LA MISIÓN DEL ESCRITOR. "Si los que recibieron la investidura de la palabra se callan ¿quien hablará por los mudos, por los oprimidos y los débiles? El escritor que no escribe por la Justicia, es un despojador de los pobres, y su crueldad es tanta como crueldad de un mal rico". (El Desesperado).
EL DOLOR DE LOS ANIMALES: "¿Sabéis que por su parte Adán ha dado nombre a cada una de ellas y así los animales han sido creados a imagen de su razón como el mismo había sido creado a semejanza de Dios?, pues el nombre de un ser es el ser mismo. Nuestro primer antepasado al denominar las bestias, las suyas de una manera indecible ".(La Mujer Pobre).
LOS ANIMALES: "Los animales son, en nuestras manos, los rehenes de la belleza celeste vencida"... (La Mujer Pobre). .
LA ÚNICA TRISTEZA: "No hay más que una tristeza, y es la de no ser santos" (La Mujer Pobre).
LA MUERTE DE UN NIÑO: "Todas las aflicciones del cuerpo y del alma son males del destierro; y la piedad desgarradora, la compasión devastadora inclinada sobre los más pequeños féretros, es la que nos recuerda con mayor energía aquella primera Expulsión, que la humanidad sin inocencia nunca termina de llorar". (La Mujer Pobre).
EL DESAMPARO CRISTIANO: "Una verdad incontestable es que el cristiano, el verdadero cristiano pobre es el más desarmado de todos los seres". (La Mujer Pobre).
LOS SIN HOGAR: "Los zorros tienen sus madrigueras, dice la Parábola. El más bajo grado de la miseria es, seguramente, no tener lo que puede llamarse un domicilio. Cuando el peso del día ha sido abrumador, cuando el espíritu y los miembros no pueden más, y que a fuerza de sufrir se ha entrevisto la abominación real de este mundo que es el espectáculo de los Serafines espantados, -¡qué ansia de retirarse a un lugar cualquiera donde se esté verdaderamente en su casa, verdaderamente solo, verdaderamente separado, donde se pueda desprender la máscara exigida por la indiferencia universal, y cerrar su puerta, y coger su dolor entre las manos y oprimirlo largamente sobre el pecho, al abrigo de las dulces murallas que ocultan las lágrimas". (La Mujer Pobre);
LA ORACIÓN POR LA JUSTICIA: "¡Yo grito hacia Tí, Señor, desde el fondo de mi abismo, por la boca de Vuestro Padre David, por los Patriarcas y los Jueces...¡Poned atención, Señor Jesús, que yo no Os ofrezco menos que mi vida en descargo de esta Justicia, que reclamo con toda la fuerza que Vuestra Pasión ha dado a la oración humana!". (La Mujer Pobre).
LA POBREZA: "Tendréis siempre pobres entre vosotros. Desde el abismo de esta Palabra, ningún hombre ha podido jamás decir lo que es la Pobreza... Cuando se interroga a Dios, responde que Él es pobre. Cuando no se interroga Él ostenta magnificencia. La creación parece ser una flor de la pobreza infinita; y la suprema obra maestra de Aquel que se llama el Todopoderoso ha sido el hacerse crucificar como un ladrón en la Ignominia absoluta". (La Mujer Pobre),
EL DOLOR, SIGNO DE LA PROXIMIDAD DE DIOS: "Sabemos, también, que no hay dolor sin la vecindad de Dios.
Porque Dios se aproxima, vemos lo más terrible que puede ser visto, esperando que Él se manifieste indiscutiblemente por extraordinarios milagros, y yo creo que ese momento está bastante cerca para que podamos ser testigos de él". (Cartas a Pierre Termier).
CADA COSA HA VENIDO A SU TIEMPO: "¿Qué importan los obstáculos?... Jamás he carecido de lo que me era necesario. Cuando he tenido necesidad de sufrir mucho, Dios me ha colmado de sufrimientos.
Cuando he tenido necesidad de consolación, Dios ha desencadenado sobre mí tempestades de consolación.
Cada cosa ha llegado a su tiempo. Todo es adorable". (Mi Diario).
ESTA LIBRETA SE CONVIRTIÓ EN UN VADEMÉCUM EN ADELANTE.
Mencioné también que leí al famoso presidente ecuatoriano y llegué a él por equivocación. Confundí el apellido materno: Moreno y Morente. Buscaba a Manuel García Morente al fecundo traductor al español de obras filosóficas europeas, sobre todo alemanas, quien decidió convertirse en presbítero católico y apologeta de la hispanidad a la muerte de su esposa y la entrega de su hija a la vida religiosa. Era en mi primer año de Filosofía, 1956. Después descubrí que salí ganando por saber de los dos.
