Peter Cooper
nació en Nueva York poco después de la Revolución Norteamericana, vivió hasta
unas dos décadas antes del siglo actual, de 1791 a 1883 y durante su larga vida
fue obrero manual, oficinista, mecánico, inventor, fabricante, maestro y
filántropo.
Construyó la
primera locomotora de los Estados Unidos y fue el único maquinista de
locomotoras en su país hasta que enseñó a otros a manejarlas. Fue también el
primer fabricante de rieles de acero para ferrocarriles, fabricó las primeras
vigas de hierro y el primer edificio a prueba de incendios. Intervino,
igualmente, en el tendido del primer
cable submarino a través del Atlántico.
Pero su mayor
fama es como constructor y mantenedor del famoso centro Cooper Unión de Nueva
York, donde pronunció Abraham Lincoln su primer discurso político en la zona
del este norteamericano.
Aunque fue
hombre de negocios afortunado, el interés principal de Cooper se concentró en
el buen gobierno y bienestar del pueblo. Fue su propósito, que vio felizmente
realizado, aportar los medios de instrucción para todo el pueblo, especialmente
para las clases obreras de Nueva York y para muchos inmigrantes de ultramar que
llegaban a los Estados Unidos sin instrucción de ninguna clase.
Gradualmente
y a lo largo de los años fue adquiriendo tierras en Nueva York y poco antes de
estallar la Guerra Civil construyó e inauguró allí Cooper Unión. Ofrecía cursos
en artes manuales y oficios para que la gente carente de conocimientos en estas
disciplinas los adquirieran, pudieran beneficiarse y mejorar su nivel de vida.
Proveía, además, a los patrones de personal apto a sus necesidades.
Allí se
dieron, por vez primera en los Estados Unidos, clases nocturnas en las ramas de
ingeniería, química, dibujo mecánico, electricidad, tanto como en ramas de
menos uso práctico inmediato como oratoria, artes y, para mujeres jóvenes,
estenografía y, cuando llegó la maquinita de escribir, en mecanografía.
Cooper además
de desempeñar parte importante en la construcción del ferrocarril Baltimore y
Ohio, llegó a ser presidente de la New York, Newfoundland and London Telegraph
Co., cuya finalidad fue tender un cable submarino para la transmisión de
mensajes bajo el mar Atlántico entre Inglaterra y los Estados Unidos.
En 1857 el
buque norteamericano American y el buque inglés Agamemnon, cada uno de ellos
con 2,000 kilómetros de cable enrollados en sus cubiertas y bodegas, se
hicieron a la mar para encontrarse en medio del océano. Al hacerlo fueron
empatados con cables del uno y del otro. Se transmitieron con éxito varios
mensajes hasta que se interrumpió la corriente eléctrica. Se hizo una segunda
intentona y esta vez se quebró el cable. Fue la indómita voluntad de Cooper lo
que condujo a hacer un tercer esfuerzo. Y este tercer esfuerzo fue
definitivamente exitoso con el resultado de que, desde entonces quedó
establecida la comunicación cablegráfica
transatlántica.
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