El ex cancillar de
Nicaragua, Miguel D'Escoto, le llama "profeta" y "santo"
"La única figura
mundial respetable que queda es el Papa Francisco"
José Manuel Vidal, 26 de
noviembre de 2016
Frei Betto: "Fidel, el
primer revolucionario que cumple los 90 años"
Es la pérdida de una
referencia de un hombre que tuvo una profunda coherencia en la vida con sus
ideales y convicciones
(José M. Vidal/Agencias).-
Fidel Castro, el último líder comunista mantuvo siempre una relación de
amor-odio con la religión. La prohibió al principio y la reconoció, después.
Entre sus amigos, un fraile dominico brasileño, Frei Betto, que considera al
Comandante, en la hora de su muerte, como "el último gran líder político
del siglo XX". Por su parte, el ex canciller de Nicaragua, Miguel
D'Escoto, dice que fue "un profeta" y "un santo".
"Es un momento de
pérdida de un amigo íntimo y al mismo tiempo de una figura que representaba al
último grande líder político del siglo XX, que logró rescatar la dignidad de la
nación cubana", dijo Frei Betto en sus primeras declaraciones después de
la muerte de Castro dadas al diario O Globo de Río de Janeiro.
El religioso señaló que
"sea contra o a favor de la revolución, el hecho es que la pequeña isla
del Caribe nunca más pasó desapercibida de la opinión pública mundial. Y Fidel
supo comandar ese proceso con tamaña habilidad política".
El líder cubano falleció
anoche a los noventa años de edad, según informó su hermano y actual presidente
del país caribeño, Raúl Castro, en una alocución en la televisión estatal.
"Cuba sobrevivió a la
caída del muro de Berlín, a la desaparición de la Unión Soviética y hoy, junto
a Brasil, es el único país que recibió recientemente cuatro visitas
papales", aseveró Frei Betto, quien acompañó a Castro en su fiesta de
cumpleaños número noventa el pasado 13 de agosto en La Habana, en la última vez
que lo vio.
"Él estaba enteramente
lúcido, a pesar del cuerpo debilitado. Pero no al punto que le impidiera
caminar sin apoyo desde la entrada del teatro Karl Marx hasta la silla en la
primera fila, donde fue presentado un espectáculo por niños en su
homenaje", contó.
En su última visita a
Castro, el religioso relató que el líder cubano siguió atento por la televisión
la transmisión de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 que se disputaron
en agosto.
"Creía que él todavía
tenía años de vida al frente. Él continuaba estudiando, leyendo y muy atento a
las noticias. En ese tiempo no quitaba los ojos de la televisión interesado en
los Juegos Olímpicos. Fidel era deportista: practicó la natación, la pesca
submarina y el baloncesto", comentó.
Para Frei Betto, la muerte
de Castro significa también la "pérdida de un mundo mundial carente de
liderazgo, en el que la única figura de expresión internacional respetable es
el Papa Francisco".
"Es la pérdida de una
referencia de un hombre que tuvo una profunda coherencia en la vida con sus
ideales y convicciones. En un mundo en el que varios dirigentes progresistas se
dejan llevar por la corrupción es hora de recordar la frase de Fidel: 'Un
revolucionario puede perder todo, hasta la vida, menos la ética", citó.
Según el amigo de Castro, la
muerte del líder no debe afectar las relaciones de la isla con Estados Unidos y
mandó el recado para el presidente electo, Donald Trump.
"Esperamos que Trump no
cometa la bestialidad de provocar un retroceso. La repercusión de la muerte de
él tal vez lleve a los nuevos gobernantes de Estados Unidos a entender la
importancia de ese proceso de reaproximación entre los pueblos", aseveró.
Una biografía que será
lanzada la próxima semana desnuda a Frei Betto, el polémico fraile que luchó
contra la dictadura en Brasil, lideró el programa contra el hambre del
expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y convirtió en libro sus largas
conversaciones sobre religión con Castro.
"Frei Betto:
biografía", una obra de 472 páginas editada por Civilização Brasileira y
Grupo Editorial Record y prologada por el propio Castro, exigió cuatro años de
trabajo al historiador Américo Freire y a la periodista Evanize Sydow, quienes
entrevistaron a cerca de 200 personas y viajaron con el religioso a varios
países.
Miguel D'Escoto le llama
"santo"
El sacerdote y excanciller
de Nicaragua Miguel D'Escoto llamó hoy "profeta" y "santo"
al exgobernante de Cuba Fidel Castro, quien falleció anoche a los 90 años de
edad.
"Yo siempre lo llamaba
el profeta mayor de nuestra patria grande indo-latinoamericana y afrocaribeña
(...). Fidel, para mí, era un santo", dijo D'Escoto a través de medios del
Gobierno nicaragüense.
D'Escoto, exponente de la
Teología de la Liberación, se dedica a la política desde el triunfo de la
revolución sandinista en Nicaragua, en 1979.
En 1984 el clérigo recibió
una "suspensión a divinis", emitida por el fallecido papa Juan Pablo
II, por formar parte del Gobierno nicaragüense, castigo que le fue levantado 30
años después.
El sacerdote, quien fue
canciller del Gobierno sandinista de Nicaragua en la década de los 80,
relacionó a Castro, un ateo declarado, con el cristianismo.
"Yo creo que nuestro Señor usó a Fidel como su profeta, para ayudar a despertar el cristianismo
adormecido en nuestra patria", sostuvo.
D'Escoto es uno de los
personajes más conocidos de la revolución sandinista y fue presidente de la
Asamblea General de las Naciones Unidas en 2008.
DE MI ÁLBUM
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