Del ábaco al computador han
cursado varios siglos, en los que el hombre ha escrito la maravillosa historia
del progreso con el poder de su razón.
El nacimiento de una
invención que modernice el sistema de vida y agilice la operación de cualquier
sector humano, trae consigo generalmente una perfilada oposición de un sector,
temeroso de ser desplazado de su fuente de trabajo y de ingresos.
Desde que el profesor Howard Aiken, de la Universidad
de Harvard, en los Estados Unidos, diseñara el primer computador –no
electrónico, sino electromagnético –que fuera desarrollado en colaboración con
la “Corporación Internacional de Máquinas de Negocios”, este personaje ha sido
visto como un “enemigo del trabajador”, una amenaza a las condiciones de vida
del operario que teme verse desplazado por esta máquina pensante. Sin embargo,
aquel computador, el MARK I, marcó una era de desarrollo técnico tan extensa y
provechosa que, en lugar de desempleo, el problema que confrontan los países de
mayor adelanto a este respecto es el contrario: el medio de satisfacer las
demandas de personal que el crecimiento de la industria impone. Los Estados
Unidos prevén la creación de 8 millones de nuevos trabajos, durante los
próximos cinco años. Trabajos en todas las ramas concebibles, pues los
computadores han evolucionado en forma tan rápida, que ya no son los monstruos
gigantescos dedicados al proceso matemático repetidor, aplicable exclusivamente
al campo comercial. El tamaño de un computador de hoy en día es menor que el de
un transmisor comercial. Y dentro de cinco años, con la aplicación de la
“Microelectrónica”, llegará a ser no mayor que un tocadiscos portátil. Su
aplicación alcanza a todos los campos: científico, comercial y educacional.
En el campo científico, la era del espacio
ha sido posible gracias a la existencia del computador electrónico que
paralelamente a su reducción en tamaño ha disminuido su tiempo de operación, a
pesar de que ha ampliado su capacidad de trabajo.
. El "Relay I" fue lanzado por NASA a fines de 1962; en el lanzamiento intervinieron mucho los computadores.
.. Las máquinas de cálculo, en forma de computadores modernos, son utilizadas ampliamente en el segmento de los Seguros; como en el "Instituto Mexicano de Seguro", que usa éstos en sus cálculos, que son intrincados.
.. Las máquinas de cálculo, en forma de computadores modernos, son utilizadas ampliamente en el segmento de los Seguros; como en el "Instituto Mexicano de Seguro", que usa éstos en sus cálculos, que son intrincados.
El milisegundo ha entrado en desuso y se han
introducido el microsegundo y aun el nanosegundo (una millonésima de segundo)
haciendo así posible la corrección a tiempo de la trayectoria de una nave
espacial que se desplaza a miles de millas por hora.
El campo educacional no ha escapado a este
desarrollo. Un nuevo sistema de enseñanza está en la actualidad llevándose a la
práctica en los Estados Unidos: “El aprendizaje Programado”. Mediante este
sistema, un computador puede enseñar a un grupo determinado de estudiantes, en
sólo tres semanas, la trigonometría, que antes tomaba un año de clases para su
aprendizaje. El computador va presentando párrafos que contienen una pregunta
directamente relacionada a la información suministrada. De tal forma, que es
forzoso que el estudiante dé la respuesta correcta. El proceso marcha en forma
escalonada, aumentando en profundidad y dificultad, pero siempre relacionando
el nuevo material a lo anteriormente visto. Si por alguna razón el alumno falla
en alguna pregunta, el computador regresa exactamente al párrafo que explica el
material de la respuesta correctas y
repite los párrafos sucesivos hasta llegar al punto en que el estudiante ha
fallado. Para este momento, la idea está clara y se pasa ese punto, continuando
el programa. Las preguntas son presentadas en forma visual-auditiva, y el
estudiante da las respuestas simplemente apretando el botón que corresponde a
la que considere correcta.
El comercio y la industria han sido tan
penetrados por los computadores electrónicos, que aun en decisiones ejecutivas
el cerebro electrónico tiene voto. Una compañía petrolera estadounidense
controla, mediante un solo computador ubicado en el edificio d las oficinas
ejecutivas, el fluido en todas y cada
una de las tuberías conductoras de la red que abarca varios estados de la
Unión. El computador suministra no sólo datos sobre presión, densidad y
volumen, sino que reporta el estado de la tubería y, en caso de falla o
interrupción, envía una alarma directamente a la estación de mantenimiento más
cercana y controla el tiempo que toma reparar el fallo.
Este computador estimula altamente los
procesos industriales en la producción de
cemento, papel, acero, minería y otros.
El servicio de guardacostas norteamericano
utiliza un computador para obtener información sobre las embarcaciones y
prestarles auxilio en caso necesario. Si una nave necesita ayuda, se le da al
computador la información correspondiente a su posición. El computador entrega
en forma tabulada una lista de todas las embarcaciones que hay en ese momento a
diferentes distancias del sitio, incluyendo tipo de la nave, capacidad, equipo
de salvamento, cuerpo médico a bordo, nombre del capitán, puerto de salida,
destino, etc. Y he aquí un dato curioso: para probar la confiabilidad del
aparato, en una demostración efectuada se solicitó ayuda para una nave en
peligro de zozobra; la información suministrada a la “memoria” del computador,
correspondía a un punto no en el mar, sino en tierra firme. La respuesta del
computador fue inmediata y concluyente: Imposible.
La capacidad de actuación del cerebro
electrónico es asombrosa. En el pabellón de los Estados Unidos en la Feria
Mundial, celebrada en Nueva York en 1964, la policía utilizó un computador
UNIVAC-490. Los números de las placas de carros buscados por infracciones de
tránsito, fueron “alimentados” a la “memoria” del computador’ dos automóviles
policiales fueron situados estratégicamente en una de las vías de mayor
densidad de tráfico; uno de ellos –el observador—transmitía los números de las
placas de los vehículos que transitaban por la vía; al dar un número que estaba
en la memoria del computador, éste enviaba una señal al otro automóvil –el
aprehensor—que efectuaba la detención. El proceso completo tomó entre cinco y
siete segundos, desde que el observador transmitió el número hasta la detención
del infractor.
La presencia del computador, junto a otras
maravillas de la ciencia electrónica como las pastillas y la hipodérmica
provistas de cámara de televisión, los miembros artificiales manejados por
impulsos nerviosos que pueden duplicar cualquier movimiento de un miembro
natural, las baterías electrónicas que controlan el corazón de millares de
semejantes (auténticos robots que viven gracias a esa minúscula fuente de
electricidad), son características de la era que vivimos.
Y tal como la piedra, el bronce y el hierro
fueron utensilios que determinaron la superación de la humanidad en la
antigüedad, el hombre tiene hoy en sus manos un utensilio de innumerables
aplicaciones, un utensilio beneficioso, un amigo que le permitirá progresar y
superarse. Antes que desplazarle, el computador electrónico requiere de la
presencia del hombre, porque así como tuvo que aprender a utilizar la piedra, el
bronce y el hierro para fines útiles, la presencia de este cerebro electrónico
impone la preparación técnica del que lo maneja.
Palmtop
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