lunes, 27 de octubre de 2014

CONSOLIDAR LA REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICA VOTANDO A DILMA / Leonardo BOFF



La presente campaña presidencial en la segunda vuelta pone en juego algo fundamental en la historia brasilera: nuestra primera revolución popular, democrática y pacífica, conquistada por el voto, con la llegada de Lula a la Presidencia. No fue solamente una alternancia del poder sino una alternancia de clase social. Un representante de los empobrecidos y siempre colocados al margen llegó al más alto cargo de la nación como fruto del PT, de aliados y de la gran articulación de movimientos sociales y sindicales, y ha sido continuado por Dilma Rousseff.

Como afirmaba el notable historiador José Honório Rodrigues en su Conciliación y Reforma en Brasil (1965): «los intereses del pueblo fueron descuidados por los dirigentes; de ahí las luchas, las rebeldías, la historia cruenta, el compromiso y la conciliación; revolución en el sentido de transformación de la estructura económica, del régimen de tierras, de cambio de relaciones sociales, nunca hemos tenido; el gran éxito de la historia de Brasil es su pueblo y la gran decepción sus dirigentes».

Continúa José Honório: «las victorias del pueblo son objetivas e indiscutibles;… Brasil debe al pueblo la unidad política, la integración territorial, el mestizaje, la tolerancia racial, la homogeneidad religiosa, la integración psicosocial, la sensibilidad nacional muy viva que exige un abrasileramiento de las propias contribuciones extranjeras» (p. 121-122).

Con Lula y Dilma se inauguró esta revolución, que está todavía inacabada, pero que debe ser consolidada y profundizada. Ojalá en estas elecciones no sean malgastadas por la victoria de quien representa la vieja política oligárquica más interesada en el crecimiento económico, en el mercado y articulada con la macroeconomía globalizada, que en el destino de millones de personas sacados de la pobreza por las políticas republicanas y hechos sujetos sociales participativos en la sociedad.

Por eso es importante que gane Dilma, para garantizar, consolidar y enriquecer con un nuevo ciclo de transformaciones esa revolución inaugural.

En los inicios de la colonización el cronista oficial Pero Vaz de Caminha escribió que aquí «todo lo que se planta da». Los cinco siglos de historia todavía a la luz del paradigma europeo mostraron el acierto de tal afirmación. Aquí todo puede dar y dio para ser la mesa puesta para las hambres del mundo entero. ¿Por qué no iba a funcionar un proyecto-Brasil nuevo, democrático, social, popular, ecológico, ecuménico y espiritual?

El pueblo brasilero se habituó a «hacer frente a la vida» y a conseguir todo «en la lucha», es decir, con dificultad y mucho trabajo. ¿Por qué no va a hacer también frente a este gran y último desafío puesto en su camino? ¿Cómo no conquistarlo «con garra», con conciencia solidaria, con organización, con deseo de empoderarse para garantizar el poder del estado, ya tras 12 años, a fin de darle el verdadero sentido de hacer los cambios necesarios, primeramente para los más olvidados y desde ellos a todos, dándoles sostenibilidad y garantizándoles un futuro bueno para el país?

Ese camino ya ha sido trazado, aunque falte todavía mucho para que esté terminado. Dos veces llegó lo nuevo allí, al poder central. Escasean cada vez más los instrumentos con los cuales las élites dominantes quieren volver al poder con aquel proyecto neoliberal que arruinó a los países centrales y lanzó cien millones de personas al desempleo en Europa y Estados Unidos.

Nos sentimos representados en los versos del cantor: «Solo es cantor quien trae en el pecho el olor y el color de su tierra/ la marca de sangre de sus muertos/y la certeza de la lucha de sus vivos» (La saga de la Amazonia, de Vital Faria). Esa lucha, esperamos, será victoriosa. El país florecerá en el fulgor de su pueblo multicolor como nuestros paisajes que encantan nuestros ojos. Valen estas palabras de unos líderes sindicales en los días sombríos del sometimiento: «Pueden cortar una, dos y todas las flores, pero no podrán impedir la llegada de la primavera».

La primavera está ya avanzada. Junto con al sol primaveral queremos celebrar la victoria de la mayoría del pueblo, reeligiendo a Dilma Rousseff.

Si no pudiera ser ahora, quedaría el desafío para el futuro. Lo que debe ser, tiene fuerza y llegará el día, bendito día, en que va a triunfar.

