“En la piedra de América,
está esculpiendo nuestra ansiedad de
vuelo
quizá más que la imagen de nuestro
mejor sueño,
quizá si hasta la única imagen de la
luz
y hasta la creadora y cósmica soledad
de Dios…”
“Los Andes nos articulan en un sueño
de grandeza
nunca antes soñado por el hombre…”
“Nuestras montañas se nievan para que
en ellas
se contemplen los cielos”.
“y para que la noche caiga a sus pies
y se rompa
hasta la última osatura de su sombra…”
“…porque los Andes
quizá en su profunda de raíz de
equilibrio
a más de sus imágenes ya eternas,
contienen las imágenes de nuestra
Historia
que no se ha realizado todavía,
pero que alguna vez alcanzará su
exacta plenitud
que bien podrá ser la plenitud del
hombre y de la Vida”.
“Yo creo que en cada piedra americana,
a más de su propia perfección y
grandeza,
a más de su actitud de eternidad
a más de su presencia que no admite
todavía negaciones absolutas
mora un alma en laboreo cotidiano de
su esperanza y de su luz
y hasta las alas múltiples
que no redondearon la plenitud de
vuelos infinitos…”
“Cuando todo se destruye
es que volvemos a la piedra
para encontrar la huella de lo que
fuimos
en un tiempo ya muerto;
volvemos a buscarnos
y nos sorprendemos y nos deslumbramos
de saber que en el pasado no hemos
hecho más cosa que perdernos
y legarle a la piedra la misión de
propalar con su duro silencio
irrebatible,
la imagen de lo que pudimos ser y no
hemos sido…”
“Allá, la quietud de la piedra
hace a la luz del día, arrodillarse a
sus raíces
y pedirle que hable
que dialogue con ella sobre lo que es
el Tiempo Verdadero…”
***
“Si no fuera por la piedra
que me mantiene fuertemente a mí
adherido,
ya mi corazón habría salido de mi
pecho
para buscarte por el mundo…”
“Y de tanto buscarte,
quien sabe si se hubiera ahogado de
caminos,
de soledades, de silencios, de olvidos
o habría anclado en una estrella,
“Porque no sé si mi corazón que llevo
y que me lleva
será capaz de ir a pie
hasta el manantial de mis alas que es
tu ternura…”
“Porque no sé, si acosta de la piedra,
mi corazón podrá crecerte hasta los
ojos…”
“Ya me habría vertido hasta lo último,
como un reloj de arena,
para quedar en mí, como la última
cáscara del vacío…”
“Todo nos dejará cuando dejemos de
latir
en la parte del ser que tenemos para
dejarlo”.
“Para siempre juntos, tú y yo nos
estamos yendo
en el fluido camino del río que nos
llevó aquel día,
después que descubrimos que tu sangre
y mi sangre
eran rojas y eran cálidas
porque florecimos hasta no
descubrirnos ya con nuestros ojos…”
“Tú y yo sabemos que la piedra,
no ha cavado abismo entre tu luz
y mi horizonte encadenado…”
“Amada,
Hoy le hablo a la piedra
para que ablande sus costados
y yo pueda entender su verdad esencial
que yo podría tomar
para todas las muertes que nos falta
morir…
para jamás morir…”
“Y este amor de amarte, hasta perder,
como he perdido
para siempre toda noción de fin…”
“Bien sabes que la piedra es dura
por lo blanda que es la vida para la
muerte fácil…”
“Asciendo a cada uno de los días
caídos,
en las hojas del árbol
que creció en vecindad con el abismo…”
“Amada,
en el tumulto de los días,
de las cosas,
están las ruinas de la Vida
y en las falsas efigies de la Muerte…
que una vez más aunque la nombre,
no existe…”
“Amada, hoy sé
que la piedra…
se abrirá como puerto libre
para que juntos, Tú y yo navegando
nos hagamos dueños absolutos de
nosotros…”
“Yo sé…
lo inútil que resulta para el hombre
el no salirse de sí mismo,
aunque sea simplemente para romperse
contra toda sombra
que le salga al paso…”
“…Te diré únicamente y te daré
toda la transparencia y el azul que he
salvado
de las ruinas del Tiempo y de las mías
propias…”
Y me salgo de mí,
“… no a buscarte desde la luz
Hacia la piedra entonación de mi alma…
salvada mi alma, como la última
órbita,
salvada por todas las definitivas
claridades…”
“con la piedra subida hasta mi sueño
con la piedra clavada hasta mis pies,
con la piedra interpuesta
entre el cielo y tu sonrisa…”
“Monologo en la piedra y Dios me oye;
Y tú Amada me oyes;
y ya el cielo está más cerca de los
hombres.
Y ha vuelto Dios a renovar sus ojos…”
-8 de agosto de 1955 (Orrego)
No hay comentarios:
Publicar un comentario