sábado, 8 de abril de 2017

EL HABLAR CON PROPIEDAD EN ESTOS TIEMPOS / Carlos Manuel CASTILLO MENDOZA

“Le daban duro con un palo y duro también con una soga”
César Vallejo


        Carlos Manuel Castillo Mendoza, Miembro de "Capulí, Vallejo y su tierra"

He leído su artículo Sr. Diego de la Torre, Presidente del Pacto Mundial en el Perú. De su lectura, pareciera que para ser felices habría que hablar, mirar y vivir únicamente a partir de aquello que nos produce sensaciones placenteras y maravillosas, que para progresar y ser optimistas bastaría con mandar al tacho todo aquello que nos haga sentir que tenemos necesidad de afecto, tolerancia y de la piedad del otro.

Yo me pregunto ¿se puede vivir ignorando que el dolor es consustancial a la condición humana?, ¿es posible seguir hacia adelante sin darse cuenta que la vida no es precisamente un deslizamiento sobre papel de manteca?, ¿cómo abandonar esa parte de nuestro ser que se llama sensibilidad y que nos hace tomar en cuenta aquello que nos interpela, nos cuestiona y nos convoca a la solidaridad?, ¿cómo caminar imperturbables si cada día comprobamos que nuestro propio cuerpo va alejándose de la juventud y se vuelve cada vez más necesitado?

¿Cuál es entonces para Ud. Sr. De la Torre el significado de Cristo? El que exigía poner la otra mejilla, que prescribía perdonar hasta setenta veces siete, que prometió gratificar al que sufre llamándolo “bienaventurado” y puso a sus seguidores la consigna de amar incluso a los enemigos. Y no sólo lo predicó sino que lo rubricó con su propia vida y con su muerte. Muerte atroz, la peor que se daba a los que se levantaban contra el poder del imperio romano, de los sacerdotes y de un gobernante como Herodes cuyo poder y disfrute de los bienes del mundo lo hicieron ser signo de degradación humana y lástima.

¿Quién ha dicho que sólo de los éxitos se aprende?, ¿quién ha concluido que la solidaridad es cobardía y que la caridad engendra complejos?, ¿le parece que el Perú de hoy es ejemplo de virtud, de justicia y de orgullo?, ¿cree de verdad Sr. De la torre que China es casi el paraíso en la tierra?, sería bueno que viera la película “Justicia roja” o se diera una vuelta por Toquepala para que vea cómo es que los chinos reproducen en nuestro país lo que saben hacer muy bien en su territorio. Claro que para el Grupo Rodríguez Banda, los Brescia, Benavides, Picasso, César Acuña, Alan García, José Antonio Chang, el cholo Jacinto, los malditos del cono norte y los atracadores cotidianos el Perú es un manjar. ¿Y los demás, los calatos, los que no tienen padrino, los que no tienen trabajo ni salario ni bienes?, ¿quién mira por ellos?

Sería bueno saber qué o quiénes son sus referentes o paradigmas Sr. De la Torre. Esparta que arrojaba del monte Taigeto a los que nacían con defectos y se jactaba de la perfección de sus soldados para terminar vencidos en la batalla de Leustra por el ejército tebano de Epaminondas. Tal vez es Alejandro Magno, triunfador precoz, que a los 25 años conquistó el Asia, el mismo que terminó mostrando su lado débil al llorar inconsolablemente la muerte de su único amor, su amigo Hefestión. Quizá es Napoleón, vencedor de mil combates, protagonista como pocos, innovador de las estrategias militares, inspirador del pintor David, emperador de media Europa, el héroe que acabó sus días en la isla de Santa Elena enfermo, solo y, ¡oh deshonra!, mantenido por los ingleses a quien antes combatió. Tal vez es Hitler, el hombre que levantó Alemania y lo hizo competir en todo con la Rusia de Stalin, vertical como pocos, arrogante sin par y ambicioso sin tregua al que la vida le negó una descendencia que pudiera exhibir como legado. Por ventura admira a Fujimori, el gobernante que decía “no ser ningún caído del palto”, al que la verdad le cayó encima cuando vimos cómo Montesinos lo cooptó y lo manejó a su antojo hasta destrozar el hogar que formó con la Sra. Iguchi, para acabar patéticamente pidiendo clemencia, algo que él jamás supo conceder.

