miércoles, 3 de febrero de 2016

HOMBRES DE CIENCIA: Othniel Charles MARSH

“Hesperornis regalis Marsh”, “Hesperornis regalis Marsh” y “Hesperornis crassipes Marsh” son nombres de pájaros, pero de pájaros que nadie ha visto a no ser con los ojos de la imaginación.   Se les dio estos nombres por Othniel C. Marsh, el primer profesor de paleontología de los Estados Unidos, hombre que vivió una vida de ideales o por lo menos una vida que muchos consideran ideal.

   Era hombre rico, bien educado, fue famoso  y – lo más importante de todo – llevó una existencia de trabajo en el cual jamás perdió el interés y que él consideraba de más extraordinaria importancia.

   Paleontología es el estudio de la vida en épocas geológicas pasadas, conocidas principalmente por fósiles e impresiones y vestigios de animales y plantas de la antigüedad.

  Marsh (1831-1899) tuvo la suerte de tener un tío rico que no sólo le pagó su educación en escuelas preparatorias primero y después en la universidad de Yale. Este tío, George Peabody, fue fundador de la firma bancaria y de corretaje de bolsa que llegó luego a conocerse con el nombre de J. P. Margan Co. Vivió en un castillo en Escocia, desde donde prodigó su dinero a clientes ávidos, universidades y familiares.

  Sufragó los gastos de la afición de su sobrino Othniel a la paleontología dándole a la Universidad de Yale el dinero necesario para el Museo Peabody de Historia Natural. Yale nombró después catedrático a Marsh, quien desde entonces dedicó el resto de su vida a acumular fósiles y a escribir sobre ellos.

   Su descubrimiento de fósiles de pájaros antiquísimos como el “hesperornis regalis” fue un gran triunfo y la primera monografía que escribió Marsh fue sobre ellos. En ella explicaba la evolución de serpientes a pájaros. Charles Darwin escribió a Marsh: “Sus pájaros son la mejor prueba de la teoría de la evolución”.


   Marsh se anotó también un gran triunfo en el estudio de la evolución del caballo. Encontró los restos de unos 30 caballos antiquísimos y demostró que eran indígenas de la América del Norte, aunque no había aquí  caballos cuando el hombre blanco llegó al continente americano.

   Toda esta fama suya en la literatura científica  y popular no fue nada comparado con la que alcanzó al crear la palabra “dinosaurio” , combinación de las palabras griegas “terrible” y “lagarto”. Describió 80 clases de dinosaurios y convirtió la palabra en término corriente en hogares de Europa y América.

   Entre estos grandes animales, recobrados en cuencas ricas  en fósiles de los estados de Colorado y Wyoming, figuran el “brontosaurio” (trueno y lagarto), el “estegosaurio” (Lagarto con techo) y el “titanosaurio” (lagarto titán).

   Desdichadamente, Marsh pasó gran parte de su vida en una polémica constant e interminable con Edward Cope, otro paleontólogo que había hecho el primer hallazgo de fósiles en el estado de Colorado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario