Muchos de los exploradores de las Américas del Centro y del
Sur se encontraron con indios que jugaban con unas pelotas hechas de la savia
elástica y ligeramente endurecida de un árbol.
Lo que se decía de las diversas aplicaciones de este material --llamado “hevea” por unos nativos y
“cautchouc” por otros—interesó a mucha gente de Europa. Se quedaron fascinados
con los relatos de telas impermeables y botellas irrompibles que los indios
hacían con latex.
A este material el científico inglés Joseph Priestly le dio
el nombre de “goma” al descubrir su utilidad como borrador de marcas hechas con
lápiz.
En las primeras tres décadas del siglo XIX, los indios de la
América Central y del Brasil, estuvieron haciendo botas de goma sobre hormas
suministradas por emprendedores traficantes norteamericanos. La venta de estas
botas de goma importadas se convirtió en gran negocio en los Estados Unidos,
pese a no ser del todo satisfactorias ya que en días de frío el material se
endurecía demasiado y en días de calor se ablandaba.
En Alemania se descubrió que la tendencia a endurecerse o a
ablandarse podía reducirse agregando azufre a la goma, pero fue un inventor
norteamericano Charles Goodyear, quien comprobó que la goma y el azufre,
cuando se calentaban juntos, resultaban en un material de amplios usos
comerciales, no sólo para calzado sino para un número ilimitado de otras cosas.
En los Estados Unidos y en Europa se hicieron zapatos de
goma, capas para agua, sábanas, juguetes y pelotas con esta nueva industria de
la goma. Unos veinte años después de la Guerra Civil norteamericana había ya
unas 10,000 personas trabajando en las industrias gomeras en los Estados
Unidos. Al principio las plantas industriales estuvieron concentradas en los
estados de la Nueva Inglaterra pero más tarde Akron, en el estado de Ohio, se
convirtió en el centro de esta industria.
Goodyear nació en el estado de Connecticut en el año de 1800, hijo de Amasa Goodyear,
inventor de artefactos agrícolas y herramientas manuales. Pasó 10 años trabajando
en el problema de encontrar la forma de hacer goma que resistiera los extremos
opuestos de la temperatura.
Su primer método fue “bañar” la goma en una solución ácida,
pero no dio muy buenos resultados como comprobó al perder un contrato que había
hecho con el gobierno para suministrarle sacos de goma para correspondencia.
El descubrimiento por Goodyear del proceso conocido como
“vulcanización al calor” parece haber sido cuestión accidental. En 1839,
estando haciendo experimentos con una mezcla de azufre y goma, se le cayó un
poco sobre la cubierta de una estufa encendida. La estructura molecular se
alteró en tal forma que la goma no se afectaba tan determinantemente con los
cambios de temperatura. Sin embargo, la tendencia persiste, como puede observarse
en las que se usan para regar los jardines.
El procedimiento de “vulcanización al calor” de Goodyear,
fue patentado en 1844, pero se vio envuelto en numerosos procesos judiciales
con personas que violaban sus derechos de patente y hasta llegó a ser
encarcelado por deudas. Murió, desilusionado, en 1860.
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