Leonardo BOFF / 25-octubre-14 

sábado, 25 de octubre de 2014

EL RÍO DE LA PALABRA II - (ENCONTRAR LA PALABRA) / Jairo DEL AGUA

04.08.14 | Archivado en Religión


Nos habíamos quedado en una Escritura contaminada -por ser humana- y con una serie de dificultades para beber del "río" de la Palabra que la riega. Te había prometido continuar con algunas pistas para alcanzar el agua limpia. Veamos:
1. La Presencia: Es la que hace sagrada la historia de este Pueblo. Es como el sol que ilumina, calienta y fecunda una tierra oscura y primitiva. La historia es terrena, a veces perversa, incluido el NT. La voz que la intenta regenerar es divina.
A esa Presencia la he llamado "río" porque baña la historia de nuestra Familia desde el principio. Una Presencia que va ganando caudal hasta hacerse palpable, visible y audible. Entonces la Palabra misma nos llama cara a cara, nos interpela desde nuestra propia naturaleza.
Quienes nos dejan testimonio escrito adolecen también de defectos pero su Nuevo Testamento es más comprensible, limpio y fiable que el anterior. No podemos olvidar que el transcurso del tiempo perfecciona a los humanos y a la humanidad. Por eso "el Verbo se hizo carne" en el momento histórico en que podíamos entender mínimamente su mensaje. De no ser por esa natural progresividad humana el Padre hubiera enviado al Hijo mucho antes.
Esa Presencia no ha acompañado sólo a nuestro Pueblo. Creo firmemente que ha acompañado, de una u otra forma, a todos los pueblos [1], que ha extendido su manto protector sobre todos los rincones de la tierra. La diferencia quizás esté en la fidelidad mayor o menor de cada pueblo a su llamada.
Los cristianos nos sentimos "privilegiados", agradecidos, reconocidos a la Mano que nos creó y nunca nos abandonó. Pero no por eso somos mayores, ni mejores. Lo que no resta nada a mi fe, ni a la fidelidad a mis raíces, ni al gozo de pertenecer al Pueblo de la Encarnación. En mi ignorancia sólo sé que he sido elegido "desde siempre y para siempre" a la Vida y que me han dejado escrito el Camino para no perderme en la oscuridad terrena. Me supera y estremece este regalo. Ardo en deseos de compartir mi alegría. Pero no caeré en la tentación de despreciar a otros desde mi credo y mi doctrina.
Pues bien, para encontrar el "río" enhebrado en la Escritura, te será de gran provecho haber encontrado dentro de ti esa Presencia. Me atreveré a decir más: De poco te servirá la Escritura si no te lleva a descubrir esa Presencia en tu historia, dentro y fuera de ti mismo. Estoy convencido de que mi historia, como la tuya, es tan sagrada como la de Jacob, David o Pedro. Esa Presencia la hace hoy, como ayer, "historia sagrada": "Mirad que yo estoy con vosotros cada día, hasta el fin del mundo" (Mt 28,20).
El filósofo judío Franz Rosenzweig lo expresó magistralmente: "La Biblia y el corazón dicen lo mismo. Por eso (y sólo por eso) la Biblia es revelación". Jesús de Nazaret nos lo había enseñado ya: "El reino de Dios está dentro de vosotros" (Lc 17,21).
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2. La coherencia: Nos han creado coherentes, a su imagen (Gn 1,26). Es precisamente la coherencia de Dios la que explica las permisiones al desvarío humano, su respeto al don de la libertad. Por esa coherencia "la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros" (Jn 1,14) para mostrarnos el camino de vuelta al Padre, en vez de suprimir de un plumazo nuestra malversada libertad.
La coherencia es, por tanto, una herramienta imprescindible para filtrar las narraciones bíblicas y extraer el agua limpia. Es imposible que Dios pueda contradecirse. No puede afirmar algo en un párrafo para negarlo en otro. No puede dibujarnos un rostro de Dios aquí para disfrazarlo allí. Pero las incoherencias están (en el AT sobre todo), luego no son Palabra o hay que buscarles sentido distinto al literal.
Por eso muchos clamamos que se deje el AT en su sitio y no se abuse de confusas o incoherentes lecturas en nuestras celebraciones. Estamos a años luz de aquellas percepciones gracias a la Buena Noticia. Es cierto que hay textos bellísimos en los que el "río" todo lo empapa. Debemos aprovecharlos. Pero no podemos abusar del AT como si no hubiera sido superado por la Palabra encarnada. "El vino nuevo se echa en odres nuevos" (Mt 9,17). "Aquel mismo velo sigue ahí cuando leen el AT y no se les descubre que con el Mesías caduca" (2Cor 3,14).
Por tanto, coherencia en la búsqueda del sentido y en la selección de textos. Si un texto hiere tu coherencia cristiana o tu intuición interior, deséchalo de momento. No pasa nada, la Escritura es muy amplia. Busca lo que te alimente hoy.
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3. La sed: Es la brújula de nuestras búsquedas: "Quien tenga sed, que se acerque a mí; quien crea en mí, que beba. Como dice la Escritura: De su entraña manarán ríos de agua viva" (Jn 7,38).
Hay tanta sed de Dios en el hombre que su Presencia es detectada tanto por nuestra siempre "incompleta saciedad", como por el "aumento de la sed" a medida que nos acercamos.
Ese instinto interior nos hará distinguir el agua del verdín flotante: "Destile como rocío mi palabra; como llovizna sobre la hierba, como orvallo sobre el césped" (Dt 32,2). Nos agudizará el ingenio para apretar el barro y extraer sus gotas. Nos impulsará a cavar para besar la corriente subterránea. Incluso nos dará coraje para golpear la roca y arrebatarle su corazón de agua. Esa sed aguda es prueba inequívoca de la existencia del Agua: "Qué bien sé yo la fonte que mana y corre, aunque es de noche" [2].
La sed reconoce instintivamente el agua, te guía mientras exploras la Escritura. Podrás distinguir la pecina o los sapos con toda naturalidad, sin ningún escándalo, sin ninguna duda. Ya no preguntarás por qué hiere tu sentido cristiano esa concreta lectura. Sabrás filtrar, sabrás reconocer.
No puedo resistirme a citar la sed de otro buscador: "¡Oh cristalina fuente / si en esos tus semblantes plateados / formases de repente / los ojos deseados / que tengo en mis entrañas dibujados!" [3]. Sólo el agua cristalina contiene los "ojos deseados". O si prefieres un ejemplo bíblico: "¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?" (Lc 24,32). El ardor nos revela la cercanía del Fuego, como la sed nos empuja al Agua.
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Espiritu enjaulado 1
4. La promesa: ¿Quién podrá guiarnos en el descubrimiento del "río" de la Palabra mejor que la Palabra misma? "Jesús realizó en presencia de sus discípulos otras muchas señales que no están en este libro. Hemos escrito éstas para que creáis…" (Jn 20,30). ¿Quién nos explicará la Escritura mejor que el Caminante de Emaús?
Él nos lo dejó muy claro en su testamento: "Os he dicho estas cosas estando con vosotros; pero el defensor, el Espíritu Santo, el que el Padre enviará en mi nombre, Él os lo enseñará todo y os recordará todo lo que os he dicho" (Jn 14,25). Y se va a la muerte diciendo: "Padre justo… Yo te he revelado a ellos y seguiré revelándote, para que el amor que tú me has tenido esté con ellos y también yo esté con ellos" (Jn 17,26).
Por eso no hay que tener miedo de dejarse guiar por la intuición profunda, esa luz interior en la que se manifiesta el Espíritu. No temamos usar el alambique interior para separar el agua de sus circunstancias, peripecias y contaminaciones. Si te huele mal, si te sabe mal, si te hiere la garganta, puede que estés queriendo beberte los lagartos de la orilla.
Utiliza tu sentido común, tu coherencia y tu intuición. No dudes que en la honradez de tu fondo, en tu búsqueda sincera, en tu desasimiento, en tu abandono a la verdad, está el Paráclito prometido: "El abogado que os enviará el Padre cuando aleguéis mi nombre, el Espíritu Santo, ése os lo enseñará todo y os irá recordando todo lo que yo os he dicho" (Jn 14,26).
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5. Los síntomas: Hay síntomas internos, sensaciones profundas, que te confirman si has descubierto el "agua del río" dentro de la Escritura:
- Gozo profundo (Mt 11,25).
- Paz interior, no exenta, a veces, de tensión o conflicto exterior (Lc 2,34).
- Coherencia con lo que mana en tu profundidad desapropiada, el Espíritu nunca se contradice (Lc 8,16).
- Realismo y fuerza. El realismo o posibilidad real de llevarlo a tu vida y la fuerza para afrontar los cambios.
Son los mismos síntomas que te deja el descubrimiento de la "auténtica voluntad de Dios" (no la imaginada, condicionada, ideologizada, dolorista o impuesta).