PUBLICACIÓN DE MI PRIMER ESCRITO:
La Revista "Cumbres" del Seminario de Santo Toribio de Mogrovejo de Lima, el 14 de noviembre de 1959 publica CINCO artículos pertenecientes a los estudiantes de Teología . Tres del último grado y dos del segundo, pero la selección obedece, al parecer, a la pertenencia de la región. Los limeños eran los más aventajados, estaban en su casa (dígase de paso). Los títulos de los escritos: A propósito de un milagro (adaptación de la revista Marie) de César Pachas, Un ilustre convertido: Gilberto Keith Chesterton (condensado del libro de Severín Lamping: Hombres que vuelven a la Iglesia) de Luis Cordero Rodríguez, El Príncipe de la Paz, de Eduardo Molinari, Sacerdocio, de Miguel Farro Murillo (chiclayano) y el último, El Seminarista es también buen deportista, de Alejandro Pereda Calderón (trujillano).
Así salió:
Con mucha frecuencia cuando descubrimos la vocación en un niño y se lo revelamos, porque a veces la llevan en el corazón sin percatarse de ello, una de las preguntas que brotan espontáneas de sus labios es la siguiente: -¿Los que entran al Seminario siguen jugando fútbol y todos los deportes como en los otros colegios?
Nuestra respuesta es afirmativa, y ahora queremos dar brevemente la razón.
Al deporte se le puede llamar cristiano cuando tiene la finalidad bien ordenada: su fin próximo es educar, fortificar y desarrollar las fuerzas corporales del adolescente; su fin superior es alcanzar la perfección del compuesto humano hecho a la imagen de Dios.
A un aspirante al sacerdocio el deporte puede convertirse en un medio precioso de apostolado que entra en los planes de Dios: Él nos dio este cuerpo y quiere que conservemos íntegras en él las energías que más tarde emplearemos en su servicio. Dios quiere que seamos dueños de nosotros mismos y para este fin la ascesis del deporte es un excelente medio; ella nos dará la mejor victoria "sobre nosotros mismos".
El ejercicio corporal no sólo es recomendable, sino expresamente aconsejada por sabios Maestros de vida espiritual, ya que en él es donde mejor manifestamos nuestro mundo interno.
El seminarista sabe dar un sentido superior a sus deportes sobrenaturalizándolos con el siguiente Decálogo:
1. No es jactancioso
2. No conoce el desaliento
3. No disculpa sus fallas
4. Sabe perder y sabe ganar
5. Juega limpio
6. Juega lo mejor que puede
7. Es valiente en el peligro
8. Deja siempre a salvo la caridad
9. Da al juego el valor que debe tener
10. Obedece prontamente al capitán y al árbitro.
Solamente así resultará del deporte la alegría, semejante a la alegría del artista cuando domina su instrumento. En el Seminario se tiene una especial estima al deporte por los fines ya indicados. De otra manera no podría conseguir el "JÓVENES CON MENTE SANA EN CUERPOS SANOS".
Dato curioso: Para los primeros artículos presentan las fotografías de los personajes, los emblemas del cáliz y la canastilla con panes y la Cruz, y para el mío sólo las "patitas" de un chiquillo tras su pelota en un buen gramado.
Alcancé la meta como se dice y por lo menos con congratulaciones propias.
A los 23 años conseguí este mérito, escritor. El año siguiente seré orador... claro está, que se entiende como "iniciado", Novel, bien escrito.
Mientras los primeros hablan del ideal en sí, yo también pero a través del fútbol; me hubiera gustado hacerlo del baloncesto, mi deporte preferido, sobre todo, practicado.
A mí me hacían las preguntas los muchachos porque mensualmente iba al Colegio de Guadalupe a fundar la JEC -Juventud Estudiantil Católica -asesorado por José Roullón. Prácticamente no cumplí sus cometidos, el principal, formar el grupito. Logré, en cambio, audiencia, tratando de todo: dando respuestas improvisadas a veces y en otras como estrategia para dialogar con propiedad el próximo mes.¡Cómo nos gusta ser escuchados y aprendemos a escuchar!
Dos años visité a ese colegio emblemático.
A esos jóvenes les decía que periódicamente el profesor de Educación Física, el árbitro Yamazaki, llevaba equipos de cadetes y otros para disputarse el premio con los seminaristas. En basquetbol teníamos a César Pachas Morales un artista para ese y otros juegos. Lo comentado lo respaldaba con la Revista "Cumbres".
