miércoles, 26 de abril de 2017

HOMBRES DE CIENCIA: James VAN ALLEN


            En la antiguedad, cuando el hombre se hacía a la mar, procuraba mantenerse cerca de la costa para guardarse de riesgos tanto conocidos como desconocidos. Hoy, en lo que se refiere a los espacios interplanetarios, adoptamos más o menos la misma posición.

            Se conocen algunos de los peligros y algunas de las dificultades y de más peligros.

            Uno de los que tienen que afrontar los astronautas es el de los rayos cósmicos procedentes del sol y el “espacio exterior”. La radiación solar –llamada “viento solar” ocurre a la misma distancia del Sol que de la Tierra – parte del Sol y viaja por el espacio. Sus movimientos están  gobernados por fuerzas magnéticas.

            El magnetismo del Sol y de los planetas altera la dirección de la radiación y hace que el viento solar se arremoline y agrupe las partículas cósmicas o encogiéndose según suban  o bajen las mareas magnéticas.

            James Van Allen, catedrático de la Universidad del Estado de Iowa, descubrió la existencia de grandes remolinos o depósitos de radiación –o “fajas”—en torno a la Tierra como consecuencia de experimentos hechos en relación con el Año Geofísico Internacional, período de cooperación internacional en las ramas científicas durante una época de intensa actividad solar en 1957 y 1958.

            Instrumentos diseñados por Van Allen y otros fueron  lanzados por vez primera al espacio en 1958, a bordo del satélite “Explorer 1”. Los instrumentos que interesaban a Van Allen registraban la radiación en el espacio y transmitían  las informaciones captadas a los laboratorios universitarios donde eran analizadas.

            Cerca de la Tierra, el satélite pasó  por entre muy poca radiación. Luego, al llegar a mayores alturas, encontró mayor cantidad de radiación. Finalmente  --según los instrumentos—no halló radiación alguna.

            Mejores instrumentos en satélites subsiguientes, descubrieron que los primeros habían fallado por haber quedado sobrecargados de radiación extremadamente alta.

            Gradualmente se fue teniendo un cuadro más preciso de la radiación en el espacio cercano. Sus contornos fueron distintamente descritos como la forma de “rosquilla”, “espirales” o “sobres” con aperturas cerca de los polos norte y sur. Hay dos de estas fajas, una detrás de la otra.


            Las fajas Van Allen, consideradas como el mayor descubrimiento hecho en el curso del Año Geofísico, constituyen  --según se cree—un gran peligro, potencial y una gran inconveniencia para la exploración del espacio por seres humanos. Tienen que pasar por entre ellas o en torno a ellas sin peligro, los astronautas tienen que protegerse con una cubierta gruesa a prueba de radiación.

DE MI ÁLBUM

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