Si esos síntomas te acompañan, con toda probabilidad el Espíritu está contigo. No olvides que Él asiste a nuestro Pueblo en su peregrinar, pero también te asiste y te acompaña individualmente.
¡Él es tu heredad y tu copa! ¡Fíate!.


GANAR TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN / Rafael SANTANDREU


DE "EL ARTE DE NO AMARGARSE LA VIDA" / 15ª edición

El atardecer estaba dejando paso a la noche en las inmensas llanuras centrales de la India. Un tren surcaba el territorio como una gran serpiente quejumbrosa. En el interior del tren, cuatro hombres compartían un coche cama. Los cuatro eran desconocidos entre sí.
   Como ya era tarde, los hombres se metieron debajo de las sábanas y empezaron a dormir. Al cabo de unos diez minutos empezaron a oír:
   --¡Qué sed que tengo! ¡Pero qué sed que tengo!
   La voz pertenecía a uno de los cuatro viajeros. Los restantes se despertaron molestos por las quejas, pero intentaron conciliar el sueño. Transcurrió una hora y la voz no callaba. Cada pocos minutos, arreciaba:
   --¡Pero qué sed que tengo! ¡Qué sed que tengo!
   Uno de los viajeros, cansado del quejica, se levantó, caminó hasta el lavabo del tren y llenó un vaso de agua. Sin decir palabra, se lo entregó al viajero sediento, que se lo bebió de golpe. Al cabo de media hora, cuando todos ya habían conciliado, esta vez, un buen sueño, una voz los despertó de nuevo:
   --¡Pero qué sed tenía! ¡Qué sed tenía!

Como ilustra el cuento, a veces los seres humanos podemos convertirnos en campeones de la queja. De hecho, todo el tema de la salud mental trata de un solo asunto: aprender a combatir las ¡quejas!

   La tolerancia a la frustración nos permite disfrutar más de la vida, ya que no perdemos el tiempo amargándonos por las cosas que no funcionan.

domingo, 19 de octubre de 2014

AL CRISTO DE LA TRINIDAD DE MAXIMINO CEREZO BARREDO / Pedro CASALDÁLIGA


                           Tus manos sobre los Pobres,
                                por Tí llegados a Dios
                                y acogidos en familia
                             de igualdad comunitaria.

                          Tus manos en las del Padre,

                       corriente de un mismo Espíritu.

                        Tus manos en cruz, tendidas

                         hacia las manos del Mundo,
                            villas del tiempo Nuevo,
                           Camino, Verdad y Vida.

                           Trinidad venida a menos

                        para hacernos todo a todos.
            Manos/Casa,
                                  Llagas/ Pascua, 
                                                             Alas/ Vuelo
                                 /Uno y nuestro!
                      /Trinidad que nos arrastra
                   lucha adentro, Pueblo adentro,
          con el Hijo,
                            pobre Hermano,
                                                       también muerto!

P. Casaldáliga, es un religioso, escritor y poeta español, que ha permanecido gran parte de su vida en el Brasil. Ha estado siempre vinculado a la teología de la liberación y ha sido siempre un defensor de los derechos de los menos favorecidos. Ahora, es Prelado emérito de Sao Felix do Araguaia. Enfermo de Parkinson desde hace algún tiempo,  Casaldáliga, no quiso abandonar la lucha por la defensa de los derechos de los menos favorecidos, es decir, vive en el Brasil y en la misma diócesis.

EL SENTIDO DE UNA BIOECONOMÍA O DE UN ECODESARROLLO / Leonardo BOFF

LAS ACTUALES ELECCIONES PRESIDENCIALES han sacado a la luz la cuestión del desarrollo, tema clásico de la macroeconomía globalizada. Temas de absoluta gravedad como las amenazas que pesan sobre la vida y sobre nuestra civilización, que pueden ser destruidas ya sea por la máquina nuclear, química y biológica, o por el calentamiento creciente, eventualmente abrupto, que, como sugieren muchos científicos, destruiría gran parte de la vida que conocemos y podría poner en peligro la propia especie humana, ni siquiera fueron mencionados, bien por ignorancia, bien porque los candidatos se habrían dado cuenta de que tendrían que cambiar todo. Como dice la Carta de la Tierra: «el destino común nos convoca a un nuevo comienzo». Nadie ha tenido ese tipo de osadía, ni siquiera Marina que suscitó – ese es su gran mérito– el paradigma de la sostenibilidad.

Lo que podemos decir con toda certeza es que así como está no podemos continuar. El precio de nuestra supervivencia es un cambio radical en la forma de habitar la Tierra. La propuesta de un ecodesarrollo o de una bioeconomía como nos la presentan Ladislau Dowbor e Ignacy Sachs, entre otros, nos anima a caminar en esa dirección.

