sábado, 29 de agosto de 2015

SOMOS FEAS PERO ESTAMOS AQUÍ: "nou léd, nou la" / Leonardo BOFF


               Una de las historias más conmovedoras que he leído últimamente es de una escritora haitiana, nacida en 1969, que vive desde hace muchos años en Estados Unidos: Edwidge Danticat (ver en perterjose604@yahoo.com.br). Fundamentalmente cuenta las historias que oyó a su abuela negra, en las largas noches de los apagones habituales del Haití pobre.
            En una de aquellas noches, la abuela, entre otras muchas historias, contó también aquella que ha permanecido en la memoria del pueblo hasta el día de hoy: el trágico destino de Anacaona. Era reina, poeta, pintora y danzarina. Gobernaba la parte oeste de la isla, llamada Ayiti, que en la lengua indígena original significaba “tierra de grandeza”, por la exuberancia de su paisaje verde.
            Todos vivían tranquilos en aquella parte hasta que llegaron por mar los españoles, sedientos de oro y riqueza. Saqueaban y mataban en función de su provecho. Así que pronto prendieron a la reina Anacaona, la violaron y la mataron. Toda la aldea fue saqueada y destruida. En el siglo XVI con la presencia de los españoles, todos los indígenas murieron a causa de las enfermedades de los blancos o fueron simplemente asesinados. Para sustituirlos trajeron como esclavos a miles de africanos. Así y todo, muchas niñas negras reciben hasta hoy el nombre de Anacaona en recuerdo tanto del esplendor del pasado como de la continuada agonía del presente.
            Pero con la esclavización de los africanos se sentaron las bases del empobrecimiento de esta hermosa isla, hoy la más pobre de América Latina. A pesar de eso, los haitianos nunca se resignaron, resistieron y, mediante una revuelta de esclavos, fueron los primeros en erradicar la esclavitud en 1794. Después en 1804 crearon una nación independiente. No les valió de mucho, porque después vinieron los franceses y los norteamericanos, que ocuparon la isla, explotaron sus riquezas y en seguida impusieron sangrientas dictaduras que generaron una gran miseria que perdura hasta el día de hoy. Como si eso no bastase, el 12 de enero de 2010 fue asolada por un terremoto de proporciones catastróficas, dejando cerca de 200 mil muertos y tres millones de personas sin hogar, drama con consecuencias desastrosas, todavía no sanadas por falta de solidaridad internacional.
            Edwidge Danticat narra lo que oyó a su abuela sobre los padecimientos de los esclavos, pero también de su resistencia y de su fe. Los esclavizados creían que cuando muriesen sus espíritus volverían a África, a una tierra pacífica de nombre Ginen, habitada por dioses y diosas bienhechores. Así daban un sentido mayor a su deshumanización y abrían la puerta a una vida de libertad y bienaventuranza.
            Curiosamente, en medio de las mayores adversidades, desarrollaron una visión encantada de la vida. De acuerdo con esta visión, según ellos, lo que cuenta de verdad en la vida es estar vivo y sobrevivir. Fue lo que más impresionó a la autora. La abuela contaba que las mujeres como ella, cuando se encontraban en los caminos, o volvían cansadas y llenas de polvo del trabajo en el campo, se saludaban con esta expresión: nou lèd, nou la, que quiere decir: “somos feas pero estamos aquí”.
            Comenta Edwidge: “Tal vez este dicho no agrade a la sensibilidad estética de algunas mujeres. Pero este dicho es para las mujeres pobres haitianas, como mi abuela, más querido que mantener la belleza real o producida. Lo que vale celebrar es el hecho de que estamos aquí, de que a pesar de todos los sufrimientos, existimos. La esencia de la vida es la supervivencia, es poder seguir viviendo”.
            Edwidge concluye su relato clamando: «Nosotras somos hijas de Anacaona. Nos curvamos pero no nos doblamos. No somos atrayentes, pero aun así resistimos. De vez en cuando debemos gritar lo más lejos que el viento pueda llevar nuestras voces: Nou lèd, nou la! Somos feas pero estamos aquí».
            ¿A que viene la narración de esta saga? Es la constatación del hecho de que tantos y tantas en la vida pasan por tragedias absurdas, sufriendo a más no poder, como al ver a su hijita en la cuna muerta por una bala perdida de la policía o de los traficantes. Y derramadas todas las lágrimas, al final terminan también diciendo: «somos víctimas y somos pobres, ¡pero estamos aquí! La vida dura y luchada debe continuar». Y siguen adelante, “sin nadie con quien contar”, como dice la canción.

            ¿Este relato no puede valer también para el PT actual? Un puñado de miembros corruptos, que deben ser juzgados y condenados, traicionaron los ideales originarios. La gran mayoría, especialmente en las bases, sin culpa alguna en los crímenes, son despreciados, difamados y perseguidos. A ellos les cabe repetir lo que dicen las mujeres “feas” de Haití dicen: «Nos curvamos pero no nos rompemos. Seguiremos levantando la bandera de la ética y concretando políticas buenas para el pueblo. A pesar de haber sido humillados, sobrevivimos y aquí estamos para realizar este sueño: ser un país rico porque consiguió disminuir las desigualdades y realizar algo de la justicia social anhelada desde siempre».
Leonardo BOFF/ 22-agosto-15

viernes, 28 de agosto de 2015

EL DÍA FESTIVO POR EXCELENCIA



DE: "LAS MÁS BELLAS ORACIONES DEL MUNDO"

TÚ ERES LA VIDA                                   

del universo,
luz para mí durante el día
y oscuridad en la noche;
el campo de la acción
cuando despierto y veo,
y, en el sueño, mis sueños.

