"El Espíritu aprovecha
cualquier rendija"
"Ninguna revolución
latinoamericana será verdadera, popular y triunfante, si no incorpora el
elemento religioso"
Gabriel María Otalora, 27 de
noviembre de 2016
Fidel le confesó a Boff:
"Ninguna revolución latinoamericana será verdadera, popular y triunfante,
si no incorpora el elemento religioso"
(Gabriel María Otalora).-
Con la muerte del dictador Castro, leeremos y escucharemos muchas versiones de
su extensa vida, lo que nos dará una idea aproximada de la realidad de este
estadista y lo que ha supuesto el régimen castrista en Cuba, con sus luces y
sombras siempre bajo la sombra del Gran Padre yanqui. Nada es blanco o negro, y
los matices suelen ser lo importante a la hora de hacer valoraciones de
conjunto. Castro fue un dictador y Estados Unidos el detonante de su dictadura,
cosa que criticamos menos, a pesar de su bloqueo y de convertir a la isla en
un gran burdel con Batista al servicio de su imperialismo.
Pero quizá sea menos
conocido algunas cosas sorprendentes que he querido rescatar para los lectores
de un artículo escrito por Leonardo Boff, con motivo del ochenta cumpleaños de
Fidel Castro. Boff, teólogo y gran defensor del ecosistema contra las amenazas
neoliberales, tuvo un encuentro maravilloso con Fidel Castro que
lamentablemente no es todo lo conocido que debiera serlo. Fidel lo invitó a que
fuera a Cuba a compartir las dos semanas de vacaciones de Castro, a raíz de que
el papa anterior, Benedicto XVI, entonces cardenal del Santo Oficio, le
impusiera a Leonardo Boff el silencio cuando publicó su libro "Iglesia,
Carisma y Poder".
Durante esos 15 días, además
de disfrutar de la hospitalidad del presidente, conversaron con total libertad
sobre todos los temas, especialmente los considerados más candentes por aquél
entonces: marxismo y revolución, política general, religión, ciencia, etc.
Fueron conversaciones "eternas" como que duraban hasta altas horas de
la madrugada, como corresponde a dos buenos conversadores que tienen tanto que
expresar.
Huelga pensar en los
comentarios que despertaron estos encuentros en los respectivos círculos de
influencia de ambos. Pero lo cierto es que el interés de Castro por Boff y sobre
todo por lo que este representaba (a Cristo), hicieron mella en el general:
"Algunos puntos de aquellas conversaciones me parecen relevantes: "Si
de lo conversado con Fidel acerca de la Teología de la Liberación, Ratzinger
entendiera la mitad de lo que entiende Fidel, otro sería mi destino personal y
el de la teología de la liberación."
En ese contexto, Fidel le
confesó a Boff: "Ninguna revolución latinoamericana será verdadera,
popular y triunfante, si no incorpora el elemento religioso". Sorprendente.
Y desde esta clarificación, llegó algo todavía más sorprendente, como fue la
solicitud de Castro a Boff y a Frei Betto (ambos provenientes del carisma
franciscano) que le dieran clases de religión y cristianismo a todos los
funcionarios de segunda línea de Cuba.
Por otra parte, Fidel nunca
ocultó haber sido alumno de los jesuitas aunque les criticaba que lo que
precisamente suele ser el fuerte de ellos, es decir, enseñar a pensar, en su
caso lo aprendió en prisión a posteriori leyendo a Marx. Si en aquella época
hubiese conocido la teología de la liberación, seguramente la habría aplicado
en Cuba, llegó a decir. Y agrega Boff: "Llegamos a un momento de tanta
sintonía, que solo nos faltaba rezar juntos el Padrenuestro." Lo cierto es
que el pensamiento de Fidel sobre la religión ha cambiado desde entonces,
abriendo la mano a la apertura a las iglesias cristianas.
Boff cuenta que aquellos
encuentros intensos los registró por escrito en varios cuadernos, pero un día
fue asaltado y se los robaron en Río de Janeiro. Con lo cual, muchos nos
hemos quedado fastidiados pensando en lo que pudo haber sido ese libro
imaginado que jamás veremos escrito. Pero ante la muerte de Fidel, lo más
importante es reflexionar sobre cómo el Espíritu aprovecha cualquier rendija que
le dejamos para actuar por encima de razas, políticas o momentos históricos.
DE MI ÁLBUM
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