Intérpretes: Minori
Ohki, Naoki Suguira, Chishu Ryu,
Elice Richter, Lee Smith, Jelly
Cosby
Dirección: Manao Horiuchi
Si sobran testimonios que acreditan las altísimas
cualidades morales del pueblo japonés, las que forjaron en su pasado la
acrisolada personalidad del samurái o la del humilde campesino, las que lo
confirman en el presente como uno de los pueblos más honestos, más industriosos
y más esforzados del mundo, ningún testimonio más rotundo y fidedigno que el
que recoge esta conmovedora película (“Campo de Pasiones” según el título
original) del campo de concentración japonés Kampili de la ciudad de Macassar
en las islas Célebes, durante la última guerra mundial.
La circunstancia de tratarse de un campo de concentración
de mujeres europeas, principalmente holandesas, acompañadas muchas de ellas de
sus pequeños hijos, da a este film una acentuada singularidad dentro de los
relatos de su género, pero se la dan aún más las condiciones de vida y de orden
social que reinan en ese campo gracias a la altísima jerarquía espiritual de su
jefe el oficial Tadashi Yamaji.
Contra todos los antecedentes de aniquilación humana, física
y moral, que exhiben los campos de concentración de los países en pugna, Yamaji
empieza por establecer en el suyo la supresión de la violencia, la prohibición
de las bebidas alcohólicas y el respeto al honor de la mujer. Con la
cooperación de las propias prisioneras y de la Administración Civil de la
Marina, a la que recurre personalmente, transforma el campo en un fructífero
centro de trabajo.
Pero luego vienen las arduas pruebas para el propio
Yamaji, que emanan de los propios sentimientos de gratitud, de los arrebatos de
pasión y hasta de amor que no logran reprimir algunas de sus subordinadas.
Vienen también las pruebas de la concupiscencia de los hombres de armas que
incitan al jefe al aprovechamiento de las mujeres. Vienen finalmente las
pruebas del tribunal militar enemigo que enjuicia al jefe del campo como
presunto “criminal de guerra”. De todas esas pruebas Yamaji sale incólume como
un paradigma de la dignidad humana y del honor marcial en su patria.
Además de su extraordinario mensaje moral y patriótico,
caracteriza a esta película la intensidad de sus secuencias, la calidad de su
fondo musical y de sus correctas imágenes.
P. G.
DE MI ÁLBUM
Ultava-Praga
No hay comentarios:
Publicar un comentario