Oh, Vida de Vida,
luz para mí durante el día
y oscuridad en  la noche;
líbrame de mi vicio
y mi virtud;
vacía mi corazón,
y llénalo después
enteramente de Ti.

Hazme grande
con tu magnificencia.
Abrázame en el silencio
y envuélveme en tu interior,
oh brillante Protector,
luz para mí durante el día
y oscuridad en la noche.
       Hinduismo, C. R. Das


VENTANA AL MUNDO:
LA AMAZONÍA

















GRANDEZA IMPENETRABLE DE LA AMAZONÍA
Condensado del libro de Willard Price

La Amazonía, un continente casi virgen dentro del continente americano, y bañado por el gigantesco Río de las Amazonas, es hoy la más prometedora y atrayente frontera de un mundo por conquistar. Grandes son las riquezas conocidas, que cubren el área más vasta que esté por explorar en la Tierra después de la Antártida, pueden ser aun mayores.

   El caudal del Amazonas equivale al de veinte Misisipís y en su cuenca cabría toda Europa. En Iquitos, en el Perú, a 3900 kilómetros del Atlántico, el río tiene 37 metros de profundidad, y todavía habría que subir 650 kilómetros para encontrar un trayecto en que el río sea como el Misisipí en su parte más ancha. Su boca es diez veces más grande que el Canal de la Mancha entre Dover y Calais, y en ella hay tres grandes islas, una de las cuales tiene el tamaño de toda Suiza. En su conjunto, el sistema fluvial del Amazonas ofrece una red de navegación de 48000 kilómetros para trasatlánticos.

   Recientemente navegué aguas arriba en el Río Negro, uno de los muchos tributarios del Amazonas con Agesilau de Araújo, uno de los hombres más ricos del Brasil. Es dueño de un trozo del territorio amazónico tan grande como Francia, tiene su propia flota de barcos fluviales, sus propios mercados, y virtualmente manda sobre más de habitantes. Gobierna este imperio tranquila y paternalmente desde una oficina de Manaos.

   Mientras veíamos el panorama de la selva que corría delante de nuestros ojos, Araújo me dijo:
--Estas tierras son como era el Oeste de los Estados Unidos hace dos siglos, poblado sólo de animales salvajes e indios. Atracar acá, aun estando tan cerca de Manaos, es correr el riesgo de que le lluevan flechas envenenadas. Pero la riqueza es fabulosa.

   Señalándome una palma de basabú en la orilla, agregó: --con sólo ese árbol un hombre puede hacerse rico. Y supe que produce una media docena de productos importantes, principalmente un aceite que contiene un grado muy alto de glicerina de invaluable importancia para la manufactura de explosivos y jabones.

   Me indicó algunos otros árboles: la linda palma carnaúba de la cual se extrae una cera que se usa para betunes y discos de gramófono; la famosa hevea y otros árboles de caucho; la jarina, o marfil vegetal. Me dijo además: Muchos de estos árboles dan las maderas más finas. Cuando otros bosques se agoten, la pulpa de madera para el papel se sacará en gran parte del Amazonas. Actualmente estoy montando una fábrica de pulpa en Parintins.

   Siguiendo una curva del río nos acercamos a un claro donde unos colonos ingleses están entregados a productivos y variados cultivos.

   Araújo afirmó:
--Este es el verdadero porvenir del Amazonas. Que haya colonizadores estables. Gente que quiera venir y quedarse, que tenga a orgullo mejorar las fuentes de producción y no simplemente servirse de ellas. Con una política sana de conservación, puede contarse con que esta rica comarca producirá por siglos, cuando muchas de las tierras que hoy son las más productivas se encuentren exhaustas.

   Antes se decía que la Amazonía era “la tierra del mañana, donde el mañana nunca llega”. La promesa estaba siempre allí pero no era realizable fácilmente. Ahora, el mañana ha llegado. Los colonos han venido a establecerse, no a hacer una ganancia inmediata y abandonar el campo en seguida.
  
   En vista de la creciente expansión de la población en el mundo, las Naciones Unidas destinaron 25.000 dólares para un estudio científico de la región amazónica. De acuerdo con una investigación ya hecha, la cuenca del Amazonas podría alojar mil millones de habitantes y producir más alimentos que todo el resto del mundo. Cualquier día será la grande esperanza de un planeta agotado.

jueves, 27 de agosto de 2015

SIGNO DE COMPLACENCIA / Pereda-Hurtado

23 de agosto del 2006 / 23 de agosto del 2015. Noveno aniversario.

