18-diciembre-16
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“EN EL SÉPTIMO DÍA, DIOS
CREÓ AL HOMBRE: Era MOZART”…El concepto del filósofo Grillparzer no puede ser
más explícito al referirse al genio más grande de la historia del arte de los
sonidos, su obra se compara a la consumada organización del Universo.
La fría mañana de noviembre,
acompaña al autobús que sigue su marcha hacia una de las ciudades más bellas y
pintorescas del mundo: SALZBURGO, del lado derecho se pueden apreciar
majestuosamente los Alpes austríacos. Su historia dio origen a la mezcla de
caracteres raciales que hoy forman su ambiente, y que derivan de las culturas
germanas e italianas; su población es alegre y sus melodías tienen la claridad
de las montañas y la serenidad de los lagos que la rodean. Wolfgang Amadeus es
el héroe mitológico de Salzburgo, restaurantes y cafeterías llevan su nombre,
su imagen aparece en chocolates, llaveros, billeteras, bolsos, carteras,
bufandas, paraguas, polos, camisetas, playeras y sudaderas. Muy cerca del rio,
se levanta un pequeño edificio en donde se puede leer: MOZARTS GEBURTSHAUS,
aquí en el No.9 de la GETREIDEGASSE nació Mozart el 27 de enero de 1756; en el
tercer piso vivió con sus padres y hermana.
Recorrer las mismas calles,
ver a lo lejos las mismas montañas, y contemplar las mismas aguas del rio Salz,
forman parte de una sensación muy singular; pero estar presente en la misma
habitación donde nació, es una vertiente de emociones que se funden en el
universo del sonido de su música, la cual trasciende la existencia material que
es guiada por sonidos ordenados con absoluta perfección que simultáneamente nos
llevan a la libertad del alma, para mostrarnos el cosmos en cuyo centro nos
encontramos. En una de las paredes, cuelga un pequeño cuadro que muestra a
Mozart en su lecho de muerte, se ven hojas dispersas de música en las cuales
escribió con temblorosas manos su REQUIEM, uno de sus alumnos añadió el final;
al pie dice: Wolfgang Amadeus Mozart murió en Viena a las 12:55 de la mañana
del día 5 de diciembre de 1791; causa de su muerte: “Fiebre muy alta”.
Nos estamos acercando a
Viena, ante la espectacular vista nocturna, la capital de la música se impone
magistralmente en el ambiente cultural de Europa; en el Musikverein esta noche
se presenta la London Symphony, mañana la Orquesta del Concertgebow de
Amsterdam y pasado la Sinfónica Nacional de México. La Catedral de San Esteban
y la Opera de Viena parecen darnos la bienvenida. El actual cementerio de San
Marx, está construido sobre lo que en el siglo XVIII en las afueras de la
ciudad, estaban las fosas comunes de Viena, esparcidas por todos lados se
colocaban cruces de madera como señal de que ese lugar era una fosa común. En
el centro y a la entrada de este Camposanto hay una urna, aquí se cree que es
el lugar exacto donde fue tirado el cadáver de Mozart. Aquel día de invierno en
medio de una torrencial lluvia, un puñado de amigos lo despidieron, al llegar
al lugar del entierro, solo un perro formaba parte del séquito fúnebre. Así
queda una víctima más de la maldad humana y de la envidia profesional. Es como
si Dios escogiera a un niño provinciano, que encuentra en él la genialidad, lo
sublime y lo milagroso; lo lleva de la mano por el camino de la perfección y lo
convierte en “Niño Dios” que expande la dicha sobre generaciones y siglos, su
mensaje llega desde Salzburgo a Cusco, a un niño o un anciano, a los animales y
hasta las plantas. El fuego divino es grandioso y maligno a la vez, concede
pocos, muy pocos años de vida a su elegido, mezcla su alma con toda la miseria
humana y termina consumiéndolo en su propia llama.