Uno de los primeros en ver la relación intrínseca entre economía y biología fue el matemático y economista rumano Nicholas Georgescu Roegen (1906-1994). En contra el pensamiento dominante, este autor, ya en los años 60 del siglo pasado, llamaba la atención sobre la insostenibilidad del crecimiento debido a los límites de los bienes y servicios de la Tierra. Se empezó a hablar de «decrecimiento económico para la sostenibilidad ambiental y la equidad social» (www.degrowth.net).

 Ese decrecimiento, mejor sería llamarlo “crecimiento”, significa reducir el crecimiento cuantitativo para dar más importancia al cualitativo en el sentido de preservar los bienes y servicios que les serán necesarios a las futuras generaciones. La bioeconomía es en realidad un subsistema del sistema de la naturaleza, siempre limitada, y, por eso, objeto de permanente cuidado por parte del ser humano. La economía debe obedecer y seguir los niveles de preservación y regeneración de la naturaleza (vea las tesis de Roegen en la entrevista de Andrei Cechin en IHU (28/10/2011).

Un modelo semejante, llamado ecodesarrollo y bioeconomía viene siendo propuesto entre otros por el ya mencionado profesor de economía de la PUC-SP Ladislau Dowbor, que piensa en la línea de otro economista, Ignacy Sachs, un polaco, naturalizado francés y brasilero por amor. Vino a Brasil en 1941, trabajó aquí varios años y mantiene actualmente un centro de estudios brasileros en la Universidad de Paris. Es un economista que a partir de 1980 despertó a la cuestión ecológica y es posiblemente el primero que hace sus reflexiones en el contexto del antropoceno. Es decir, en el contexto de la fuerte presión que las actividades humanas hacen sobre los ecosistemas y sobre el planeta Tierra como un todo hasta el punto de hacerle perder su equilibrio sistémico, que se manifiesta por los eventos extremos. El antropoceno inauguraría, entonces, una nueva era geológica, que tendría al ser humano como factor de riesgo global, un peligroso meteoro rasante y avasallador. Sachs tiene en cuenta ese dato nuevo en el discurso ecológico-social.

Los análisis de Dowbor y de Sachs combinan economía, ecología, justicia e inclusión social. De ahí nace un concepto de sostenibilidad posible, dentro todavía de las limitaciones impuestas por el modo de producción predominante, industrialista, consumista, individualista, predador y contaminador.

Ambos están convencidos de que no se alcanzará una sostenibilidad aceptable si no hay una disminución sensible de las desigualdades sociales, incorporación de la ciudadanía como participación popular en el juego democrático, respeto a las diferencias culturales, la introducción de valores éticos de respeto a toda la vida y sin un cuidado permanente del medio ambiente. Cumplidos estos requisitos, se crearían las condiciones de un ecodesarrollo sostenible.

La sostenibilidad exige cierta equidad social, o sea, «nivelación promedio entre países ricos y pobres» y una distribución más o menos homogénea de los costes y los beneficios del desarrollo. Así, por ejemplo, los países más pobres tienen derecho de expandir más su huella ecológica (sus necesidades de tierra, agua, nutrientes y energía) para atender sus demandas, mientras que los más ricos deben reducirla o controlarla. No se trata de asumir la tesis equivocada del decrecimiento, sino de dar otro rumbo al desarrollo, descarbonizando la producción, reduciendo el impacto ambiental y propiciando la vigencia de valores intangibles como la generosidad, la cooperación, la solidaridad y la compasión. Enfáticamente repiten Dowbor y Sachs que la solidaridad es un dato esencial al fenómeno humano y el individualismo cruel que estamos presenciando en los días actuales, expresión de la competencia sin freno y de la ganancia de acumular, significa una excrecencia que destruye los lazos de la convivencia, volviendo a la sociedad fatalmente insostenible.

Es de ellos la hermosa expresión «biocivilización», una civilización que da centralidad a la vida, a la Tierra, a los ecosistemas y a cada persona. De ahí surge, en su bella manera de decir, la «Tierra de la Buena Esperanza» (vea Ecodesarrollo: crecer sin destruir. 1986 y la entrevista en Carta Maior del 29/8/2011).

Esta propuesta nos parece una de la más sensatas y responsables frente los peligros que corre el planeta y el futuro de la especie humana. La propuesta de Dowbor (http://dowbor.org) y de Sachs merece ser considerada pues muestra gran funcionalidad y viabilidad.
- Leonardo BOFF / domingo 19-octubre/ 14

EL DÍA FESTIVO POR EXCELENCIA

TEMPLO HISTÓRICO DE HUANCHACO- LA LIBERTAD / PERÚ
DE "LAS MÁS BELLAS ORACIONES DEL MUNDO"

DICHOSO EL HOMBRE QUE CONFÍA EN TÍ

Escucha mi súplica;
atiende Dios mío.

Fíjate, !Oh Dios!,
en nuestro escudo,                                  
Museo personal. Esc. Mauricio Sandoval-Catacaos.

mira el rostro de tu Ungido.

Vale más un día
en tus atrios que mil
en mi casa, y prefiero
el umbral de la casa de Dios
a vivir con los malvados.

Porque el Señor es sol
y escudo, Él da la gracia
y la gloria,
el Señor no niega sus bienes
a los de conducta intachable.