Me pregunto, de las siete ediciones publicadas, cuál de ellas tiene ese toque mágico para ser algo más que gratificante a mi persona. “El amor es poesía… el hombre es poesía” es muy posible que lo sea, me respondo. El origen y  proyección de esta pequeña obra es  muy singular y es un signo de complacencia personal.
Nació por la inquietud de María Yolanda Hurtado quien tenía una copia de su original autografiada por el autor pidiendo luego la autorización para su publicación.
Como fuera yo el editor responsable se redujo el poemario,  y se anexó "Espigas Verdes" de Augusto Calderón Lezama, el cual ha tenido su sitio y tiene su sentido dentro del mundo literario. Por este libro,  es considerado Augusto Calderón poeta en el marco de los Poetas Regionales,  según Blasco Bazán Vera en su blog Bitácora, lo que considero portentoso ya en su origen ya en su recorrido… La rueda de la fortuna había dado una vuelta completa; en tiempo acelerado  se dio a conocer por sí mismo, luego ya en las manos de Bazán, quien me pone como el recopilador de las poesías (ya existía)  me agradece por teléfono por el hallazgo; posteriormente le ofrecí crear un blog para ampliar lo poco conocido. Le cursé un correo anunciándole que la poesía  “Mirador de Dios” ha ganado una estrofa más en su contenido:
                        Salpo, por tu estancia altiva y cercana a Dios,
                        todo turista extasiado exclama,
                        lo que el profeta y poeta Aicúa engalana:
                        eres balcón del infinito y por ende Mirador de Dios.
(Véase: Lo que se dijo y no se dijo en el Quinto libro, Sábado 1 de octubre del 2011).

Fue Presentada en el Banco Continental, Casa Emancipación,  por los amigos y compañeros: Wellington Castillo Sánchez, Carlos Chávez, y Alejandro Benavides Roldán.
Más gratificante todavía: María Yolanda ha pasado los fonemas a la escritura (filmación de 2 horas), copia fiel del original para valorar el contenido de la obra, analizada por Castillo con destreza configurándose así un documento histórico para la familia. Le ha costado cierto trabajo y varias horas de atención aguzando el oído para la  real ‘traducción’: el horario de un jornalero con sobre tiempo, nueve horas en tres noches consecutivas. Es pues, un trabajo personal, meritorio por cierto, remarcando que el quehacer humano es poesía. Ella lo gestó hace nueve años y por el mismo tiempo trata de alimentarlo con su difusión. No quedan sino unos pocos ejemplares. A ella, las gracias.



No ha habido nada que podar, corregir en lo expuesto, salvo el que venga, el autor, después de muchos años a darse un baño de …; todo lo contrario. Se recurre a ello para dar énfasis al objetivo de traer su poesía a los amigos. He dejado tal como están los relatos para sentir cómo nos miran los de fuera, los contemporáneos, los paisanos, los poderosos y los de “a pie”.




Benavides (Maestro de ceremonia)
Con la poesía se da un testimonio de vida para hacer de este mundo, un mundo más asequible, para llegar más a la hondura de las cosas y poder entendernos.
Esta noche vamos a tener la presentación del libro “El amor es poesía… el hombre es poesía” de don Manuel Calderón Ávila. Don Manuel nos visita después de muchos años, y él radicando en Alemania viene a su tierra porque él es liberteño; es de Salpo y está en su Perú recorriendo y dándose un baño de su país y trae su poesía; es el objetivo de su visita.
Para empezar quiero invitar a la mesa a una persona que siempre nos ha apoyado y que permanentemente tiene las puertas abiertas del Banco Continental al quehacer cultural. Quiero felicitar a don Carlitos Chávez. Por favor, a esta mesa. (Aplausos).

Igualmente a otra persona que es miembro de un clan que en Trujillo así como los santiaguinos, los huamachuquinos, han abierto un espacio de la cultura liberteña, han irrumpido en el quehacer cultural y han abierto un espacio que ya lo ocupan en él y es la gente del distrito de Salpo. Tiene representantes magníficos; podemos nombrar por ejemplo a Juan Paredes Carbonel; a toda la familia Pereda Calderón, Panchito Pereda, Alejandro Pereda, Rita Pereda. Tenemos otro gran intelectual que es don Saniel Lozano quien pronto nos presentará un balance de la literatura liberteña.
                                     El llamado "clan": Alejandro, Rómulo, Julia, Aurea, Franec,
                                                                               Max, Ulises, Wenceslao, Isaac y Rita.
Invitamos al editor del presente libro, a don Alejandro Pereda Calderón (Aplausos).
Estará a cargo de la presentación del libro un distinguido escritor intelectual, dramaturgo y muy querido profesor universitario. Recibimos a Wellington Castillo (Aplausos).
Y la persona, honra de nuestra reunión y nos tomó esta noche, el poeta don Manuel Calderón. Recibamos con calurosos aplausos.

Bien amigos, iniciando ya esta tertulia porque aquí todos nos conocemos; valgan verdades estamos en familia porque así debe ser con ideas distintas o coincidentes para de ese modo se pueda avanzar en ese difícil quehacer del trabajo cultural.
Un pequeño espacio para saludar a una joya de la plástica liberteña que es don Eladio Ruiz; don Eladio es quien ha ilustrado el libro (carátula) con la Pintura “La Pasionaria”.
  
