Fidel Castro, 1970
El juicio de su primo
mercedario
Fidel ¿hombre de Dios?
"Lo que importa no es
que Fidel crea, sino Dios crea en él"
Xabier Pikaza, 27 de
noviembre de 2016
Asu juicio, antes que toda
dirección política (e incluso que toda religión) estaba el derecho y el pan de
los pobres.
Murió en Xunqueira de Ambia
(Ourense), el 12, 2, 1990. Se llamaba Antonio Mª Silva Castro, y era primo
carnal de Fidel Castro. Había nacido en Láncara, Sarria (Lugo), como su primo,
y era hijo de una hermana del padre de Fidel.
La historia es conocida. El
padre de Fidel fue a la guerra de Cuba como soldado de España y tras ser
repatriado, después de la derrota (1898), volvió a Cuba, porque amaba a su
gente y a su tierra (como otros muchos gallegos), se casó y tuvo unos hijos,
entre ellos Fidel y Raul.
Una hermana suya quedó en Láncara,
y tuvo también unos hijos, entre ellos Emilio y Antonio, que fueron
mercedarios, intelectuales, políticamente de derechas, pero muy distintos, uno
académico en Brasil (Emilio), otro místico de pueblo (Antonio).El P. Antonio me
habló mucho de Fidel.
El testimonio de un primo
místico
Conocí especialmente al P.
Antonio, que ejerció su ministerio muchos años en Xunqueira. Era un hombre de
fe y caridad, un místico de visiones, que hablaba casi todos los días con la
Virgen, que enviaba mensajes a políticos y personas de influjo, para
"convertirles" a la verdad y a la justicia... y que ejercía en el
pueblo y en su entorno, realizando una gran labor de caridad, de acogida,
dirección espiritual y servicio social.
Quiero recordar dos
anécdotas suyas, y después lo que me dijo de Fidel, su primo. La primera se
refiere a mi vida, la segunda a la suya.
‒ El año 84-85 pasé varios
meses en Verín, a un tiro de piedra de Xunqueira, preparando mi
"defensa" para en nihil obstat de Roma. Nos juntábamos con frecuencia
para convivencias y retiros y me preguntaba siempre ¿Cómo va eso? Yo procuraba
aclarar el tema y él me respondía:
No te preocupes, filinho, sé
fiel a tu conciencia, que esas cosas de dogma y teología no las entiende nadie,
ni tú ni los de Roma. Sé fiel a tu conciencia, reza y haz y el bien, que eso es
lo que vale... y si te dejan dar clase otra vez dí siempre lo que piensas con
caridad, que eso es lo mejor para la Iglesia.
‒ La segunda anécdota se
relaciona con su vida. Nunca había ido al médico. Creía que la vida es un don
de Dios, que estamos en sus manos... y que una medicina "agresiva" va
en contra de la naturaleza y del mismo Dios...Y así no quiso operarse de
cataratas, porque era ya anciano, y porque podía seguir leyendo, aunque con dificultad:
¡Dios lo quiere, me tengo que acostumbrar a otra luz...!
Pues bien, poco antes de
morir, vino el médico y dijo que había que ingresarle en el hospital de
Ourense. Él asintió, pero, al cabo de un rato, llamó a la celda del superior
(A. Leal) y le dijo: ¡No podemos ir mañana al hospital! He hablado con la
Virgen y me ha dicho, con toda claridad, que confíe en Dios, que estoy en sus
manos.
Pero el P. Leal, que era
otro gallego fino, le contestó: Me parece muy bien, pero dile a la Virgen que
me lo diga a mí, esta misma noche, y bien claro, que de lo contrario vamos
mañana al Hospital. Y claro, fueron al hospital, y él tan contento, porque
obedecer al superior, con la paz de la comunidad, estaba antes que todas las
visiones (a pesar de todo no sirvió de nada lo de hospital, murió muy pronto,
con gran fe en la vida y en los hombres, tras cientos de visiones que andan
escritas en algunos papeles.
Y ahora viene lo de su primo
Fidel
Muchas veces hablábamos de
él... y, aunque el P. Antonio S. Castro era en principio muy de derechas, como
he dicho, le defendia siempre porque, a su juicio, antes que toda dirección
política (e incluso que toda religión) estaba el derecho y el pan de los
pobres.
Yo me atrevía a tomarle el
pelo: ¡Pero Fidel es comunista y no cree en Dios...! No puede ser bueno. Además
dicen que ha quitado tierras a los ricos... y que no deja libertad...Y él me
respondía siempre (un poco como primo, otro poco como gallego... y un mucho
como hombre de justicia....): Ha quitado tierra a los ricos, para dárselas a
los pobres, como es justicia... y no deja libertad a los capitalistas que
quieren hacerse dueños de todos, eso es, a los americanos.
Yo seguía insistiendo: ¡Pero
no cree en Dios! Y él me respondía... (con su humor místico y socarrón):
Veo que no andas bien en eso
de la teología, por algo te estarán juzgando en Roma ¿Qué es eso de creer en
Dios? Y además ¿tú como sabes que Fidel no cree? Y además lo que importa no es
que Fidel crea, sino Dios crea en él, y en todos nosotros. Y que hagamos el
bien. Y Fidel, a pesar de todos los problemas de la política, está haciendo el
bien para muchos pobres de Cuba. En aquel sitio, en Cuba, con los americanos
mandando en todo, había mucha injusticia y Fidel ha buscado la justicia, ha
querido hacer bien a los pobres, es un hombre de Dios.
DE MI ÁLBUM
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