“AQUÍ ESCRIBÍ LA ESCENA DEL
ARROYO, Y ARRIBA, LAS OROPÉNDOLAS, CODORNICES, CUCLILLOS Y RUISEÑORES LA
COMPUSIERON CONMIGO”…Con estas palabras se refirió Ludwig Van Beethoven en 1808
respecto a su sinfonía No.6 Op.68. Beethoven vivió como en 30 casas durante su
permanencia en Viena, hace 35 años conocí dos de ellas, pero la que se encuentra
en los dominios de las alturas del cerro Kahlenberg, que en el siglo XIX era la
pintoresca aldea de HEINLIGENSTADT, es una de las experiencias más
significativas de este viaje, pues en este lugar, Beethoven compone su sinfonía
“Pastoral”. Aquí en 1802, escribe su famoso testamento, en donde entre otras
cosas dice: “Lo único que me impide a no acabar con mi vida, es que aún tengo
mucho que ofrecer”…Se refería a los cuartetos de cuerda Op.59 dedicados al
Príncipe Rasumovsky, embajador de Rusia en Viena; son obras de consumada
maestría escritas para “otra Era”. Actualmente el BEETHOVENGANG o Paso de
Beethoven, nos conduce a un pintoresco lugar donde hay un museo y diferentes
restaurantes, premiar al paladar con un vino de esta región, en el mismo lugar
donde el atormentado Ludwig se refugiaba por varios meses huyendo de la
Primavera; equivale a la sensación de entrar a la “Gloriosa escuela del
corazón, la Naturaleza, aquí se aprende a conocer a Dios”…Según sus propias
palabras. En el testamento de HEILIGENSTADT decía: “Alguien oía cantar al
pastor, el canto de las aves”…Aparentemente el sonido era más recuerdo que
realidad, si en 1808 no estaba completamente sordo, ya no oía el canto de las
aves. Le gustaba mucho pasear completamente solo por el campo y recorrer
constantemente los alrededores de Viena, vagando por esos parajes se compenetra
con la campiña apacible poblada por pastores, hombres humildes y felices;
algunas veces llegaba sin sombrero y completamente mojado por la lluvia. La
sinfonía “Pastoral” se estrenó el 22 de diciembre de 1808; esta gran obra se
transforma en dulce quietud para el alma atormentada y representa un pacto de
felicidad entre su autor y la Naturaleza con sus encantos, cuyo efecto es
absolutamente musical, su extraño amor a la Naturaleza, es consecuencia lógica
de su espíritu panteísta.
Su preferida frase no puede
ser más clara: “Dios Todopoderoso, soy feliz en la selva, donde cada árbol
habla por ti, sobre las cumbres se halla el reposo para servirte”. Nuestra
despedida de Viena se da en el Cementerio Central donde descansan los restos de
ilustres personajes, entre los cuales se encuentran las tumbas de Ludwig Van
Beethoven, Franz Schubert (quien pidió estar enterrado junto al maestro) y
Johannes Brahms; tres grandes hombres que fusionaron su existencia con la
Naturaleza y el Universo de los sonidos.
“PERO YO NO SOY PINTOR, SOY
ESCULTOR, CON EL PINCEL HE HECHO MUY POCO Y ¿QUIERE USTED QUE PINTE 1000 METROS CUADRADOS
SOBRE UN TECHO CURVO?”…Así le respondió Miguel Ángel al Papa Julio II ante la
invitación del Pontífice para la decoración del techo de la Capilla Sixtina.
Con la emoción de ver de cerca esos maravillosos frescos nos dirigimos al
centro de la ciudad de Roma; el taxista tiene su radio prendido y Pavarotti
canta un dramático “O sole mio…”La cuna del Bel Canto y los “Do de pecho” se
acerca a medida que entramos en la Roma vechia. La primera visita nos lleva a
los famosos museos del Vaticano; en la entrada hay unos folletos que dicen:
“OBOLO DE SAN PEDRO, donar es participar”…Es una iniciativa de apoyo de los
fieles de todo el mundo para que donando, la Iglesia Católica pueda desarrollar
su misión con obras de misericordia; pero en realidad, el famoso Óbolo de San
Pedro, uno de los más suculentos ingresos del Vaticano, fue creado en el siglo
VIII por los reyes anglosajones para el mantenimiento de las iglesias de Roma y
el uso personal del Pontífice. El año 730, impusieron a sus vasallos el pago de
un día de sueldo al año para enviarlo a Roma.