Vamos a invitar a don Carlitos Chávez…
“Damas y caballeros un saludo de bienvenida a nombre del Banco Continental que tiene como ustedes saben abiertas las puertas al arte y la cultura y qué mejor a estas actividades, quiero referirme a un gran amigo, un compañero de estudios que es Manuel Calderón Ávila autor de este libro. Me pidió que no dijera Reverendo padre, porque yo de verdad lo hubiera agregado: excelentísimo e ilustrísimo, ja, ja, como amistad de muchos años, pero que al fin y al cabo eso merece, esos títulos y muchos más.
Cómo no puede provenir de un sacerdote aquello “el amor es poesía/ el hombre es poesía” cuando Jesucristo fue el gran testimonio de amor a tal punto que entregó su vida por todos nosotros; si esa es nuestra fe y nuestra esperanza estoy seguro que las páginas de este libro nos llevarán a actualizarnos en el ideal del amor en un momento tan convulsionado, de choques y violencia. Yo creo que todavía no se ha realizado la gran revolución del amor. Creo que lograremos los objetivos de don Manuel que esta noche presenta su libro y lo recibimos con toda satisfacción en esta histórica Casa de la Emancipación. Muchas gracias (Aplausos).

(Recibimos a don Alejandro Pereda)

Respetado público, buenas noches.
Quiero justificar lo que en el libro en la primera página se dice que el libro obedece a nobles exigencias; esas nobles exigencias las voy a resumir en una pequeña alegoría recientemente escuchada que tiene relación con lo que vamos a realizar. Es un dicho oriental. “El hombre se realiza cuando planta un árbol, tiene un hijo y escribe un libro”. A la verdad, estas tres realidades se han cumplido en Manuel. Gracias a los interrogantes ya de familia, ya de amigos, ya de extraños planteados muchas veces, llegamos a estas conclusiones. ¿Qué ha hecho Manuel en sus 70 años de vida? ¿Qué ha hecho Manuel, además de su obra pastoral llevada muy bien en 46 años fuera de nuestro país?  Las eventualidades compresentes  arrastran la gama de respuestas posibles: existencia de muchos arbolitos. Yo diría, que él es el árbol, y ha ido mirando los frutos que caen, esos frutos de comprensión hacia su familia, sus amigos y otras personas. Hay un dicho: “Quien a un buen árbol se arrima, buena sombra le cobija”. ¡Qué no ha hecho por su pueblo! Ayudó a la construcción de la Posta Médica, ayudó a la construcción  del Templo, ayudó para conseguir instrumental para la banda  (músicos) escolar.
Hace poco hemos ido a Salpo. Cierto. No está conforme a sus deseos. Creo que ha sacado una lección. De hoy en adelante, primero, los del pueblo tienen que empezar para luego secundar. Siempre atento al quehacer de su pueblo.
La segunda realidad: Tiene un hijo. Ha formado a uno de sus sobrinos, lo ha adoptado y lo ha hecho médico; quiero decir, que lo ha dejado en plena libertad de conseguir esta profesión; hasta hace poco le decía “medicucho”, no en el sentido peyorativo sino para decirle: mientras no tengas el título no eres médico. El joven, hace poco, nos presenta el título y él agrega “Ahora, sí eres un doctor”, un buen doctor como suenan las palabras.
La tercera realidad: Ha escrito un libro, un libro de poesías. Él nos dice que lo hizo en un verano de sus vacaciones; pero va reconociendo lo que significa propiamente la poesía. La apreciación de la poesía depende de la sensibilidad, de la cultura, del gusto estético, de las vivencias personales. Por lo tanto merece pues un gran respeto; todo lo que nace de las personas merece respeto: ternura de la tristeza, ternura de la protesta, ternura de la soledad, ternura de la ausencia. El tema de la infancia, con la madre o el padre se impregna en el ser del poeta. El poeta se muestra ontológico, hermenéutico y heurístico. El poeta se muestra como un creador de existencias; se convierte en un navegante de amor y cuando se torna jubiloso, el beso se convierte en melodía. Al anidarse en el corazón de la amada, el amor se ilumina y arde con intensa pasión. No falta en el poeta la alusión a la muerte y la visión del retorno. Abrazado de nuevo a la vida, su humanismo se desborda como un ala quebrada, lacerada y triste ante el mundo. La soledad turba la existencia del poeta y en una visión cósmica el silencio le duele porque se torna en soledad; pero el hombre se eleva para ungirse de humanidad. Todo esto va a abordar, analizar, nuestro amigo Castillo, y ustedes, por supuesto, cuando lean este libro. Muchas gracias.