Respecto al segundo cometido, ser orador (principiante) parte por saber comunicar con precisión lo que escribe y especialmente lee. Prevalece la sinceridad y flexibilidad. Me cupo la suerte de ser maestro de ceremonias, por dos años, en las celebraciones de las fiestas del Seminario, Día de la madre, del maestro, Día del Papa, Ceremonia de Despedida a la promoción saliente. El año 61 me designaron para hacer el homenaje al Papa representado por el Cardenal Landázuri con quien nos felicitamos porque le agradó lo pensado por Fulton Sheen y le gustó la frase: "A medida que Pedro descendía la escalera (la humildad) más responsabilidad le daba Jesús: las tres preguntas y tres respuestas para redescubrir el Primado de Pedro.
La mayor parte de mis discursos han sido verbales; he practicado la flexibilidad. Por esto, el padre Fernando Lúcar me contestaba el saludo : "Hola, orador"!
Por otra parte colaboré con los padres en atención a sus responsabilidades.
El P. Anselmo Murillo, encargado del Coro, me incorporó al grupo y se hizo la primera presentación por Navidad en el flamante Canal de Televisión, donde Pablo (Pablito) Madelengoitia me escogió para hacer las respectivas lecturas navideñas.
El P. Mariano Siller, director de la Revista "Cumbres", en un ensayo obligado para la Primera Misa, tomó muchas placas a mi figura indígena y que sirvieron para los Almanaques del 62 y 63.
El P. Pedro Corona Montesinos, Rector del Seminario, me hizo leer en latín y de rodillas el Juramento a 13 candidatos para recibir el diaconado.
El P. Melesio Picazo, me encomendó ayudar en la Semana Santa al P. Jorge Álvarez Calderón, párroco de Puente Piedra y Caja de Agua. Él me asignó el oficio de lector y comentador. Lo mismo para ayudar al P. Ivo en la Recoleta con los cantos de la Misa dominical de los niños.
El P. Gustavo Gutiérrez, me encargó hacer un resumen del libro La Oración en Jacques Maritain. Lo hice con su fichero adjunto.
En el Curso de Oratoria bajo la dirección de un profesor laico me consagré como recitador y lo hice con "Los motivos del lobo" de Rubén Darío. Recitar o declamar ya me era familiar, lo mismo actuar en veladas. Recuerdo la última "Don Pelayo", con la participación de José García Marcelo, quien llegó a ser Miembro del Tribunal Constitucional y a la fecha ex miembro, pero famoso por su frase: "Yo creía que Vladimiro Montesinos era un paradigma de virtudes republicanas y un amigo que sólo necesitaba afecto", en marzo del 2003 y Américo Cárdenas, hoy profesor vitalicio del Colegio Rafael Narváez, experimental de la Universidad Nacional de Trujillo. Los tres fuera del redil.
Otra propiedad mía era "imitar", imitar a personas distinguidas como el Nuncio Carboni, recién llegado a Lima, al Cardenal Landázuri y al Obispo Pérez Silva. Éste último llegó a saberlo y tuve que hacerlo en su presencia. Del Nuncio recuerdo sus palabras en el patio del Seminario de Santo Toribio: "Todo seminarista / tiene el deber de cumplir las tres eses SSS, Ser: "sacerdote, sabio y santo". Sin duda que quería decir, auténtico, sabio y santo. Yo capté de primeras, ¿cómo que todo seminarista tiene que ser sacerdote? Para eso era el seminario, para escoger la semilla. Por eso cambié la primera palabra por servidor para que la imitación que pretendía hacer, funcionara mi postulado, la de las verdades que son convertibles entre sí. "Seré servidor para ser sabio y santo, luego seré sabio para ser santo y servidor; seré santo para ser servidor y sabio"/y se puede sacar más atributos con sólo cambiar el orden.../
Al Cardenal le gustaba conversar antes de la Misa Pontifical. Llegaba temprano y hacía preguntas de distintos temas mucho más con los quechuahablantes y a los pocos que hablaban el aymara; pues habían seminaristas de Puno que dominaban el inglés y estaban bien asistidos por los padres Maryknoll. Dijo, ahora un canonista, (estudiante de Derecho Canónico) y como los acólitos escogían bien para salvar el apuro o poner en aprieto (como pelea de chicos) salí al ruedo. A ver, a ver: ¿Cuántos cánones tiene el Código? - Aproximadamente, 2400, fue mi respuesta. Alegó, 14 menos! Y es que eran 2414 que hasta hoy no olvido. Le dije: ¿Qué importancia tiene saber el número? Y dió una explicación por ser perito en la materia. Y fuimos salvados por la campana, la hora de la Misa. De él aprendí salir del apuro y cortar. A los testigos de Jehová les pregunto ¿cuál es el capítulo más corto y cuál el más largo de la Biblia? Hasta hoy no me han contestado, porque ya no vienen y por vergüenza. Por sí acaso son los salmos 116 y 118, respectivamente.
