LA INMACULADA VIRGEN DE
LOURDES
José María Gabriel y Galán
Sol del más dichoso día;
vaso de Dios, puro y fiel;
¡Por ti pasó Dios, María!
¡Cuán pura el Señor te haría
para hacerte digna de Él!
Manantial de los consuelos,
plenitud de los anhelos,
luz que toda luz encierra,
Embeleso de los cielos,
alegría de la tierra…
¿Qué más decirte podría
en tu alabanza y loor
después de decir que un día
fuiste sin mancha, ¡Oh
María!
la madre del Redentor?
¡Madre mía! ¡Madre mía!
¡Que beba mi poesía
pureza de tu pureza!
¡Que aprenda a tomar belleza
de tu belleza, María!
A LA INMACULADA
Jorge BADANI
De toda eternidad fuiste tú, in mente,
por el Eterno Padre
concebida,
fuera de Dios aún no había
vida
y en la idea de Él ya eras
presente.
Tu humana encarnación fue
así latente
con anterioridad a la caída
de Eva y Adán, y fuiste la
elegida
para abatir a la infernal
serpiente.
Si concibió Dios tu alma
antes de todo
y, por lo tanto, antes del
pecado,
fuiste pues concebida
inmaculada;
tu corpórea envoltura sólo
en modo
humano fue, por precisión
tomado,
para ser de Dios Hijo la
morada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario