viernes, 16 de octubre de 2015

EL DÍA FESTIVO POR EXCELENCIA


DE: "LAS MÁS BELLAS ORACIONES DEL MUNDO"


                                                               
Pon tus manos
con suavidad
sobre nosotros,
que tu contacto transmita
la paz, y nos procure
curación y perdón.
Pon tus manos suavemente,
pon tus manos.

Fuiste enviado a liberar
corazones destrozados,
enviado a dar la vista
a los ciegos, y quieres curar
todas nuestras enfermedades.
Pon tus manos suavemente,
pon tus manos.

Señor, venimos a Ti
en cualquier necesidad.
Señor, venimos a Ti
buscando plenitud.
Pon tus manos suavemente,
pon tus manos.
           Rita J. Donovan

VENTANA AL MUNDO:
MARRUECOS














NOCHES Y DÍAS DE MARRUECOS
Por John Gunther

Aunque he visitado casi todos los países del mundo islámico, nunca he sentido en ellos un ambiente tan denso y hermético como el de Marruecos. Se trata de un país reservado y contrario a cuanto suponga apresuramiento o cambio. Es en Marruecos donde se aspiran a pleno pulmón las más formidables y antiguas esencias arábigas.

   Marruecos está dividido en tres partes: la Zona Francesa con una población cuyo número nadie sabe exactamente. La Zona Española que tiene alrededor de un millón de habitantes; y Tánger, reducido ganglio de tierra totalmente embutido en la Zona Española, que cuenta con unos 170,000 vecinos.

   Los primitivos habitantes de Marruecos eran bereberes, cuyo origen es desconocido. Siguiéronlos mercaderes fenicios y oleadas sucesivas de conquistadores romanos, árabes y, en tiempos más modernos, portugueses, españoles y franceses. El idioma más común hoy día es el árabe.

   Hace algunos años se publicó una guía de bolsillo con observaciones útiles para entenderse con los árabes. Estas observaciones presentaban un cuadro de conjunto bueno, aunque simplificado; aconsejaban, por ejemplo, que nunca debe estrecharse vigorosamente la mano de los árabes, porque tienen los dedos delicados y no gustan de apretones fuertes. No comen cerdo y según sus costumbres el invitado debe retirarse después de la tercera taza de té que se le sirve de sobremesa. Nunca trate usted (prosigue la guía) de galantear a las mujeres árabes ni intente arrancarles el velo al pasar. Nunca corte el pan del país con cuchillo, sino pártalo con los dedos. Los muchachos no saben luchar con las manos. Los hombres fuman pero, si son buenos musulmanes, no beben alcohol.

   Los árabes tienen hondo sentido de lo erótico, como lo sabe muy bien todo aquél que conozca su literatura, y hasta el más sencillo proverbio es susceptible de interpretaciones sexuales. Pongamos un ejemplo: “La seda se inventó para que la mujer pueda seguir desnuda cuando está vestida”.

Algunas ciudades marroquíes. La capital de Marruecos, Rabat, se dedica principalmente al oficio de gobernar. Es la sede del Palacio Real, tiene calles amplias y agradables, hermosas mansiones rodeadas de plantas florecidas y el ambiente general de una capital hecha a la medida como Camberra o Washington. Es una ciudad que abunda en contrastes. Frecuentan las calles mujeres tan superabundantemente  veladas que parecen altos pulgares blancos.

   El palacio del sultán es, como casi todas las residencias reales marroquíes, exteriormente desaliñado pero pocos conocen  las maravillas floridas y arcanas que guarda en su interior. Su más notable distinción es el enorme patio abierto –al parecer tan grande como la Plaza de la Concordia de París –al cual dan sus fachadas  interiores. Estos patios sirven para celebrar los grandes desfiles de inmensas masas de súbditos que en épocas normales se reúnen para rendir homenaje al monarca.

   Casablanca es la Nueva York de Marruecos… el centro comercial, financiero e industrial del país.

El nombre de Marruecos se deriva del de la antigua capital bereber, Marrakech, el gran mercado de las tribus del noroeste del desierto. 

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