viernes, 6 de abril de 2018

EL 100 Y LA MUSICA / m. PEREDA




Se dice que el número 100 tiene varios significados, entre los más destacados, es el valor del tiempo, referido al siglo, teniendo en mente lo antiguo o pasado.  También tenemos al 100 como la cifra de la abundancia o del dinero, ya que se le asocia con la grandeza en cantidades…”cientos de”; sin embargo yo prefiero pensar en el 100 como el número de la perfección,  de lo completo y de lo cumplido. 
Así tenemos las 100 Obras maestras de la pintura Universal, Las 100 mejores películas de todos los tiempos, 100 grandes Escritores de la Historia, los 100 Mejores cantantes del siglo (publicado en este sitio hace un tiempo)…todos ellos notas, publicaciones, blogs y hasta enciclopedias que intentan que tengamos en nuestro poder y en nuestra mente las listas y los rankings más selectos que nos puedan proporcionar, y es así que en este propósito, no podríamos dejar de lado la música. 
Esta vez, Compartiendo la Palabra Escrita, anuncia una obra que no le puede faltar a quien se considera un amante de la música y a quien la ve como una forma de expresión de arte y cultura.  Alguna vez leí que la misión del músico es hacer que un sonido se convierta en eternidad (palabras más…palabras menos), y creo que las obras que se presentarán próximamente en un libro, le han cumplido por mucho a sus creadores, considerando que sobreviven al tiempo y siguen siendo parte de la historia y de la evolución de la humanidad.


“100 Melodías Clásicas que toda persona debe conocer”, es la recopilación de obras por la Profesora Rita Pereda, como El Canon en Re Mayor de Pachelbel, El Adagio de Albinoni (debo decir, una de mis favoritas), Tocatta y Fuga en Re Menor de Johann Sebastian Bach, la Obertura del Barbero de Sevilla (Rossini), o la Serenata de Schubert…estas y otras tantas más que quizá muchos hemos escuchado alguna vez, sin saber que se trata de obras de arte a las que deberíamos prestarles atención.  ¿Y por qué es tan importante saber de arte?,  pues sencillamente porque está comprobado que el arte mejora nuestra inteligencia, nuestra sensibilidad y nuestra capacidad de expresión de nuestras emociones…el arte es el lado bonito de nuestro ser y de nuestra existencia, eleva nuestro espíritu y nuestra creatividad, aunque no todos tengamos talento para ser músicos, si es muy importante que  se nos eduque para saber distinguir y analizar la estética de una obra musical.  Si lo llevamos a un ejemplo simple, no nos educan para ser escritores; pero si nos enseñan al menos a leer y escribir.  El razonamiento, la capacidad de análisis, la apreciación y el discernimiento son competencias y capacidades que todo ser humano debe gestionar.
Tal vez si nuestro sistema de educación promoviera el conocimiento a través del curso de Apreciación Musical, y tal vez si más alumnos tuvieran la suerte que tuvieron algunos pocos de tener curso y maestra y además de sacarle el mejor provecho como dice la introducción del que será el libro, otra sería la historia…



martes, 3 de abril de 2018

EL REINO AHORA CAOS CAP 23 / Tony PEREDA





CAPITULO 23
_______________________________
EL PAQUETE SORPRESA
                                                                                                      
  Al día siguiente, Chandler amanece con una fuerte lluvia y espesa neblina.
  En el despacho de Columbio, Milun observa las gotas de lluvia golpeando el vidrio de la ventana.
  “Papier sabía muy bien que lo mío con Alysse quedó inconcluso. Jamás debió acercarse a ella.”
  Columbio niega con la cabeza.
“No sé ni qué pensar. Y a quien darle la razón.”
Milun aprieta el puño.
“¿Qué estás diciendo?”
“Papier no forzó a Alysse a nada. Será mejor que lo aclares con ella.”
Milun golpea el escritorio.
“No perderé mi tiempo. Es más, jamás volveré a dirigirle la palabra.”
Columbio levanta las cejas.