!Dichoso el hombre
que confía en Tí.
                           Salmo: 83

                                                                                 VENTANA AL MUNDO:
                                                                             AUCKLAND, NUEVA ZELANDA 
Auckland es una ciudad de Nueva Zelanda situada en
la Isla Norte. Aunque Wellington es la capital de
Nueva Zelanda, Auckland es la ciudad más poplada y, de
hecho, la capital económica del país.

jueves, 16 de octubre de 2014

CITAS CITABLES


"A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se encuentra en su solo instante".
Óscar Wilde

"Muchas veces las cosas no se le dan al que las merece más, sino al que sabe pedirlas con insistencia".
Arthur Schopenhauer

"Sin música la vida sería un error"
Friedrich Nietzsche

NOSOTROS LOS MAYORES Y LA POESÍA / Nicolás DE LA CARRERA

 ERES LO QUE RECUERDASPermalink 

06.10.14 . 

bobbio-de-senectuteCon casi noventa años, el gran pensador italiano Norberto Bobbio escribió su libro “De Senectute”. Reproducimos alguna de sus juiciosas reflexiones: “El viejo vive de recuerdos y para los recuerdos, pero su memoria se debilita día tras día. Y sabes que lo que ha quedado, o lo que has logrado sacar de ese pozo sin fondo, no es sino una parte infinitesimal de una parte de tu vida".
Pero hay un resquicio todavía: "No te detengas, no dejes de seguir sacando. Cada rostro, cada gesto, cada palabra, cada canto, por lejano que sea, recobrados cuando parecían perdidos para siempre, te ayudan a sobrevivir". Que, expresado con otras palabras, suena así: “Se dice: al final eres lo que has pensado, amado, realizado. Yo añadiría: Eres lo que recuerdas.”bblanco
bblanco
bblancoTAMBIÉN LOS POETAS ESCRIBEN RECUERDOS
bblanco
La revisión de vida se puede realizar, como tantos autores, confesando al papel o al ordenador confidencias íntimas en emocionados capítulos. O, tal vez, a lo largo de numerosas entrevistas con un asesor espiritual o un psicólogo clínico. Y no sería mala idea desnudar el alma y el corazón en el seno de un grupo que amorosamente escucha y permite, a lo largo de varios encuentros, ir refiriendo hechos significativos de la vida, obteniendo quizás el confidente "una mejora anímica en virtud de la felicidad que supone la rememoración de experiencias simbólicas” (Ángel Moreno).
cristinalacasa511Los poetas existenciales suelen también asomarse al paisaje del corazón y describir sucesos de su vida cargados de sensibilidad y ternura. Así se muestra la poeta catalana Cristina Lacasa en “Alguna vez por la mañana...”, versos pertenecientes al poemario “Ópalos del instante” (Adonais, 1982). De la semblanza que presenta en la solapa la editorial, destacaría para nuestro tema el siguiente párrafo: “Dentro de una orientación autobiográfica creciente, Cristina Lacasa muestra una tensa y melancólica actitud de testimonio íntimo con trasfondo de la historia común.” Quizá sea ya un buen momento para presentar el poema, reflexionando posteriormente sobre él.
ALGUNA VEZ POR LA MAÑANA...
Alguna vez por la mañana, cuando
el gallo había dado sus tres toques de alarma,
iba al horno a amasar hermosas piezas
de pan crujiente. Iba con la abuela,
y mientras ella sabiamente daba
a la masa su norma, sudando noblemente,
yo sentía en mis venas correr todos los ríos
que van al mar. El mar estaba
entre mis manos infantiles,
que modelaban, escultora en ciernes,
un buey, un caracol, una abstracción cualquiera,
con un trozo de masa.

La llama haciendo un curso de ascensión en los rojos
y el aroma del pan caliente daban
al aire incienso y música.
Casi un templo era el horno, casi un rito
aquella forja entre las manos
(oh, religión del pan).
Ella, la abuela, pura, sudaba y bendecía
cada forma acabada; yo soñaba,
entre el mar nunca visto y mis obras de harina,
que era sacerdotisa de una orden
antiquísima y honda.
Miraba el buey dorado, la hogaza grande y tierna,
con un fondo de espigas en los ojos,
aunque el mar ya me instaba desde el río,
que se iba lentamente hacia su propia
naturaleza.
bblancoAmén. Dios permitía
aquel caudal salido de la entraña
del horno, el alimento primerísimo
dispuesto. Mis ligeros
dedos se estremecían por su parte
minúscula de fruto.
Ella besaba entonces, en un rapto,
mis manos creadoras; el mar clamaba dentro
y yo aún no lo sabía.
Describe Cristina la experiencia infantil con numerosos detalles de gran humanidad, como cuando nos da a conocer un gesto de la abuela: “Ella besaba, entonces, en un rapto, / mis manos creadoras...” Aunque todos los sentidos disfrutan protagonismo, destacaría el tacto. Como cuando habla de “pan crujiente” y “hogaza tierna”, y explica que sus manos “modelaban... con un trozo de masa”; y al describir a la abuela “sudando noblemente”.
hornopan1
Son numerosas las referencias religiosas. “Casi un templo era el horno...” “oh, religión del pan”. Se imagina Cristina “que era sacerdotisa de una orden / antigua y honda”. Dios estaba muy presente, porque “Amén. Dios permitía / aquel caudal salido de la entraña / del horno”. “Ella, la abuela, pura, sudaba y bendecía / cada forma acabada.” En las continuas referencias al mar podría sospecharse cierta identificación del mar con la divinidad. En el 2000 se editó la “Antología de la Poesía Cósmica de Cristina Lacasa”. Ha fallecido hace tres años y su página sigue como quedó entonces).

LOS 100 MEJORES CANTANTES DEL SIGLO


HEDDLE NASH
Tenor británico, 1896-1961

Heddle Nash  fue el tenor británico más sobresaliente como el Duque de Rigoletto de Verdi.

Su estilo era dulce y encantador, con un elegante sentido de línea que suena como modelo de la cortesía del viejo mundo para los oídos modernos.

Nash era admirable en papeles de Haendel y Mozart.

Su ardiente interpretación  de Gerontius de Elgar se hizo legendaria, y puede ser escuchada en una grabación completa del oratorio con Sargent a la batuta, en Testament.

PALABRAS A LOS JÓVENES / Teodoro RIVERO AYLLÓN



“Hoy como nunca los jóvenes tienen el imperativo de comprender la inmensidad de su tarea.

   Marginados del tráfago materialista de los tiempos modernos y replegados en sí mismos, para encontrarse a sí propios, delíneen la tarea futura con alto sentido de responsabilidad ecumenical.

   Nunca como hoy y esto cobra nueva dimensión, la responsabilidad entraña un sentido de universalidad…

   Precisamente por ello él ha de darse más hombre; esto es más racional y justo, más indulgente, comprensivo y generoso.