A pesar de las críticas y
sarcasmos del gran pintor RAFAELLO y el cardenal BLAS, Miguel Ángel acepta el
compromiso; cuatro años tardó en terminar el trabajo sobre un techo plano que
da la apariencia de una bóveda. Rafaello, gran exponente de la escuela
florentina es invitado por el Papa Julio II para que decore sus aposentos; su
fresco “La Escuela de Atenas” es de verdad una maravilla, sublime concepción de
la filosofía, la suprema armonía de la forma es admirable. Julio II, “El Papa
guerrero”, era sobrino del Papa Sixto IV, éste, Vicario de Cristo, homosexual
declarado, fue el primer Papa que autorizó los prostíbulos de Roma e inventó
las misas pro difuntos, para sacar almas del Purgatorio; tuvo la idea de
construir una capilla que llevara su nombre. Julio II favoreció las artes pero
gobernó “a caballo”; no se desprendía de su armadura, siempre listo para el
ataque, a pesar de ser franciscano, bebía, maldecía, se batía a duelo y hacía
orgías, tuvo tres hijas; puso la primera piedra para la construcción de la gran
Basílica de San Pedro, rezó por la paz y bendijo las guerras, murió sifilítico.
El Cardenal Blas, detractor de Miguel Ángel acostumbraba visitar al pintor para
burlarse de su trabajo y molestarlo por su inclinación misógina con estas
expresiones: ”Como no te gustan las mujeres, no sabes nada de ellas; yo las
conozco a todas, viudas, casadas, solteras, gordas, flacas, feas y bonitas…”.
Pero la dulce venganza de Miguel Ángel no se hizo esperar; en el fresco del
juicio final, pinta a Blas como portero del infierno con una serpiente que se
desliza desde su cuello hasta su miembro viril para comérselo.
Bellas y famosas pinturas
cubren las paredes de la habitación de ALEJANDRO VI, “El Papa Satánico”,
Rodrigo Borja nombre de soltero, era hijo del Papa Calixto III; Alejandro VI
español de nacimiento ocupó la silla de San Pedro de 1492 a 1503; considerado
como la manzana más podrida entre las podridas del Vaticano: corrupto, maníaco
sexual, dictador, torturador y asesino; tuvo 10 hijos ilegítimos y 4
reconocidos, dos hijos con una quinceañera y con su hija Lucrecia, hermana de
César Borja, Cardenal y Capitán General del Vaticano; en su recámara están
pintadas sus mujeres, amigas y prostitutas. Como promotor del “Descubrimiento
de América”, protegió a Colón a través de los Reyes Católicos de España y con
su firma sobre los mapas selló el destino del nuevo continente; prácticamente
regaló América a los Reyes Católicos de España y Portugal; fue envenenado por un cardenal. El Papa Pio III
que le sucedió no quiso ocupar el aposento papal, su repulsión y asco fue tal
que ordenó construir otra recámara; sus dotes de espiritualidad le obligaron
mandar borrar los rostros de las prostitutas compañeras de Alejandrito,
quedando tal como se pueden ver en la actualidad.
Las maravillas
arquitectónicas que encierra la Basílica de San Pedro son de una belleza
indescriptible, la Columnata y el Baldaquín de Bernini, la Fuente de Carlo
Fontana, el Obelisco, erigido donde en la antigüedad era la Arena de Calìgula,
la Piedad y la Cúpula de San Pedro de Miguel Ángel, y la Tumba de San Pedro.
Aquí vale la pena tener en cuenta que la verdad histórica nos dice que Pedro
nunca estuvo en Roma, entonces ¿Quién yace en su lugar?...Se le considera el
primer Papa cuando en aquél entonces no había ni Iglesia ni Papas. SILVESTRE I
el primer Papa aliado del Emperador Constantino aparece 314 años después.
Abandonando los corredores de pulcro mármol de Carrara, me quedé pensando:
¿Será posible que Jesús de Nazareth escogiera como sucesor suyo a Pedro, un
inculto pescador analfabeto, violento, desleal que lo negó 3 veces?
Ya de salida, contemplando
el Vaticano desde la Via de la Conciliazione, me vino a la mente un chiste que
una vez me contó un amigo: Desde el cielo, Dios, Jesús y Pedro miraban
admirados la majestuosa Ciudad del Vaticano. ¿”Cómo les fue allá en la tierra, hijos
míos? -preguntó Dios. -”Mi crucifixión no salvó al mundo, pero sí que hizo ricos
a los que usaron mi nombre, padre mío”, contestó Jesús. Luego, Pedro dice: -“Pero
es negocio redondo, no nos podía haber ido mejor… ¿Te acuerdas Yeshua cuando
entraste a Jerusalén aquél domingo?”. A lo que Jesús contestó: -“¿Cómo no me
voy a acordar?…y pensar que hasta el burro fue prestado”.
DE MI ÁLBUM
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