(Doctor Castillo)

Me permiten agradecer la invitación tan gentil de Alejandro Benavides, pero también con el visto bueno de su tocayo don Alejandro Pereda. Por la invitación que me han hecho para presentar el libro “El amor es poesía… el hombre es poesía” quiero a la vez agradecer por reencontrarme con una familia interesante de significaciones de altura y cercanía, como el Ragach, una noche de Salpo y desde allí una gran trascendencia de esta familia en la cultura y  el arte en nuestra Región, me refiero a la familia Calderón-Pereda, muchos de cuyos miembros son apreciados y estimados por la comunidad trujillana. También me han dado la ocasión pública para rendir –es la primera vez que lo hago –mi más cálido homenaje a dos de ellos representantes de esta familia, los sacerdotes Ulises y Wenceslao. El primero, mi maestro de filosofía en los primeros años en las aulas universitarias y el segundo, don Wenshe, como lo decíamos, mi amigo y colega en la docencia de nuestra Alma Mater. Un gran marco significativo especial. El libro me ha dado y nos va a dar también interesantes sorpresas. El libro reúne las poesías de dos autores, la de Carlos Manuel y las de Augusto Calderón, cuya parte en el libro lleva el título de “Espigas verdes”.
Es parte, como ya lo ha informado Benavides, de una biblioteca familiar seriada en base a colores, de tal manera que hay la serie guinda-dorada, el volumen que presentamos, la serie azul, la serie azul-amarillo, serie verde, serie marrón; todos de autores Calderón-Pereda.
El autor de la primera parte del libro, con gran sorpresa para mí y supongo que para muchos de ustedes, salvo que lo conozcan es sacerdote, ejerciendo su sacerdocio en Kassel-Alemania. Indudablemente se trata de un sacerdote-poeta que tiene un pensamiento especial manifestado en verso y prosa, que me ha dado mucha alegría y ahora puedo decir que la sorpresa ya no es tan sorpresa y finalmente la ilusión como también se ha dicho sobre el color guinda del libro se ha cumplido, guinda es expresión de hallazgo en atención al nexo de los antepasados.

En la primera página encontramos un agradecimiento del autor a don Alejandro por su paciente labor de coordinar y corroborar las poesías de ambos autores; pero en este prólogo, que lo voy a destacar, hay cosas que no se dan usualmente. Este es un prólogo diferente porque es una expresión de una actitud familiar, una posición perfilada de sangre, admiración, gratitud y amor, el testimonio del nexo, del elogio con el elogio de los antepasados fundado, pienso, en dos visiones, una poética y otra religiosa, expresada en la interesante relación de los conceptos poéticos anotados en los que figuran por ejemplo, los conceptos de la poesía de Aristóteles, Ortega y Gasset, interesantes filósofos, intelectuales y la visión religiosa (lo confirmo yo) del  elogio de los antepasados y el Canto a la Sabiduría: alabemos a los hombres gloriosos, los antepasados de nuestra raza: unos supieron gobernar su reino, otros dirigieron a la nación, otros cultivaron la música /y la sabiduría se alaba y se elogia a sí misma en medio de los suyos, del poema sobresaliente de la Biblia.
Los dos grupos de poesía del libro, entiendo, que se dan en esta perspectiva; esta perspectiva dada por don Alejandro es la que une a las poesías, la del hijo y la del padre, e incluyo, que  es  también la que levanta a todas las series de colores de las ediciones presentadas.

En relación a la poesía de don Manuel considero que no la podremos entender si no entramos bien en su pensamiento, un pensamiento dialéctico; la de un sacerdote, que además lo expresa con toda claridad y sentimiento. Ustedes van a encontrar en la Introducción del libro: Según Carlos Marx, en la historia universal, los grandes pensadores se presentan dos veces… Podría haber dicho de Mozart alguna expresión, un pensamiento. Es un pasaje con mucha geografía y una ventana hacia el jardín del tiempo; desde aquella ventana contempla la eterna procesión y participa del gozo  y del dolor que el tiempo ofrece a la naturaleza; profundo pensamiento y de este pensamiento convierte al tiempo como muchos poetas lo hacemos en el mundo referente más fuerte de su poesía; eso que quiero decir, él dice: “he escrito mis recuerdos como un homenaje al tiempo, aquella dimensión del hombre que todo nos da y todo nos quita”. He escrito mis recuerdos para poder un día alcanzarlos, porque ese camino blanco del olvido no tiene horizonte y si buscándolos me alcanzara la noche, me encontrará solo y de frente a aquella oscuridad que es tinieblas, silencio, miedo cósmico, desesperación.
Es verdad, don Alejandro se ha referido a muchos temas y esos temas están allí en el centro. Por ejemplo me permito leer justamente el poema El Tiempo: "En el juego de ajedrez no hay pasado que llene el presente…. Nos quedamos al borde de las cosas". El poema Camino: “Quisiera encontrar el camino que conduce al país en donde la vida se cierra en abanico….Que yo tenga otros sueños para reconocerte en mi vida, además de las huellas digitales”.

Llegamos a concluir: El amor es poesía…. Los poemas que son realmente bellos son “Así eres tú” y “Tu vacío” que me permito leerlos:
                        Si hay brisa y excitación                                                                            en el aire que hoy respiro,
                         tú eres brisa y excitación.

                        Si hay misterio
                        en las ventanas doradas 
                        de una noche de verano,
                        tú eres ese misterio.