Faltaban como 15 días para ser ordenado y en un pasadizo de la Catedral Monseñor Pérez Silva me pregunta ¿cuántas veces has ensayado la Misa?. Le contesté una. Me replicó, La misa es como un carro y su chofer, hay que saber donde está el freno y el acelerador. Si no ensayas no te ordeno. No hubo lugar a réplica; caso contrario le hubiese dicho UNA y con fotos (las del padre Siller). En el retiro de sacerdotes, dirigidos por los jerarcas del "Mundo Mejor", en un recreo el tío Ulises me presentó como imitador y empecé por este suceso. Un oyente me dice: Si sabe el obispo que lo has remedado, no te ordena, ah.
Bueno, ya tenía otra causal ante la amenaza. Ahora, puedo interpretar su comparación, además la de no correr en la fórmula de la Misa: la de olvidarse del yo "lastimado". El carro es el mejor remedio y más eficaz para esas emociones; hasta hoy has estado obedeciendo órdenes dadas por otros; pero frente al volante, la Misa, cada uno uno es jefe: pisamos el acelerador y se pone a nuestra disposición una gran potencia para alejarnos de la infelicidad; el carro me obedece y me hace sentir, como todo el mundo lo desea, ser jefe de vez en cuando.
Estos son los cimientos a mi entender y creo estar en los mismos.
Posteriormente aprendí las principales poesías de Vallejo que me han salvado de apuros en reuniones. El padre Hermosilla, español, apenas nos mencionó, en secundaria, como representante de nuestra cultura. Pero sí sabía que los Dados Eternos era blasfema.
También mencioné haber leído a Gabriel García Moreno y fue por haber confundido los nombres. Buscaba a Manuel García Morente. Saqué provecho de los dos. Por el primero se decía: Heroico presidente de Ecuador, varón católico, firme y batallador mártir de los enemigos de la fe a causa de su coherencia en la aplicación de los principios católicos y por su valentía en la defensa de la Iglesia, del Papado y de la patria ecuatoriana. Movido por el fervor religioso recibió las órdenes menores, pero convencido de su falta de educación ingresó a la facultad de Derecho y ya recibido se dedicó a la política.
.... Místico de tipo español, no se conformó con la contemplación estéril, necesitaba de la acción: fue creador y organizador.
.....La doctrina de la Iglesia sería su guía en todas sus acciones de gobierno. "Su filosofía estuvo inspirada en la doctrina clásica del tomismo".
......Firma el Concordato con la Santa Sede: Estipula que la Religión Católica seguiría siendo la única del Estado. Todo culto disidente quedaba prohibido. Como consecuencia: "la instrucción de la juventud en las universidades, colegios,.... será conforme con la doctrina de la Religión Católica". Eso porque la Religión Católica era uno de los pocos vínculos de la nacionalidad ecuatoriana. El catolicismo es una fuerza de cohesión política". De ahí que los artículos fundamentales no fueron atacados ni se les propusieron enmienda.
.....Llevó a cabo la Consagración del Ecuador al Sagrado Corazón de Jesús.
"Reconozco la fe del pueblo ecuatoriano, y esa misma fe me impone el sagrado deber de conservar intacto su depósito" afirmó el gran estadista en aquella ocasión.
Su muerte heroica debida al odio a la fe.
Las logias masónicas planearon su exterminio.
En una carta a Pío IX escribió: ¡"Qué riqueza para mí, ser odiado y calumniado por amor a nuestro Divino Redentor! ¡Qué felicidad, si vuestra bendición me obtiene del cielo la gracia de derramar mi sangre por Él, que siendo Dios quiso derramar su sangre por nosotros en la cruz".
El día 6 de agosto de 1875, García Moreno como era habitual, entró a la iglesia del Sagrario para hacer una visita la Santísimo Sacramento antes de ir al palacio presidencial. Vinieron a avisarle que alguien precisaba hablar con él urgentemente. Cuando subía las escaleras del palacio un sujeto llamado Rayo gritando "muerte al tirano" lo hirió en la nuca con machete, mientras tres cómplices le disparaban al pecho.
El Papa Pio IX concedió a García Moreno la Condecoración de Primera Clase de la Orden de Pío IX.
El año 56 inicié la filosofía y por recomendaciones decidí buscar a García Morente en la Biblioteca Cordimariana o Claretiana.
Como era español y a pocos años fallecido, 1942, obtuve los datos necesarios y al final compré el libro "Lecciones preliminares de Filosofía".
Fue un filósofo español, gran divulgador, traductor de destacadas obras del pensamiento europeo, filósofo de cuño original, extraordinario profesor, gracias a su magisterio oral y escrito se iniciaron en la filosofía, y aún hoy día lo siguen haciendo, multitud de promociones universitarias.
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