viernes, 1 de enero de 2016

VERSOS DE AÑO NUEVO PARA SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS / Jesús MAULEÓN


31.12.15 
Los versos  son de un escritor tan conocido como el salmantino Juan del Encina (1468-1529), poeta, autor dramático -especialmente valorado como tal- y músico.. Si con frecuencia juega con una técnica y unos modos conocidos, previsibles, alcanza en sus “villancicos” piezas de muy notable sensibilidad y finura. La que hoy ofrezco está recogida como himno en el Libro de las Horas postconciliar, en el Común de Santa María Virgen, con algunas supresiones y una estrofa añadida. Aquí va la versión original. La insistencia en la maternidad divina de María hace de estos versillos un regalo muy acorde con la octava de la Navidad:

VILLANCICO

¿A quién debo yo llamar
“¡vida mía!”,
sino a ti, Virgen María?

Todos te deben servir,
Virgen y Madre de Dios,
que siempre ruegas por nos
y tú nos haces vivir.
Nunca me verán decir
“¡vida mía!”,
sino a ti, Virgen María.

¡Duélete, Virgen de mí!,
mira bien nuestro dolor,
que este mundo pecador
no puede vivir sin ti.
No llamo desque nací
“¡vida mía!”,
sino a ti, Virgen María.

Tanta fue tu perfección
y de tanto merecer
que de ti quiso nacer
quien fue nuestra redención.
No hay otra consolación,
“¡vida mía!”,
sino a ti, Virgen María.

El tesoro divinal
en tu vientre se encerró,
tan precioso que libró
todo el linaje humanal.
¿A quién quexaré mi mal,
“¡vida mía!”,
sino a ti, Virgen María?

Tú sellaste nuestra fe
con el sello de la cruz;
tú pariste nuestra luz:
Dios de ti nacido fue.
Nunca jamás llamaré
“¡vida mía!”,
sino a ti, Virgen María.

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