miércoles, 10 de febrero de 2016

Gerald Joseph "GERRY" MULLIGAN


Saxo barítono y soprano, piano, composición, arreglos y dirección de orquesta (Nueva York, 6.04.1927. Darien, Connecticut 19.01.1996). 

   Pasó su infancia y adolescencia en Filadelfia, donde realizó sus estudios y debutó como arreglista para la orquesta radiofónica de Johnny Barrington. Al finalizar la segunda guerra mundial se trasladó a Nueva York, donde trabajó con Gene Krupa y empezó a darse a conocer escribiendo algunos arreglos para la orquesta de Claude Thornhill. De 1948 a 1950 colaboró con Miles Davis, para quien compuso los célebres temas Jeru, Venus de Milo y Rocker así como los arreglos de Godchild, una pieza de Wallington. 

   La orquestación compleja, elástica y al mismo tiempo suave fue acogida con entusiasmo por la crítica internacional, que vio en aquellos temas, magistralmente ejecutados por intérpretes de excepción y caracterizados por la presencia de instrumentos insólitos, como la tuba y el corno francés, el nacimiento de una nueva escuela de jazz, distinta al be bop. En realidad, otros artistas, como Lennie Tristano, Dave Brubeck, Jimmy Giufré y Shorty Rogers, estaban llegando por su cuenta a resultados análogos; pero lo cierto es que las doce grabaciones efectuadas por Davis entre 1949 y 1950 para la Capitol incluyendo cuatro arreglos de Mulligan, pasaron a la historia como “el nacimiento del cool jazz”. Entre 1950 y 1951, Mulligan trabajó como solista y arreglista con Kai Winding, Eliot Lawrence y de nuevo Claude Thornhill, y a continuación se afincó en San Francisco, donde en 1952 fundó un cuarteto sin piano, cuya primera formación incluía a Chet Baker a la trompeta, Bob Whitlock al contrabajo y Chico Hamilton a la batería. Las primeras grabaciones del grupo, basadas en refinados contrapuntos que parecían multiplicar los instrumentos participantes, dieron la vuelta al mundo. El efecto más vistoso e inmediato que produjeron en millones de apasionados del jazz fue el de apaciguar los ánimos entre tradicionalistas y modernistas, y acabar así con un enfrentamiento que empezara en 1945, con la irrupción del be bop. La explicación es sencilla: en la fórmula del pianoless quartet la novedad estriba en la ausencia del condicionamiento armónico del piano, y por ello en una mayor libertad, más aparente que real, del juego dialéctico entre los dos instrumentos.



   La voz del saxo barítono de Mulligan es tersa y ligeramente nasal, como exigía la escuela del cool jazz, pero al mismo tiempo posee una gran vena irónica. Los dos instrumentos rítmicos, sin destacar demasiado, vuelven a una función d apoyo rítmico, bastante lineal que recuerda el swing, eliminando ese sentido de variedad y de ruptura rítmica propuesto por el be bop y presente en el mismo cool jazz, si bien de una forma menos evidente. 



   La trompeta de Chet Baker elaboraba un fraseo que tenía en cuenta todo lo ocurrido en el jazz desde 1945, pero en el timbre y en ciertos indefinibles matices melancólicos recordaba a Bix Beiderbecke. Esta síntesis de ingredientes, en parte premeditada y en parte fortuita, catapultó la figura de Mulligan, en el giro de pocos meses, al centro de la actualidad jazzística, dejando temporalmente en un segundo plano a otras importantes personalidades. La reunión del cuarteto sin piano, en contra de lo que muchos opinan, ni fue casual: ya en 1951, Mulligan trabajó en este proyecto. Después, al darse cuenta del éxito, que rebasó con creces sus expectativas, perfeccionó y prolongó su idea. Al mismo tiempo, dirigió una orquesta de diez elementos (tentette) y posteriormente sustituyó la trompeta de Chet Baker con el trombón de pistones de Bob Brookmeyer, singularmente apto para el diálogo con el saxo barítono, emprendiendo una serie de giras por Europa. En 1954 participó en el Festival de Jazz de París alcanzando un enorme éxito, que le animó a volver en el ’55 y en el ’57, con sendos sextetos; el del ’55, con el propio Mulligan al saxo barítono, Jhon Eardley a la trompeta, Bob Brookmeyer al trombón, Zoot Sims al saxo tenor, Peck Morrison al contrabajo y Dave Oailey a la batería, fue para muchos el mejor conjunto jamás reunido por Mulligan. Se unió después al trompetista y fliscornista Art Farmer, y con él fundó un nuevo cuarteto y participó en algunas películas. Sin embargo, la aspiración constante de Mulligan difícil de satisfacer por motivos económicos, seguía siendo la de dirigir una gran orquesta. Lo consiguió por primera vez en 1960 con la “Concert Jazz Band” con la que realizó una larga serie de conciertos en Europa, y de nuevo en el ’63. Siguió un período de relativa baja, debido probablemente a que la atención de los aficionados se centró sucesivamente en el hard bob y el free jazz, mientras Mulligan seguía de forma coherente con su propia línea musical.  Después de la gran orquesta dirigió una serie de pequeños grupos, y en 1968 fue el artista invitado del cuarteto de Dave Brubeck, con el que efectuó giras por Europa y América y grabó discos. En 1974 se unió a Chet Baker –colaboración documentada en dos elepés --, y posteriormente ha seguido realizando giras por Europa, incluyendo de nuevo el piano y realizando otras modificaciones estilísticas, aun sin alejarse del característico Mulligan Sound. Es uno de los músicos que rechazan la etiqueta del jazz por considerar que limita su propia personalidad, y tiende más bien a una síntesis de los distintos lenguajes musicales, como demuestran algunos temas suyos para saxo barítono y orquesta de cuerda, como By Your Grace. Es de destacar asimismo su adopción del saxo soprano, y el espacio que reserva a los solos de piano en algunos de sus conciertos. Sus bellísimas composiciones están a menudo presentes en el repertorio de otros músicos. Ha grabado entre otros, con Miles Davis, Kai Winding, Chubby Jackson, Lee Konitz, Duke Ellington, Stan Getz, Paul Desmond, Thelonius Monk, Johny Hodges, Dave Brubeck, Astor Piazzolla y, a su propio nombre, con casi todas las formaciones por él dirigidas.



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