En su habitación, Papier practica con su espada.
“Como se atreva a tocarme nuevamente ese infeliz…”
Flere se lleva las manos a la cabeza.
“Todo marchaba bien y ahora esto.” Exclama él.
  “No voy a permitir que se atraviese en mi camino. Milun no es más que un mal perdedor.”
  Flere frunce el ceño.
“¿Y quién te manda a estar detrás de toda doncella?”
“Lo mío entre Alysse y yo es muy diferente.”
Flere suspira.
“Y cuantas veces he escuchado eso...”
  Papier apunta a Flere con la espada.
“Si no fueras mi amigo…”
Flere lo empuja.
  “Tendrás que arreglar las cosas. A Arturo no le gustará todo esto.”
Papier baja la mirada.
  
  En su habitación, Alysse se reúne con Janice.
“Ya sabía yo que algo así sucedería.” Exclama Janice.
Alysse se recoge el cabello.
“Debo hablar con Milun. No permitiré que vuelva a agredir a Papier.”
  Janice la detiene.
“Piensa muy bien lo que tienes que decir. No pierdas el cariño que Milun te tiene.”
Alysse baja la mirada. Papier entra.
“Lo lamento.” Dice Alysse.
Papier sonríe.
“No hay de qué preocuparse. Tan solo me costó un ojo morado.”
Janice mueve la boca hacia un lado y sale. Papier la mira.
“Creo que hoy no soy su favorito.”
Alysse abraza a Papier.
“No le hagas caso.” Dice ella.
Papier acaricia el rostro de Alysse.
“Solo me interesa lo que tu pienses.”
“Creen conocerte, más soy yo, quien descubre día a día tu verdadero ser.”
“Si dudan cuanto tiempo llegaremos juntos, entonces nos iremos lejos, hasta dejar de escucharlos.”
Alysse y Papier juntan sus labios.

  Rebeca ingresa en la habitación de Milun. Milun la mira.
“Escuchar tus burlas, es lo menos que necesito.” Dice Milun con determinación.
“Solo vine a pedirte que no seas duro con Alysse.”
Milun la mira sorprendida.
“¿Desde cuándo tan considerada hacia ella?”
  Rebeca eleva las cejas.
“Por lo que he visto Alysse es una muchacha muy voluble. Quizás hasta es incapaz de medir las consecuencias de sus acciones.”
“Déjame solo.”
  Rebeca asiente.
“Cuando digo eso, en verdad necesito el abrazo de alguien.”
Rebeca sale. Milun eleva la mirada.
 
  Casey toma el desayuno en su habitación.  Entra Alysse.
“Como en los viejos tiempos.” Dice él.
Alysse toma una taza y arroja su contenido en el rostro de Casey. Casey sonríe.
“Y pensar que te consideré como amigo.” Exclama Alysse.
“Si te refieres a mi conversación con Milun, en realidad lo hice por tu bien.”
  Alysse niega con la cabeza.
“Que cínico que eres.”
“Ya ves, como te ahorré todo el trabajo de dar explicaciones.”
“Quiero que ahora en adelante te mantengas al margen.” Dice Alysse con determinación.”
  “Pareces una mariposa hambrienta, yendo de flor en flor. Primero con mis hermanos Miccael y Gian, luego Milun, y claro ahora Papier.”
  Alysse sonríe.
“Finalmente muestras tu verdadera cara. No me equivoqué al negarte una oportunidad.”
“La pérdida es tuya.”
“No se pierde nada, en donde no hay que ganar.”
Alysse se retira. Furioso, Casey arroja la bandeja con su desayuno.
  “Haré que te tragues tus palabras.” Grita él.
  Rebeca se detiene en la puerta.
“¿Todo bien, Don Casey?”
“No es más que una atrevida.”
Rebeca entra y arroja un paño sobre los alimentos caídos.
“Finalmente te das cuenta de lo que Alysse puede ser capaz.”
Casey la mira, lleno de rabia.
“Eso demuestra que todas las criadas son iguales.”
“No me compare.”
“Hasta mi mujer piensa que soy inútil. Todo gracias a ti.”
Rebeca mira directo a los ojos de Casey.
“Al menos alguien valora mis acciones.”
Casey la toma en sus brazos y ambos caen al piso.”
  “Te enseñaré a respetar.”
  Rebeca intenta liberarse. Casey besa los labios de Rebeca y acaricia sus caderas.
  “Sé que te gusta.” Dice él.
Rebeca cierra los ojos.
“Detente papá, detente.” Suplica ella.
Casey la mira lleno de sorpresa. Rebeca se levanta y sale con prisa.

