lunes, 19 de septiembre de 2011

LO QUE SE DIJO EN EL TERCER LIBRO: "LA GRAN LITURGIA".

   La Gran Liturgia, Manual arreglado para la inteligencia de la Santa Misa y la activa intervención de los jóvenes en ella, es una re-edición, por lo tanto no ha sufrido modificaciion alguna. Sólo se ha querido reforzar la vigencia de ella  a través de La Presentación y La Introducción señaladas.
Se hizo la Presentación del Libro en el Instituto Nacional de Cultura el 5 de noviembre del 2005.

   La Presentacción, expresa que es un bello ejemplo de cómo la firme convicción puede convertirse en ferviente comunicación, semejante a la de los vasos comunicantes, y lograr la ansiada piedad cristiana.

   Son comentarios piadosos, sí, personales y originales al Sacrificio de la Misa del canónigo Andrés Ulises Calderón, orientados a los jóvenes que sienten el afán de adentrarse en el más sublime de los misterios como es el sacrificio de la Iglesia, equivalente al sacrificio de la Cruz.

   Como miembros de Iglesia, asesores y líderes de los movimientos apostólicos, queremos compartir lo que es materia de redescubrimiento, de modo que por ella gane la visión del orante en profundidad y claridad.

  La Introducción apunta a señalar que el autor de la Gran Liturgia, es la floración de un hombre que sin grandes ayudas ambientales ha sabido buscar los caminos en los que es verdadero pionero, un innovador en expresión pública de Gustavo Gutiérrez, quien reconoce que conoció a Ulises, precisamente, por su Gran Liturgia.

   El Libro contiene al final un apretado Perfil del autor:

   Más allá de este recuerdo, el Manual, para quienes conocimos a Andrés Ulises Calderón, él tiene un rostro, es decir, una personalidad suficiente como para tener su propia imagen, que ha sido identificada en todos los ambientes en los que se desempeñara.

   Fue un sacerdote diocesano "simple", es decir, quien logra poner orden los valores, la propia vida, con un paciente trabajo de simplificación para el buen servicio, en torno al cual giran sus pensamientos, acciones, palabras y posturas. Así todo se explica y se justifica. Como persona simple fue una persona que iba derecho al objetivo. Una persona que sabía lo que quería. Para esto fue licenciado en Filosofía y Teología.

   Abogado, Doctor en Derecho, Pedagogo, Poeta y Músico, ejerciendo  la docencia en la Universidad Nacional de Trujillo, y reconocida por ésta como Profesor Emérito de la misma.

   Tenía muchos recursos para la oratoria, especialmente en  la Sagrada y era quien cautivaba al oyente con los panegíricos y Oraciones Fúnebres en grandes acontecimientos, por una buena temporada.

   Por la designación como chantre de la catedral se inclinó al cultivo de la buena música y para eso se encamina en la creación de una orquesta Sinfónica y de la Casa de la Cultura.

   En la Universidad se hizo famoso por sus clases aún completadas en el patio del local a semejanza de Péguy,  y siempre con afán de polemizar  para encontrar la verdad, con oponentes también catedráticos, quienes más de una vez, no se presentaron.

   El año 1963 viajó a Roma como periodista Acreditado por el Arzobispado de Trujillo, para cubrir las informaciones de las Primeras sesiones del Concilio Vaticano II. A partir de entonces refuerza sus ideas vertidas en el Manual Litúrgico en orden al Canto específico dentro de la Misa y que las señala y las practica en los lugares, que por benevolencia de sus Arzobispos, Erasmo Hinojosa Hurtado, Piura, nombrándolo párroco de Los Órganos en 1969, y Mons. Manuel Prado Pérez-Rosas, le autorizara celebrar los sábados en Simbal a partir del 81 hasta el 85.-

LO QUE NO SE DIJO  DE ESTE LIBRO.

   No se dijo: que no era un devocionario. Un párroco de la localidad tuvo un desliz al decir que no tenía aplicación en su parroquia, pues el Calendario Litúrgico era otro. Efectivamente, nació en 1941 y no conoció la reforma del Vaticano II.

   Su lectura ayuda, además de lo señalado, conocer el pensamiento de entonces, materia de la predicación con novedad.

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