                         Si hay música,
                         que puede inspirar, 
                         entristecer o emocionar,                                                                           tú eres esa música.

Ven,
llena el espacio
que ofrece la noche
y dime, durmiendo,
los nombres de tus sueños.

El hombre es poesía…; el hombre es amor y dolor.
Aquí se habla de 24 versos de su juventud y el resto de su madurez; lo sorprendente es que estos últimos completan la visión de todos los anteriores y es eso lo que da la originalidad. Por ejemplo, el poema al “Che Ernesto”: Lucha por ti, por mí, por todos. Aplausos para don Manuel.

Lo que quiero decir ahora es sobre “Espigas Verdes”, o sea la otra sección del libro que tiene los poemas también muy sencillos. Lo veo a don Augusto como un monumento al pie del Ragach. Ha poetizado el amor, la admiración, los personajes, la simbología de su tierra. Dice estar más cerca de su pueblo que lo vio nacer antes que la fluorescencia literaria. Yo digo que está más arriba, porque tuvo cuarto año de primaria. Me hace recordar a los poetas de mi tierra (Santiago de Chuco). Me permito finalizar con “Estampas Norteñas”… Muchas gracias.

(Quedan pendientes las palabras de agradecimiento de Carlos Manuel, María Yolanda y Fanny Cachay Mori).





miércoles, 26 de agosto de 2015

LOS 100 MEJORES CANTANTES DEL SIGLO


LOUIS ARMSTRONG
Cantante y trompetista norteamericano, 1901-71

Además de su inmensa influencia como trompetista y director de banda, el sonido único y áspero de la voz de "Satchmo" ya tiene carácter legendario.

El fraseo relajado de sus últimos éxitos, sobre todo "Hello Dolly" y "What a wonderful world" fue tan admirado como el estilo "Scat" que popularizó anteriormente.

