viernes, 30 de septiembre de 2011

"VERSOS POR ESPIGAR", Luminiscencia. "Mea culpa", de Javier CALDERÓN ÁVILA.

"La Poesía es sentir hondo, pensar alto y hablar claro": 
                                                                         Duque de Rivas.

LUMINISCENCIA.

En el marasmo de este mundo
aparecen brotes de esperanza,
tropismos que motivan a las mentes
relucir con la claridad de un cristal.

En los años aurorales amanecen
las oscuras ideas del letargo,
impidiendo observar  muy atentos
el paso de la sierpe que se aleja raudamente.

Encendida está la chispa deseada
emitiendo extensos rayos de luz,
y mañana cuando  por fin crezca
arderá con  entera obsesión.

El futuro es pues expectante:
calará intensamente en los peldaños,
sembrando frutos prodigiosos
que un día a su vez germinarán.

Con paciencia soportemos la inclemencia
musitando el rigor de la congoja;
nacerán la abyección y la vil perfidia
que son afrentas taxativas del ayer.

Respirando deletéreos aromas
la disnea exacerba la pasión,
fustigando impíamente y con dureza
los dolidos suspiros que se escapan por doquier.

Oteando el espectro del futuro
brilla el sol con frenético esplendor,
sofocando todo vicio y demasía
donde anidan el odio y el rencor.


    "MEA CULPA"

    Llega la noche expoliando recuerdos
    liberando dolorosas y agudas nostalgias
    reviviendo lóbregas y estoicas vivencias,
    cual reflejo que proviene de la eterna oscuridad.

    Hay emanación de tétricos suspiros
    que fugan raudamente hacia el confín,
    obviando sagazmente leyes naturales
    como arpegio de encanto y noble eversión.

    Gotas de rocío en la bruma invernal,
    límpida mácula en el espacio sideral,
    lóbregas campanas ya no tañen lamentos
    ni lánguidas fuentes rebasan al azar.

    Riman las aguas en el torrente del río,
    angustias de tristeza las de un ruiseñor,
    que engendra lamentos en su trágico canto,
    melancolía extenuante de angustia y dolor.

    Emanación de místicos sentimientos,
    emblema de humildad, nobleza y razón,
    vanidad extenuante de egoísmo y pasión;
    pese a todo reina una dulce emoción.

    En la soledad terrena resalta el temor,
    hay "mea culpa" en la senda extenuante;
    late la mente en las sombras marchitas
    avivando escenas de tristeza y dolor.

    Fungen las estrellas el palpitar de sus rayos,
    declaran la ardiente lucha entre el bien y el mal;
    las lúcidas fuentes avistan turbulentas nubes
    que anuncian un cataclismo de tinte letal.-

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