  En una de las plazas de Chandler, un grupo de aldeanos se aglomeran frente a uno de los manifestantes.
  “Nos ignoran, se ríen. Es tiempo de invertir la moneda.” Se escucha.
  Milun, envuelto en una capa, se acerca a un aldeano.
“Tiene razón. ¿Es este el cabecilla?”
El aldeano asiente. Milun se abre paso entre la multitud y observa que Brett es el dirigente. Aparentemente, una gran sorpresa para Milun.

  En su habitación, con un paño, Rebeca seca las lágrimas de su rostro. Alysse entra.
  “Seguro ya lo sabes.”
“¿Lo tuyo con Papier?”
“Quiero hacer todo bien.”
Alysse se acerca a Rebeca.
“Necesito conocer tu opinión.”
Rebeca aprieta el paño.
“Papier nunca significó nada para mí.”
Alysse luce sorprendida.
“Es por eso que decidí alejarlo.” Agrega Rebeca.
Alysse asiente.
“No lo sabía.”
Rebeca toma la mano de Alysse
“Eres tú la indicada para él. Una mujer capaz de hacer feliz a cualquiera.”
  “Gracias, yo…”
  Alysse la abraza.
  “Necesitaba escucharlo de alguien.”
  “Si tan solo tuviera un poquito de esa carisma que tú posees.”
  Alysse la mira directo a los ojos.
  “Posees un buen corazón. Ya llegará alguien que lo descubra.”
Rebeca sonríe.

  En la cima de una colina se encuentra una finca de apariencia abandonada. Milun se acerca a la puerta de la entrada principal e ingresa. Sentado sobre un sofá de paja, un anciano con las piernas vendadas, lo observa lleno de sorpresa.
  “¡Milun!...pensé que estabas…”
“¿Muerto?”
Milun observa la desordenada habitación.
“Creo que se me hado la oportunidad de vivir y así poder presenciar la paupérrima condición de este lugar.”
  El anciano intenta ponerse de pie. 
“No tienes que decírmelo. Como veras el dolor y la soledad me embriagan.”
  Milun señala con la mano que se detenga.
“Al parecer vuestro hijo logró lo que siempre quiso.”
El anciano niega con la cabeza.
“Aún no lo comprendo. De la noche a la mañana decidió actuar por cuenta propia y empezó a vender todo…”
  “…Hasta dejar a su propio padre en la miseria.”
El anciano se cubre la cara.
“Debí darme cuenta de su mezquina intención al presionarme y así enviarte al ejército.” 
  “En ese caso es a él quien debo agradecer por sacarme de este lugar.” 
“Sé que es tarde pero tú debiste ser el indicado en mantener esta finca.”
  Milun ensancha los ojos.
“Pero si hasta ahora recuerdo ese día. Milun, el combate es lo tuyo...”
Lágrimas corren por el rostro del anciano.
“¡Perdóname...!”
“Asignaré que se cuide de ti. De esa manera retribuiré lo ayuda que me brindaste.”
  El anciano toma la mano de Milun.
  “No soy yo quien necesita ayuda. Debes hacer algo por él. Te lo imploro.”
  “No es problema mío.” Responde Milun con determinación.
“Le lavaron la cabeza. Solo está en su mente sublevarse en contra de la autoridad del Rey.”
“Y yo estaré del otro lado, asegurándome que fracase.”
“Hijo, veo en ti tanto rencor…” Exclama el anciano.
“No deberás llamarme así. Brett es vuestro único hijo.”
Milun sale.