martes, 25 de agosto de 2015

ROSA DE LIMA, LA PRIMERA SANTA DE AMÉRICA

Monasterio de Rosa de Santa María, Lima.
Anónimo,  siglo XVII
La temible horda de piratas a la orden del holandés Joris van Spielbergen, irrumpió feroz en la nave central del templo, ansiosa de aumentar su sangriento botín con el oro y las joyas que adornaban las imágenes sagradas y se conservaban en el tesoro de la Iglesia.
   La profanación de un lugar sagrado, de un templo de oración, no podía ser más descarada, no podía atentar en mayor grado contra lo que el alma más débil, menos comprensiva entiende debe ser  objeto del más sublime respeto y consideración.
   Era una escena despavorida, los feligreses quedaron atónitos ante la inmensidad de la barbarie. ¡Qué se habían creído esos desalmados!
Pero de pronto los más audaces que se habían adelantado a sus compinches, se detuvieron como fulminados por una visión inesperada e impresionante. Allá delante, frente a ellos, retándolos, guardando el Sagrario, de pie en lo alto del Altar Mayor, una mujer, casi una niña, los esperaba. Alta, delgada, envuelta en un hábito blanco y negro de terciaria de Santo Domingo, la serenidad en sus ojos, la decisión en su semblante, la rectitud en su determinación… Aquellos piratas no tuvieron ojos para ver a las mujeres agolpadas unas a otras en las naves laterales, protegiendo a sus pequeños, ni oídos para los llantos de los niños. Sólo pudieron ver la imagen radiante de la joven y escuchar el silencio impresionante de su radiante serenidad. Aquella actitud los detuvo, paralizando su impulso rapaz. Después los aterró  --aquellos malvados  que aseguraban no tener miedo de Dios ni de los hombres –Y, por último los hizo retroceder y abandonar el templo y la ciudad…
   “/Rosa, la Flor de Lima, salvaste la ciudad!”, fue el clamor que se escuchó en todas las bocas, cuando se vieron las negras velas de las embarcaciones de piratería desaparecer en el horizonte.
   La historia puede ser cierta o no. Unos aseguran que lo es. Otros la niegan. Pero a veces la historia no es como fue, sino como el corazón del pueblo quiere que sea. Y el corazón de los limeños se pronunció definitivamente por ella.
   Así, en la entraña del pueblo peruano y de toda la América cristiana, la primera santa de América está pintada en los colores de la exaltación.
   Rosa, Rosa de Lima. Con nombre providencialmente asignado, pues ese no es ciertamente el que se escribió en su partida de bautismo. El original fue tomado del de su abuela: Isabel. Que pronto, siendo aún de cuna, habría de cambiarse poéticamente por lo que la Iglesia reconoció en su canonización: Rosa. La historia es ciertamente bella. Una mañana luminosa, la criatura descansaba en su cuna y Mariana, una joven india que se dedicaba a su cuidado, la miró extasiada contemplando el velo que entrecubría la carita sonrosada, sin adivinar si dormía o estaba despierta. La delicadeza de la estampa, la luminosidad que emanaba de la criatura, la exaltó de tal manera que no pudo contener una exclamación: “/Nuestra linda bebita parece una rosa”! Doña María, la madre,  y sus hermanos que jugaban cerca, la escucharon y acercándose a la cuna confirmaron lo que Mariana había dicho. Doña María cogió a la criatura en sus brazos y apretándola contra su pecho exclamó: “/Vida de mi vida, alma de mi alma! Eres mi Rosa, mi Rosita y mientras viva no tendrás otro nombre…”
   La abuela  --en cuyo honor había sido bautizada Isabel –no aceptó el cambio de buen grado y siguió llamándola Isabel hasta que oficialmente se le cambió el nombre por el de Rosa, el día de su Confirmación en la Iglesia.
   Según los datos a que debe darse crédito, Rosa nació en Lima el 20 de abril de 1586, bautizándose el 25 de mayo siguiente, fiesta de Pentecostés.
   De adolescente, la belleza purísima caracterizó su presencia y cuantos la veían no podían dejar de admirarla. Aunque su verdadera belleza fue su dulzura interior, su amor al prójimo, al que dedicó sus mejores cuidados y, sobre todo, su amor a Dios, que consumió su vida entera.
   Ya de niña surgieron en ella las inclinaciones devotas y en su propio hogar instaló su capilla, donde pasaba largas horas del día en oración. Sin descuidar la ayuda a los suyos, tejiendo y bordando bellísimas piezas que se vendían a buen precio por el primor con que sus manos las adornaban.
                  “Ay, Jesús de mi alma
                   Qué bien pareces
                   Entre flores y Rosas
                   Y Olivas verdes”,
Escribió en versos cándidos e inspirados místicamente, jugando con las palabras y los nombres en loas al Salvador.
   Rosa quiso en su primera juventud ingresar en una orden monástica, pero la respuesta inspirada providencialmente le negaba el requerimiento. Y su vocación la llevó a unirse a la Orden Terciaria de Santo Domingo, vistiendo sus hábitos por el resto de su vida. La santa predilecta, a la que siempre trató de imitar, fue Santa Catalina de Sena.
   Las mortificaciones que se dio en vida fueron severísimas. Primero se habituó a comer y dormir muy poco y trabajar mucho. Llevando al extremo sus penitencias, ya que para ella la disciplina consistía en aplicarse penas y sufrimientos corporales. Al extremo de llevar durante mucho tiempo una corona de espinas bajo la tela del hábito que le cubría la cabeza. Algunas veces podían verse delgados hilillos de sangre resbalando por la frente. Pronto consiguió permiso de sus padres para instalar en su propia casa una habitación aparte para el cuidado de “sus enfermos”, a los que cuidaba con riesgo para su propia salud.
   La admiración por sus virtudes se extendió de manera tal que fue paternalmente llamada a explicar su celo por la Inquisición. Y pese a su carencia de preparación teológica, sus respuestas fueron la admiración de sus interrogadores por la claridad y profundidad de sus afirmaciones.
   Predijo con mucho anticipo la fecha de su muerte: el 24 de agosto, fiesta de San Bartolomé. Estando en la casa de su gran amiga doña María de Uzátegui, el día primero de agosto –corría el año de 1617 –se sintió presa de agudísimos dolores que los médicos no pudieron calmar. Era como si una tenaza de hierro le apretara las sienes y bajara apretándole también el pecho; como si hierros al rojo le traspasaran el cuerpo y se clavaran en el corazón; como si los huesos se le derritieran y la médula se redujera a cenizas…
   El día 21 le fueron administrados a su petición los Santos Sacramentos. La noticia de la gravedad se extendió rápidamente por toda la ciudad.

   Y tal como lo había anunciado, a la medianoche de la fiesta de San Bartolomé, rogando a Jesús que estuviera a su lado, cerró los ojos para siempre.
HABLEMOS/MAGAZINE.


Cambio de nombre de Isabel por Rosa.
Angelino Medoro. Oleo, Siglo XVII.
Santuario de Santa Rosa. Lima.
Escultura en mármol de Santa Rosa yacente
(detalle), por Melchiorre Caffá.

lunes, 24 de agosto de 2015

VERSOS DE "EL TIEMPO Y LA ESPERA" / Pedro CASALDÁLIGA



TE HAS DE ENCONTRAR

Tarde o temprano
te has de encontrar.
No sigas siendo un extraño
en tu heredad.

Vuélcate sobre ti mismo,
abierto de par en par.

Sólo el que sabe enfrentarse
descubrirá la verdad.
Solamente el que se acepta
acogerá a los demás.

Sólo encuentra al Dios oculto
el que sabe buscar.

MUCHOS ESPEJOS TE MIENTEN

Muchos espejos te mienten
muchos ojos te delatan.
Sólo te ven todo entero
Dios y tu propia mirada.

domingo, 23 de agosto de 2015

EL PARTIDO DE LOS TRABAJADORES (PT) O SE RENUEVA O SE VUELVE MEDIOCRE / Leonardo BOFF






                 

Reza un mito antiguo del área mediterránea que, de tiempo en tiempo, el águila cuando observa en su cuerpo señales de envejecimiento, debilidad en sus ojos penetrantes, y flacidez de las garras, se propone renovarse totalmente. Así hacía también la fénix egipcia que aceptaba morir para volver rejuvenecida a una nueva vida. ¿Cuál era la estrategia del águila? Se ponía a volar cada vez más alto hasta llegar cerca del sol. Entonces sus plumas se incendiaban y toda ella empezaba a arder. Cuando llegaba a este punto extremo, se precipitaba desde el cielo y se lanzaba cual flecha en las aguas frías del lago. El fuego se apagaba.

