lunes, 26 de septiembre de 2011

"VERSOS POR ESPIGAR": Protesta, mi fiel protesta. Trascendencia, de Javier CALDERÓN ÁVILA.

El significado de la poesía:
La poesía es una forma epecial de lenguaje; su estructura y naturaleza son fuente constante de estudio para tratar de determinar ese algo especial que tiene y que permite a cualquier persona, sin necesidad de ser especialista en la materia, reconocerla como tal. (Nota recogida al paso).


PROTESTA, MI FIEL PROTESTA.

Repentinamente se escuchará un grito de amor
que con ansiedad imperial se espera:
trocar estrepitosamente lo que hay en la cima
del pétreo Monte que a la costa inclina.

Hay emanación de rabia en el ambiente
por la displicencia y la pasible quietud de la progenie;
casta que huyó con angustia en busca de refugio,
para asilarse en el nuevo mundo cisandino.

Hoy apuntan espontáneamente la mirada
al nido entrañable del real origen,
quedando huellas que navegan en el tiempo
y aún esculpidas en las torres del recuerdo.

Si el agua del mar, por ejemplo, ascendiera hacia el Ande,
saciaría  a los terrenos agrestes y pajonales: 
harían brillar las miradas de lúcida esperanza
como fuente emocionada por tal bonanza.

Renace el vaporoso frío matutino
cual cristales de rocío que a la savia nutre,
como el efluvio del aroma de las flores
que cándidamente reviven los amores.

En el éter infinito se percibe en diáfana blancura,
el roce destellante del estruendo de las nubes;
preludian éstas la bruma y la tormenta
alimentos vigorosos para nuestras vidas.

En las noches de vigilia mi conciencia aflora,
saltando a la mente añoranzas y vivencias,
blasón de nobleza y virtudes perdurables
que avivan el fuego perenne de mi fiel protesta.


TRASCENDENCIA.

Confundidos en los frondes y el ramaje
buscamos con ávida y encendida emoción,
huellas indelebles de plasma fraternal
de los muy orondos que duermen en el campo sepulcral.

De pronto divisamos la imponente trilogía
que eternamente moran en el reino espiritual,
de rodillas nos pusimos raudamente
entonando el himno del perdón.

Les pedimos: nos protejan siempre,
nos guíen en la senda del vaivén,
nos asistan a la hora de la prueba,
dando a nuestras almas el perdón.

Repuestos de la escena y exhaustos de emoción,
satisfechos por haber cumplido una misión,
emprendimos el nostálgico retorno
pensativos y sumidos en silencio espiritual.

Al instante se escuchó de ultratumba
una dulce voz angelical:
que por su belleza de su tono
nos hizo vibrar de emoción.

¡Hermanos! "Id a predicar a la familia
que junto a nuestros padres y hermanos,
conformamos el misterioso coro celestial
esperando la llegada de vosotros  y formar una legión".

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