestrada.

Caminante sin camino,
Suave patria de mi espalda,
Faro de todas mis lunas,
Mar que borra mis pisadas.

Tengo una mujer en el alma,    
En la piel, en la mirada,
Y atravesado en la voz
Su recuerdo, que me canta.

Dos gotas de miel de sus sueños
La tristeza y la esperanza,
Y como regalo un adiós,
Que ilumina el rumbo a casa.

Tengo una mujer en el miedo,
En la paz, y en la ventana,
Que platica con mi noche,
Pero no le dice nada.

Tengo una mujer en el viento,
En la espera, en la distancia,
Que a pesar de no ser mía,
Yo soy suyo más que nadie
Que haya estado entre sus sábanas.

Tengo una mujer en el cuento,
En la espera, en la ventana,
Que no dejo que se escape
Y prefiero, en esta sombra,
Imaginar que le hago falta.

Tengo una mujer en el alma,
En la piel, en la mirada,
Que me hace cerrar los ojos,
No vaya a ser que la pierda
Cuando se rueden mis lágrimas.

Tengo una mujer en el alma,
Que me duele a pie de párpado
Cuando no hay más que distancias.

Tengo una mujer en la piel,                                 
Que se quema entre mis dedos,
Aunque pueda o no pueda,
Aunque deba, o no deba tocarla.

Tengo una mujer en los ojos,
Incrustada en la penumbra,
Tan etérea como el aire,
Tan ajena como el agua.

Tan hermosa,
Como nadie que haya pasado antes por mi vista,
Redibujando el paisaje,
Describiendo con silencios
Casi todas mis batallas,
Por eso cierro los ojos,
Para que no se me escape,
Para que nunca se vaya.

Dos gotas de miel de sus sueños,
La tristeza y la esperanza,
Y como regalo un adiós,
Que ilumina el rumbo a casa,
Tengo una mujer en el alma.
        Abel Velazquez
Letra añadida por Jolly Groman

Ojo avizor: Andar con cuidado, alerta o en actitud de vigilancia. Los cazadores están ojo avizor por si aparece la liebre. Para Óscar Medrano, según la entrevista de ayer  (31), el mejor retratista de la época del terrorismo del Perú, es tener el ojo en todo momento en el visor de la cámara, porque una distracción pierde la foto. “Hay que tener esa mentalidad de esperar el momento preciso; por eso mis fotos siempre tienen algo que decir”.



Ojo de buey: Son orificios circulares practicados en los mamparos exteriores de los barcos y también en algunas naves espaciales para proveer de ventilación e iluminación a los alojamientos interiores. Se realizan en forma circular para disminuir tensiones y contribuir a la resistencia, ya que estando próximos a la cubierta principal son propensos a recibir golpes de mar de mucha violencia.



Estamos en el ojo de la tormenta: El ojo de la tormenta es una especie de calma sobre el mar, donde pareciera que todo está tranquilo y no va a pasar nada. Pero la tormenta está girando alrededor como un torbellino a gran velocidad y a menos que uno siga milagrosamente atrapado en el ojo quieto del huracán, la tormenta le pasará por encima o lo arrastrará con las peores consecuencias.
Estar en medio de la tormenta con incertidumbre y peligro y con riesgo de no poder actuar con rapidez para salir de la situación.
Se usa mucho en política. Es la metáfora de situaciones difíciles que envuelven y tratan de arrasar a su paso todo lo débil que se cruza.

Llenar el ojo: Caer bien, agradar.
Gianluca Lapadula, italoperuano, anotó, recientemente,  dos tantos y se convirtió en el goleador de la Serie B de Italia, Pescara, con lo que llenó los ojos a Gareca.



El ojo que llora, monumento construido para recordar a las víctimas de la violencia desatada por el terrorismo en el país los años 1980 y 2000. Es Patrimonio Cultural.




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