   Hoy más que nunca el mundo reclama de los jóvenes la iniciativa audaz, y el espíritu de innovación para acomodarse al nuevo orden de cosas, en su devenir acelerado y sorpresivo.

   Mas siempre, como la Cruz del Nazareno cuya figura será imposible de olvidar para todos los tiempos, tienda el hombre los brazos amorosos en amplitud de abrazo y en actitud de entrega.

   Sólo así, la obra del hombre sera más digna del hombre…”

Teodoro Rivero Ayllón, escritor peruano.

DE VUELTA VOY / Pedro CASALDÁLIGA



                          Discretamente sordo a los agudos,
                       nuevas me llegan las vivencias graves:
                       los cantos de la paz, los llantos mudos,
                         el vuelo independiente de las aves,

                           la trama del pecado y su reverso,
                           la soledad de todos tan cercana,
                       la síntesis del mundo como un verso,
                     la voz de Dios más otra y más humana.

                         Suelta la crin y la ternura suelta,
                     la libertad por brida entre los dientes,
                       ya en la recta final, estoy de vuelta
                        de ciertas cabalgadas impacientes.

                       No he de colgar la lira ni la espada,
                     no negaré mi brazo a quien lo quiera,
                        pero se pone el sol en la calzada
                    y abro de par en par la antigua espera.


ATAJAR EL ESTRÉS EN EL TRABAJO / Rafael SANTANDREU


DE : "EL ARTE DE NO AMARGARSE LA VIDA"
DE: Rafael Santandreu.

En la línea de los grandes libros de psicología para el gran público, Rafael Santandreu expone en esta obra un método práctico, claro y científicamente demostrado, para caminar hacia el cambio psicológico. Nuestro destino es convertirnos en personas fuertes y felices.

El joven Akira era el encargado de ir a buscar el agua fresca que se bebía en la casa-escuela del maestro Oé. Todas las mañanas acudía a la rica fuente que nacía al pie de la colina,  a veinte minutos de distancia. Para la tarea, se había hecho con dos grandes vasijas de barro que mantenían el agua fresca todo el día. Los dos botijos colgaban de los extremos de un recio palo que, colocado a lo largo del cuello, le permitía llevar hasta trece o catorce litros sin mucho esfuerzo.

            Pero resulta que una de las vasijas tenía una grieta por la que se escapaba parte del agua y, al final de cada trayecto, sólo llegaba la mitad del contenido.

            Durante los dos últimos años, ésa había sido la dinámica: Akira iba temprano a la fuente, llenaba los dos recipientes y regresaba sólo con una vasija y media de agua.
            El botijo perfecto estaba muy orgulloso de sus logros; durante todo ese tiempo había llevado toda el agua que le permitía su contenido. Pero el botijo roto estaba triste y avergonzado de su propia imperfección, ya que era consciente de que sólo conseguía cumplir  con la mitad del contenido para el que había sido creado.

            Después de aquellos dos años de trabajo, la vasija rota ya no resistió más la presión y alzó la voz para decir:
-       ¡Estoy tan avergonzado!

Akira volvió la cabeza hacia su izquierda, vio gemir a la pobre cerámica, y
preguntó:
-       ¿Vergüenza de qué, amigo mío?

-                         Durante todo este tiempo, no he sido capaz de llevar bien el agua hasta la casa
del maestro. ¡Qué desperdicio! Por culpa de mis defectos, he echado a perder parte de tu trabajo –se quejó el botijo.

            Akira sonrió amablemente y dijo:
-       No digas eso. Ahora llegaremos a la fuente y os llenaré de agua, y quiero que te
fijes en lo hermoso que está el camino de vuelta a casa.

            Cuando llegaron a la fuente, el botijo dejó que le metieran el agua y, una vez sobre los hombros de Akira, empezó a mirar a su alrededor, tal y como como le habían indicado.

-                            El camino está precioso –dijo el botijo.
-       A mí también me gusta. ¿Ves las hermosas flores que bordean la cuneta?
–preguntó Akira.
-       ¡Oh, son bellísimas! –exclamó el recipiente.

-                       ¿Te has dado cuenta de que sólo hay flores en esta vera del camino?
Durante estos dos años, he plantado semillas en este lado porque sabía que crecerían las flores gracias al agua que tú derramabas cada día –señalٕó el joven.
-       ¿Es eso cierto? – preguntó el botijo, emocionado.

-                       Sí. Gracias a eso, durante estos años he gozado de estas flores en los paseos matutinos y no sólo eso, he podido decorar con flores la mesa del maestro. ¡Mi querido amigo, si no fueras como eres, ni el señor Oé ni yo hubiésemos podido gozar de la belleza como lo hemos hecho!

Este antiguo cuento japonés encierra una lección budista sobre la actitud correcta frente a los defectos o las propias incapacidades. Y esta enseñanza encierra la clave para acabar con el estrés en el trabajo y en la vida, aunque se trata de una lección un poco extraña para nuestra forma de pensar occidental. Abramos bien la mente, pues estamos ante un verdadero reto mental para nuestras acomodadas neuronas.

            Y es que el origen del estrés es el temor a no ser capaz de estar a la altura de cierta expectativa y, por supuesto, se trata de una autoexigencia: “!Qué desastre si no acabo el informe a tiempo! ¡Eso no puede pasar!” Cuando nos estresamos, somos como el botijo de Akira que no soporta sus defectos. Tememos no ser capaces, no ser igual de dignos que los demás.

miércoles, 15 de octubre de 2014

EL DÍA FESTIVO POR EXCELENCIA

Galería- Jorge Tume. Plaza de Armas-TRUJILLO
















Museo personal. Esc. Mauricio Sandoval. Catacaos
DE "LAS MÁS BELLAS ORACIONES DEL MUNDO"

TÚ ERES, SEÑOR MI FUERZA SALVADORA

Yo te amo, Señor; Tú eres
mi fortaleza.

Señor, mi roca, mi alcázar,

mi libertador, Dios mío,
peña mía, refugio mío,
escudo mío, mi fuerza
salvadora, mi baluarte.

Invoco al Señor

de mi alabanza y quedo
libre de mis enemigos.