            Y entonces ocurría la gran transformación. A través de esta experiencia de fuego y de agua, la vieja águila volvía a tener plumas nuevas, garras afiladas, ojos penetrantes y el vigor de la juventud.
            Queremos aplicar este mito al PT, metido en una crisis crucial que lo obliga a renovarse como el águila o a aceptar el lento envejecimiento hasta perder todo el vigor vital y la capacidad de renovación de la sociedad, como era su sueño primordial.
            Para entender mejor este relato y aplicarlo al PT vamos a revisitar al filósofo Gaston Bachelard y al psicoanalista C. G. Jung que entendían mucho de mitos y de su sentido profundo. Según ellos, fuego y agua son opuestos, pero cuando se unen se vuelven poderosos símbolos de transformación.
            El fuego simboliza la conciencia, el vigor y la determinación de abrir caminos nuevos. El agua, por el contrario, representa el inconsciente y las dimensiones del cuidado y la capacidad de entender el sentido secreto de las crisis.
            Pasar por el fuego y por el agua significa, por tanto, integrar en sí los opuestos: la determinación con el descubrimiento del sentido secreto de las crisis. Estas suceden para purificar, limpiar todo tipo de añadido y dejar aparecer lo esencial. Nadie al pasar por el fuego y por el agua permanece intocado. O sucumbe o se transfigura, porque el agua lava y el fuego purifica.
            El agua nos hace pensar también en las grandes crecidas, como las que conocimos en 2011 en las ciudades serranas del Estado de Río de Janeiro. Con su fuerza se llevaron todo, especialmente lo que no tenía consistencia y solidez. En una sola noche murieron 903 personas y 32 mil quedaron sin abrigo. Fue un cataclismo de resonancia mundial. Es el poder invencible del agua.
            El fuego nos hace imaginar el crisol o los hornos que queman y acrisolan todo lo que es ganga y no es esencial. El oro y la plata pasan por ese proceso purificador del fuego.
            Las crisis existenciales son bien conocidas. Cuando hacemos esa travesía por la “noche oscura y temible”, como dicen los maestros espirituales, dejamos aflorar nuestro yo profundo sin las ilusiones del ego superficial. Entonces maduramos para lo que es auténticamente humano y verdadero. Quien recibe el bautismo de fuego y de agua rejuvenece como el águila del mito antiguo.
            Pero existen también las crisis mayores, de todo un proyecto e incluso de todo un partido como el PT. Él tiene que asumir la verdad: tuvo muchos aciertos que beneficiaron a millones de personas que vivían en la pobreza y en la marginalidad, pero también cometió errores evitables: se dejó tomar por el “demonio” del poder como fin en sí mismo, cuando debe ser siempre medio. Hubo la corrupción vergonzosa de algunos miembros importantes que destruyeron el sueño de una multitud que creía y se esforzaba para vivir lo nuevo factible.
            Pero dejando las metáforas y yendo directamente al contenido real: ¿qué significa concretamente para el PT rejuvenecerse como el águila? Significa entregar a la muerte todos los errores cometidos que impiden que el sueño despierte.
            Lo viejo en el PT son los hábitos y las actitudes de la vieja política que servía de instrumento para crecer y perpetuarse en el poder. Con eso perdió el sentido originario del poder como medio de transformación en beneficio de las grandes mayorías y jamás como fin en sí mismo. Todo eso debe morir para que el PT pueda inaugurar una forma de relación con los verdaderos portadores del poder, que son el pueblo y los movimientos sociales.
            Rejuvenecer como águila significa también desprenderse de convicciones endurecidas, de cierta arrogancia de representar el mejor camino, de querer tener razón en todo. Muchos dirigentes del PT continúan manejando conceptos superados, incapaces de ofrecer respuestas nuevas a la crisis que devasta los países centrales y ahora nos toca poderosamente. Rejuvenecer como águila significa tener valor para volver a comenzar y estar siempre abierto a escuchar, a aprender y a revisar.
            Pero esto no es lo que está ocurriendo. Hasta hoy esperamos una revisión sincera y el reconocimiento público de sus errores. Sus líderes imaginan que haciendo así dan armas a los adversarios, cuando demostrarían ser más fieles a la verdad que a su propia imagen.
            El PT, que se presentaba como un águila de alto vuelo, se está se transformando en gallina común que apenas cisca el suelo y hace vuelos rastreros. No es ese el destino que la historia quiere destinarle.

            Por último, si el PT quisiera renovarse como un águila debe regresar al seno del pueblo. Este le da bellos ejemplos de lucha, de trabajo, de entereza ética y también duras lecciones. Esa inmersión es salvadora y renovadora como lo fue para el águila arder en fuego, sumergirse en las aguas frías y así resurgir rejuvenecida. 
           Leonardo BOFF/ 19-agosto-15