  En sus recámaras, la Reina Beatriz se reúne con Papier.
“Lo siento, Su Majestad. Debido al mal tiempo la ópera ha decidido cancelar sus presentaciones.” Dice Papier.
  “Qué lástima. Anhelaba disfrutar de ella.” Responde la Reina.
Alysse entra. Papier la mira.
“Dígame, su Majestad.”
La Reina mira a Alysse con sorpresa. Papier aclara su garganta.
“Fui yo, quien solicitó la presencia de Alysse, Su Majestad.”
La Reina asiente.
“Ante usted, solicito se me otorgue el permiso para cortejar a Alysse.”
  La Reina y Alysse se miran sorprendidas.

  Milun camina por el pasillo y se encuentra con Columbio.
“¿Averiguaste algo?”
Milun asiente.
“Tengo el nombre de uno de los cabecillas. Brett.”
“Haré que se le arreste de inmediato.”
“Espera…” Milun se acerca a Columbio. “Yo me haré cargo.”
 
  Fuera de las recámaras de la Reina, Alysse y Papier se abrazan.
“¿Pero cómo te atreviste?” Exclama ella.
Papier besa sus labios.
“Hay que celebrar. Contamos con la bendición de la Reina.”
Alysse cruza los brazos.
“Me parece todo apresurado…”
Papier acaricia su cabeza.
  “Es que no te das cuenta que a tu lado puedo expresar mis sentimientos sin algún reproche.”
  Alysse asiente.
  “Vamos, salgamos de aquí.” Dice Papier.
“Necesito ver a Janice. Quiero que lo sepa de mi boca.”
“Janice…Janice…”

  En el pasillo, Casey se acerca a Rebeca.
“No temas. He venido a disculparme.”
Rebeca permanece en silencio con la cabeza gacha.
“Me dejé llevar por la ira. Actué sin conocimiento.” Agrega Casey.
Rebeca asiente.
“Si existiera la manera de ayudarte…”
“¡No la hay!” Grita Rebeca.
“Yo…solo…”
Rebeca toca el pecho de Casey.
“¿Pero le gustó verdad?” Rebeca lo mira directo a los ojos. “¿Me lo negará?”
Casey retrocede.
  “Lo conozco muy bien.” Agrega ella.

  En el jardín, Alysse busca a Janice pero se encuentra con Milun. Milun se da vuelta.
  “Espera…” Dice ella.
Milun la mira directo a los ojos.
“Tú y yo no tenemos nada de que conversar.”
“Sé que debiste escucharlo de mí. Jamás creería que Casey llegaría a tanto.”
  Milun asiente.
“Finalmente aceptas las consecuencias de ignorar mis consejos.”
“No es como tú dices.”
“Sin embargo no aprendiste nada de la lección.”
Alysse frunce el ceño.
“Si te refieres a Papier…”
“¿Y por qué no? ¿Por qué no decirte que estas cayendo en un abismo tan profundo?”
  “Toma tiempo conocer a alguien. Incluye las veces que uno tenga que caerse.”
  Milun sonríe.
  “Te recuerdo que eso lo aprendí a tu lado.” Agrega Alysse.
Milun se acerca.
“Tienes la cabeza llena de hermosas palabras. Eso impide que veas la realidad.”
“Esta realidad me hace sentir llena. Al saber que alguien cree en mis palabras.
Milun niega con la cabeza.
“Lamentablemente no vivimos de palabras. Y sus acciones…no tardarán…”
  Alysse asiente.
“No me esperaba otra cosa de tu parte.”
“Solo espero que cuando suceda no te haga falta un pecho en donde apoyar la cabeza.”
  Milun se marcha. Alysse baja la mirada.

En la sala de esgrima, Flere y Papier practican.
“Te saliste con la tuya.” Observa Flere.
  “Alysse es más que perfecta.” Suspira Papier.
Un criado ingresa y se acerca a Papier.
“Visita, Señor.”
Papier se encoge de hombros.
En el vestíbulo, una muchacha de cabello recogido y vestido holgado camina en círculo observando los adornos del Palacio. Papier luce sorprendido al verla.
  “Carmen, ¿Qué haces aquí?”
Carmen va hacia él.
  “Ignoraste mis cartas.” Dice ella.
  Papier la toma del brazo.
“No hay nada de qué hablar.”
Carmen lo empuja.
“Sí que lo hay.”
Carmen descubre su abultado vientre. Papier se paraliza.