Alexander
Bache (1806-1867), científico que estableció el primer observatorio magnético
de los Estados Unidos, nació en Filadelfia. A sus antepasados debe, en parte,
su nombradía: biznieto de Benjamín Franklin y nieto del primer secretario de
Comunicaciones de los Estados Unidos.
Se quiso que siguiera la carrera militar y
cuando sólo contaba 15 años de edad ingresó en la academia militar de West
Point. Aunque era el más joven de su clase en años llegó a ser el primero en
notas académicas y se quedó en West Point como instructor siendo aún un
jovenzuelo. En 1828, cuando sólo tenía 21 años, fue designado profesor de
química y de filosofía natural de la universidad de Pensilvania.
Al cabo de siete años después se hizo
eminente hombre de ciencia, miembro de la Sociedad Franklin poco antes
inaugurada, organismo que aun hoy en día
sigue siendo centro de investigaciones y conocimientos del mundo occidental.
En un observatorio que tenía en el patio de
su casa, Bache midió las varias variaciones de la aguja magnética y en sus
observaciones relacionó estas breves alteraciones en la dirección de las
fuerzas magnéticas con la aparición y desaparición de las auroras boreales.
En 1836 fue electo presidente del Colegio
Girard, centro de instrucción para varones que había sido establecido con una
donación hecha por Stephen Girard, rico comerciante. Este colegio ha sido
motivo de recientes y variadas controversias puesto que, de acuerdo con el
testamento de Girard, sólo pueden concurrir a la institución hijos de padres
blancos que hayan muerto. Esta política exclusivista ha sido objeto de
cuantiosos recursos que refutan su constitucionalidad.
De acuerdo con los conceptos prevalecientes
en nuestros días, la obra más gran de Bache fue la organización de la
dependencia oficial conocida con el nombre de Estudios Costeros y Geodésicos,
departamento que después fue unido, en uno de los más grandes del gobierno
federal norteamericano, con la Oficina Meteorológica; dos históricos
departamentos que han perdido su individualidad.
La Oficina de Estudios Geodésicos había sido
establecida en 1817, pero el gobierno no le prestaba gran atención y
languidecía, virtualmente, por falta de fondos.
Cuando Bache se hizo cargo de ella era aun
de organización primitiva en comparación con lo que llegó a ser después de
terminarse la Guerra Civil.
Las costas norteamericanas habían sido
estudiadas y demarcadas sólo al norte y
sur de Nueva York, Boston, Filadelfia y Baltimore. Bache se dedicó a trabajar
en este asunto y comenzó una serie de observaciones y de estudios de las
corrientes del golfo, mareas, vientos, magnetismo de la Tierra y sus efectos
sobre la navegación y las plantas y animales de las regiones costeras
orientales norteamericanas.
Estos estudios y estas investigaciones de
Bache dieron lugar a otras investigaciones y otros estudios los que han
resultado en contribuciones extraordinarias y permanentes al conocimiento por
el hombre de la física de nuestro
planeta --especialmente sus mareas y
corrientes oceánicas – y de cartografía o trazado de mapas.
Bache llegó también a ser regente de la
Institución Smithsoniana y durante la Guerra Civil se le hizo responsable del
planteamiento de la defensa de Filadelfia.
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