Me cercaban olas mortales,

torrentes destructoras
me aterraban, me envolvían
las redes del abismo,
me alcanzaban los lazos
de la muerte.

En el peligro invoqué

al Señor, grité a mi Dios:
Desde su templo Él escuchó
mi voz y mi oración
llegó a sus oídos.

Inclinó al cielo

y bajó con nubarrones
debajo de sus pies;
volaba a caballo
de un querubín cerniéndose
sobre las alas del viento,
envuelto en un manto de luz.
                Salmo: 17
                                                   VENTANA AL MUNDO: 
                                                         ASMARA                                                         
    Es la capital y la ciudad más importante de Eritrea.
 Está localizada en la sección norte del Altiplano Eritreo.
Cuenta con buena parte de la industria de textiles, carne
procesada, cerveza y cerámica del país.




martes, 14 de octubre de 2014

CITAS CITABLES




No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin ética. Lo que más me preocupa es el silencio de los buenos”.
-Martin Luther King

“Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para aprender a callar”.
-Ernest Hemingway

"Es muy difícil ser feliz sin hacer el ridículo".
Manuel Vicent

domingo, 12 de octubre de 2014

NOSOTROS LOS MAYORES y LA POESÍA . CENIZAS QUE NO SE APAGAN / Niocolás DE LA CARRERA

 02.10.14
Nos vamos adentrando los mayores en novedoso ciclo de retrasado envejecimiento, porque las limitaciones físicas y psicológicas afortunadamente se van posponiendo a posteriores fechas. Una de las preocupaciones más generalizadas se refiere a ciertos problemas con la memoria (olvido de nombres, dificultad para recordar dónde se han dejado las cosas, conciencia de haber perdido alguna vez el hilo de lo que se viene hablando...). No conviene exagerar, porque probablemente, más que de un serio problema suele tratarse de olvidos benignos acordes con la edad, que no hay por qué sospechar que anticipen mayores desmemorias.

Dedicaremos próximas páginas al tema de la Memoria y el Olvido. Iniciamos hoy nuestra presentación agradeciendo los regalos de la memoria y el recuerdo, que nos ayudan a recrear, en el presente, pasadas experiencias gratificantes, que refuerzan nuestra identidad, acrecientan la autoestima y nos ayudan a descubrir horizontes de sentido en el día a día de nuestra aventura existencial.bblanco
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zardoya_concha8BRASERO DE MI CASA
Seleccionamos hoy versos de dos poetas: Concha Zardoya y Francisca Aguirre. A sus 84 años se encerró Concha a escribir sus memorias líricas, dando a conocer en el 2000 su poemario “Última Thule”. Seleccionamos “El fuego ardía lento”, íntima reminiscencia del calor familiar en torno al brasero que “arde todavía, / intacto en la memoria, / por siempre en su ceniza.”
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EL FUEGO ARDÍA LENTO
El fuego ardía lento.
El cisco crepitaba
alguna vez en chispas.
El calor nos unía
en amoroso círculo,
fraternal, amigable.
Lumbre nuestra materna,
regocijo de padre...
El brasero humildísimo
entibiaba las vidas
entre los muros fríos.
Debajo de cenizas
el amor ocultaba
puras ascuas, rescoldo
que apagar no podía
ni la nieve o ventisca.

Brasero de mi casa
presidía el convivio:
sólo la muerte supo
ahogarnos su lumbre.
Mas arde todavía,
intacto en la memoria,
por siempre en su ceniza.
Ahora es cuando podemos comprender y sentir con más intensidad los cuatro únicos versos del siguiente poema:
No se disuelven los días
como sales en el agua:
dejan su huella encendida,
cenizas que no se apagan.
SONATA 29 de BEETHOVEN
Daniel-Baremboim111De la encendida huella en la memoria de creativos escritores, “cenizas que no se apagan”, seguiremos dando noticia en sucesivas entregas. Nos despedimos de Concha Zardoya con un entrañable testimonio de conciencia sensible y viva a sus 85 años (recordemos que fallecería en Madrid cinco años después). La evocación viene sugerida por la audición de la sonata 29 de Beethoven, interpretada al piano por Barenboim:
AÚN VIVAZ
Vivaz aún, el alma
se extasía
con ese adagio íntimo
que tú amabas
en juveniles años.
Aún, aún se anega
en esas vibraciones
que exaltaban en júbilo
inexpresable y hondo,
manantial sin un nombre.
Aún vivaz, el alma
reconoce la música
y vibra silenciosa.
bblancoAMOR, RECUERDO AQUELLAS TARDES...
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aguirref216

El poema “Cuando Dios quiso”, incluido en su gran antología “Ensayo General” (Calambur, 2000) refleja, con sana nostalgia, la gozosa mirada de la alicantina Francisca Aguirre a su dorado tiempo de juventud y amor. Conoció a Félix con 27 años y con él se casaría pocos años después. “Mi marido y yo –ha declarado– hemos visto cómo amigos escritores que estaban apagados, al enamorarse de nuevo han revivido, han resucitado. Enamorarse hace que rejuvenezcas por dentro. Ya lo decía Machado: “si eres joven por dentro, eres joven por fuera”, y da igual que tengas setenta años."
Pero leamos ya el poema. Evoca con ternura su autora, sobre todo, los felices 60. Confidencia a su amante repetidamente: “recuerdo aquellas tardes...” Y le confiesa la intensidad de su experiencia evocadora: “las veo, casi diría que las toco...” Finalmente, nos hablará de “ángeles guardianes” y de un Dios poderoso... Me pareciera adivinar que, al tiempo que agradece, entre comillas, a Dios la juventud, le recrimina, como segunda dramática lectura, la vejez y la muerte...
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“CUANDO DIOS QUISO”
Amor, recuerdo aquellas tardes, eran
como el mundo era entonces:
primaverales, únicas, inolvidables, breves.
Tenían la tranquila densidad que se advierte
en las tardes que recordaba don Antonio,
tenían la música que tiene la alegría
y el perfume que reserva el futuro.
Ah sí, recuerdo aquellas tardes:
las veo, casi diría que las toco,
se levantan como ángeles guardianes
para que nunca olvide que una vez,
cuando Dios quiso,
fuimos humanamente jóvenes.
bblanco

