jueves, 5 de noviembre de 2015

LA CASA DE ASTEARENA, MUCHA FACHADA Y POCA VIVIENDA / Frase popular española


No somos partidarios de frases negativas… Pero quebrantar una vez la regla, ¿no es confirmar su existencia como aseguran? De todos modos, ahí está. Avirtiéndonos que el querer aparentar más de lo debido habrá de pagarse en moneda de comodidad o seguridad, porque todo se ha ido, en efecto, en fachada.

   Bueno es que lo que se ve más, la frente o el frente, como se quiera, sean lucidos, porque incluso cuando vamos un poco, discretamente, más allá de lo debido, respondemos a la advertencia atribuida a Luis XI de Francia que aseguró que “quien no sabe disimular, no sabe reinar”, idea ya antes traída por Horacio en sus Odas al escribir que “es bueno hacerse el tonto en alguna ocasión”.

   Pero no pasarse de la raya. Destacar en fachada lo que honestamente responde a lo que hay detrás; de no hacerlo así seremos nosotros mismos las primeras víctimas; porque así como al decir de la voz popular latina “la barba no hace al filósofo”, la fachada vistosa en exceso, brillante, rica en atavíos, barroca de adornos, sólo lo será a costa, de sacrificar lo que en verdad es la sustancia, la esencia, el contenido de las cosas.Y de las casas. La casa de Astearena, mucha fachada y poca vivienda.

   ¿Cuánto consumimos de nuestra vida en el hogar? 
   ¿Qué número de años consumimos entre sus paredes y bajo su techo? 
   ¿Cómo en él nos hallamos protegidos cuando nos sentimos enfermos y acogidos cuando cansados tras el quehacer del día? 
   ¿Cuánto soñamos en él cuando pasamos la mirada en el techo, entre dormidos y despiertos?

   No, no cabe duda que el hogar es parte, y muy principal, de nuestras vidas, que tantas horas dejan resbalar en él.
   Por eso, ¿no es natural que por propia conveniencia cuidemos de él, que es, en suma, cuidar de nosotros mismos?

   Cuando añadimos comodidades nuevas a las que ya hay, estamos haciendo nuestro contorno más confortable, más grato, más acogedor. Porque el hogar no son cuatro paredes. El hogar es todo un conjunto de armonía y de gracia que tenemos que cuidar atentamente para que ese conjunto no quiebre.

   Por suerte, los tiempos modernos han puesto a nuestro alcance muchos utensilios y materiales que nos ayudan a lograr  “el hogar perfecto”, que siempre será distinto para cada cual porque esa perfección responderá siempre a las preferencias personales. Materiales para los pisos y las paredes y los techos, adornos que complementan las estancias, muebles de todos los estilos apetecibles, artefactos de limpieza que hacen el trabajo más llevadero, y otros en la cocina que hacen de ella un lugar de entretenimiento para el ama de casa.
HABLEMOS.

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