Nadie en su sano juicio busca el dolor, el sufrimiento y la angustia propia o del otro, ni lo promueve. Pero eso se da y es parte de nuestra circunstancia terrenal, a veces adversa y otras veces hasta fatal. ¿Callarse?, ¿decirlo?, ¿denunciarlo?, ¡por qué no! Y eso es lo que han hecho muchos hombres y mujeres del Perú cuya vida y obra recordamos siempre. Hablo de Huamán Poma de Ayala, Garcilaso de la Vega, el dominico De las Casas, Mariátegui, Gonzáles Prada, Vallejo, Basadre, Ciro Alegría, Arguedas; incluso lo ha hecho Mario Vargas Llosa, cuya fama empezó al contarnos sus infortunios infantiles y juveniles, y siempre nos recuerda sus añoranzas, como cuando lamenta la desaparición de los “piajenos” en los valles de Piura. Esa es también parte de la vida que ha inspirado a músicos, poetas, maestros, políticos, artistas, militares, sacerdotes y monjas, sin cuyo testimonio generoso y palabra buena, hace rato habríamos perdido nuestra propia condición humana.
Otros hablan de la otra experiencia de vida, la buena, victoriosa, plena, alegre y menos desafortunada, eso también nos sustenta, ¡qué duda cabe! Pero deducir que de uno y otro lado han surgido los beneficios y los desastres que en el mundo han sido, es de una simpleza que espanta. Y tan inexacto es quedarse en uno como en el otro extremo. En lo personal me inspira más Teresa de Calcuta que Margaret Thatcher.

22 de marzo de 2012

El enlace referencial... 

Estimado Pepe Távara:
No soy de contestar las respuestas que me llegan a mis reflexiones, pero en este caso quiero hacerlo porque, debo decírtelo, para ti tengo un especial aprecio por lo que hubimos de experimentar juntos en el Seminario de Trujillo, aprendiendo de ese puñado de curas como Fernando y Carmelo Bonín, Miguel Fernández, Antonio Lliteras, Bartolomé Bennazar, Jorge Armas, etc. que iban configurando nuestra personalidad, con palabras y actitudes que, como te habrás dado cuenta, nos aclara panoramas y nos hacer hablar con propiedad en estos tiempos, en que se dicen cosas como que: “el cuento Paco Yunque de César Vallejo ha hecho mucho daño al país”, expresión del Sr. Diego de la Torre que motivó mi reacción.

Soy hechura de esos sacerdotes y aunque la vida no me ha permitido agradecérselo personalmente, no te imaginas cuánto me sirve lo aprendido junto a ellos.
Mucho me gustaría me hagas llegar tu correo y/o te comuniques por teléfono conmigo para un encuentro fraterno y necesario (de mi parte). Vivo en San Borja y mi celular es: 
Un abrazo
Carlos Castillo Mendoza

22 de marzo de 2012.

DE MI ÁLBUM


1 comentario:

  1. Los tres hilos conductores del reencuentro. El personal: Tomás Castillo Vásquez me envía un programa de los acontecimientos de "Capulí, Vallejo y su tierra" donde figura Carlos Castillo con su honorable discurso a Danilo Sánchez. El facebook recomendado por Tomás, en donde encuentro otro discurso y anterior de Carlos. La captura de los discursos por mi afición y a través de ellos lograr el eslabón perdido después de 55 años aproximadamente. Me dije: "este es mi amigo". En cadena: Milton, Danilo, Tomás para llegar a buen final. Felicitaciones Carlos Manuel.

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