sábado, 16 de enero de 2016

LIBERTAD FÍSICA Y LIBERTAD MORAL / José M. de ROMAÑA


Consultorio Cívico-Religioso
CONSULTA.- Carlos Madueño  Stuart: Acláreme la diferencia entre libertad física y libertad moral.

El hombre tiene poder físico para actos malos y buenos. Su mano tiene el poder material de dar un vaso de agua o un veneno. Tiene libertad física para el mal.

    Pero el hombre no es sólo movimiento físico; es espíritu, es persona, con deberes y derechos, con relaciones y destinos. Está creado para la felicidad que se identifica con la expresión de su naturaleza, totalmente considerada y con el servicio de Dios. Así como el reloj no tiene libertad, si pudiera expresarse, para decidir “Ya no daré las horas”, porque dejaría de ser reloj, así el hombre no tiene libertad para decidir “No quiero ser feliz, no quiero servir a Dios”, porque eso equivale a decidir “No quiero ser hombre”. Físicamente puede hacerlo; esencialmente, moralmente no tiene esa opción; si lo hace físicamente, se destruye esencialmente.

    De la muerte tenemos un concepto puramente material, físico. Pero hay una muerte sicológica, metafísica. El hombre que renuncia a amar a Dios y a su prójimo, ha dejado de existir como hombre, aunque su cuerpo y su alma sigan marchando unidos y externamente activos. Las palabras “pecado mortal” tienen un sentido no simbólico sino real.  La esencia del hombre es amar a Dios y al prójimo; así como expresa su naturaleza y encuentra su felicidad; si decide físicamente no hacerlo, se destruye; “El que no ama está muerto”, dice con toda verdad San Juan.

   Como la vista es para mirar y el oído para oír, la libertad es para escoger el camino que conduce a la expresión de la propia naturaleza, a la felicidad, a Dios. Si uno la usa físicamente para escoger el mal, es como si estuviera usan sus ojos para andar y sus orejas para comer.

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