viernes, 10 de octubre de 2014

LA ENFERMEDAD DEL FUNDAMENTALISMO / Leonardo BOFF


Todo lo que está sano puede enfermar. La religión, al contrario de lo que dicen sus críticos como Freud, Marx, Dawkins y otros, se inscribe dentro de una realidad saludable: la búsqueda de la Última Realidad por el ser humano, que da un sentido último a la historia y al universo. Esa búsqueda es legítima y se encuentra atestiguada en las más antiguas expresiones del homo sapiens/demens, pero puede conocer expresiones enfermizas. Una de ellas, la más frecuente hoy, es el fundamentalismo religioso, que también se manifiesta donde reina el pensamiento único en política.

El fundamentalismo no es una doctrina en sí, sino una actitud y una forma de vivir la doctrina. La actitud fundamentalista surge cuando la verdad de su iglesia o de su grupo es entendida como la única legítima con exclusión de todas las demás, consideradas erróneas y por eso sin derecho a existir. Quien imagina que su punto de vista es el único válido está condenado a ser intolerante. Esta actitud cerrada conduce al desprecio, a la discriminación y a la violencia religiosa o política.

El nicho del fundamentalismo se encuentra históricamente en el protestantismo norteamericano de finales del siglo XIX cuando irrumpió la modernidad no solo en lo tecnológico, sino también en las formas democráticas de convivencia política y en la liberalización de las costumbres. En este contexto surgió una fuerte reacción por parte de la tradición protestante, fiel a los ideales de los «padres fundadores», todos procedentes del rigorismo de la ética protestante. El término fundamentalismo está unido a una colección de libros publicados por la Universidad de Princeton por los presbiterianos que llevaba por título Fundamentals. A Testimony of Truth, 1909-1915 (“Los fundamentos, el testimonio de la verdad”).

En esta colección se proponía un antídoto a la modernización: un cristianismo riguroso, dogmático, fundado en una lectura literalista de la Biblia, considerada infalible e inequívoca en cada una de sus palabras, por ser considerada Palabra de Dios. Se oponían a toda interpretación exegético-crítica de la Biblia y a la actualización de su mensaje para los contextos actuales.

Esta tendencia fundamentalista ha estado siempre presente desde entonces en la sociedad y en la política norteamericana. Adquirió expresión religiosa en las llamadas «electronic Churches», esas iglesias que se valen de los modernos medios televisivos de comunicación que cubren el país de costa a costa y que tienen otras semejantes en Brasil y en América Latina. Combaten a los cristianos liberales, los que practican una interpretación científica de la Biblia y aceptan los movimientos modernos de las feministas, de los homoafectivos, de los que defienden la descriminalización del aborto. Todo eso es interpretado por ellos como obra de Satanás.

La vertiente política asimiló a la religiosa, uniéndola a la ideología política del «destino manifiesto», creada después de la incorporación de territorios de México por parte de Estados Unidos, según la cual los norteamericanos tienen el destino divino de llevar claridad, los valores de la propiedad privada, del libre mercado, de la democracia y de los derechos a todos los pueblos, como lo afirmó el segundo presidente de Estados Unidos, John Adams. Como rezaba la versión popular y política, los americanos son «el nuevo pueblo escogido» que va a llevar a todos a la «Tierra de Emanuel, sede de aquel Reino nuevo y singular que será concedido a los Santos del Altísimo» (K. Amstrong, En nombre de Dios, Companhia das Letras, São Paulo 2001).

Esa amalgama religioso-política ha dado origen a la arrogancia y al unilateralismo en las relaciones internacionales de la política exterior norteamericana que perdura también bajo Barack Obama.
Un tipo semejante de fundamentalismo lo encontramos en grupos católicos extremadamente conservadores que todavía sostienen que «fuera de la Iglesia no hay salvación». Se afanan en convertir al mayor número de personas que pueden para librarlas del infierno. Algunos grupos evangélicos, especialmente en sectores de las iglesias carismáticas con sus programas de TV, revelan discursos fundamentalistas, particularmente de cara a las religiones afrobrasileñas, pues consideran sus celebraciones como obras de Satanás. De ahí los frecuentes exorcismos y hasta invasiones de terreiros para «purificarlos» del Exu.

El fundamentalismo más visible tanto en grupos católicos como en algunos grupos evangélicos se muestra en las cuestiones morales: son inflexibles ante los problemas del aborto, las uniones de los homoafectivos, el empeño de las mujeres por su libertad de decisión. Promueven verdaderas guerras ideológicas en las redes sociales y medios de comunicación contra todos los que discuten tales cuestiones, aunque estas formen parte de la agenda de todas las sociedades abiertas.

Lamentablemente tenemos una candidata a la presidencia de la República, Marina Silva, que manifiesta un tipo de fundamentalismo que es el biblicismo. Hace una lectura literalista de la Biblia, como si en ella se encontrase la solución de todos los problemas. Como bien dijo el Papa Francisco, la Biblia antes que un depósito de verdades es una fuente inspiradora para las iniciativas humanas benéficas. Hay que ponerla detrás de la cabeza para iluminar la realidad, no delante de los ojos, tapando así la realidad.

El Estado brasilero es laico y pluralista. Acoge todas las religiones sin adherirse a ninguna. Según la constitución no es lícito que una determinada religión imponga a toda la nación sus puntos de vista. Una autoridad puede tener sus convicciones religiosas pero no es por ellas, sino por las leyes como debe gobernar. Existen cuatro evangelios, no solo uno. Y todos ellos conviven entre sí en la diversidad de las interpretaciones que dan del mensaje de Jesús. Es un ejemplo de la riqueza de la diversidad. El mismo Dios es la convivencia eterna de Tres Divinas Personas que por el amor forman un sólo Dios. La diversidad es fecunda.
- Leonardo BOFF/ viernes 10-octubere-14