domingo, 4 de diciembre de 2016

WAMACHUKO / Clodomiro GUEVARA VARGAS




Clodomiro Magno Guevara Vargas, el “Poeta del Terruño” y que escribiera con el seudónimo de CLOMAGGUE, nació en Humachuco el 15 de abril de 1898, extinguiéndose el 2 de julio de 1951.

En pos de nuevos horizontes, salió de Humachuco, estableciéndose por algunos años en Cartavio, en donde fundó y dirigió el combativo periódico: “Grito de Redención”. Posteriormente, regresó a su terruño, en una época en que el país vivía una intensa efervescencia política.

Sin lugar a dudas, Clomaggue fue un notable poeta, pero desgraciadamente  uno de los menos publicitados. Sin embargo, si se le juzga con justicia, su obra poética lo coloca entre los valores auténticos de la poesía peruana contemporánea. Su obra édita e inédita, en la perspectiva del tiempo, reclama ya una visión integral y orgánica de su mensaje poético, examinando en ésta el contenido nativista, la temática vernacular y el significado afirmativo de un regionalismo literario.

WAMACHUKO

-a-

Por tu carga de siglos doblegada, 
¡pobre vieja! , rumiando sinsabores,
te kundushas de saúcos y alcanfores.
Una cinta de plata, descolgada
del Ande, finge el río que serpea
en tu seno, y que alegre canturrea
filmándose en tu cápsula azulada.
Sacuden tu nostalgia y tu tristeza,
el lic-lic entusiasta y vocinglero
y el kargache de limpia carcajada.
Y tus sueños de histórica grandeza
graba “El Toro” en su aurífero venero
y el “Waylillas” en su cumbre diademada.

-b-

Tus casas se apretujan cual rebaño
en kinchón de picachos encerrados;
tus calles antiestéticas de hogaño
protestan del mal gusto del pasado.
Tu plaza virreinal tiene el huraño
esguince de una gran yermo desolado,
donde sufre el más rudo desengaño
un gigantesco fray petrificado.
En su centro, gallarda poemisa
la fontana de piedra, que cinceles
de un autóctono artista esculturiza.
Nada hay más de envidiable en tu atavío,
nada hay más, pero mirtos y laureles
florecen en tu espíritu bravío.

            -c-

Oro y sangre a la acción liberadora
de la patria ofrendaste con largueza;
y del Pacífico en la lid sonora
fuiste escenario de inmortal proeza.
Siempre fiel a la gesta redentora,
San Martín te aureola de nobleza;
y la huella de la planta vencedora
de Bolívar, en tus vías anda impresa.
Carrión exalta, más aún, tu gloria
con Rebaza el insigne “Pico de Oro”;
y Gamarra el de la chispa rabelina.
Tres vástagos que brillan en tu Historia
ciñendo mirtos y laureles de oro
sobre tu frente de sultana andina.

DE MI ÁLBUM


No hay comentarios:

Publicar un comentario