lunes, 10 de noviembre de 2014

AHONDAR EN LA DESPREOCUPACIÓN: LA SALUD / Rafael SANTANDREU


DE: "EL ARTE DE NO AMARGARSE LA VIDA"

                                     Y una mujer dijo: "Háblanos del dolor"
                                     Y él respondió: "Tu dolor es la apertura
                                      del cascarón que encierra la comprensión".
                                                                KAHLIL GIBRAN

Dos monjes estaban lavando sus tazones en el río cuando vieron que un escorpión se ahogaba. Un monje lo sacó inmediatamente y lo puso delicadamente sobre la orilla. Justo antes de posarlo sobre la arena, el escorpión movió rápidamente su cola para picar al monje.
   --/Uy! /Qué daño! /Me ha dado en un dedo! --exclamó el hombre dolorido.
   Cuando el dolor fue mitigándose, con el dedo hinchado, el monje volvió a la orilla a acabar de lavar su tazón. Mientras estaba manos a la obra, vio que el escorpión se había vuelto a caer al agua. Inmediatamente, metió su mano aún dolorida mano en el río para sacar al animal. Mientras dejaba al escorpión en el suelo, éste le picó de nuevo.
   El otro monje le preguntó:
   --Amigo, ¿por qué continúas salvando al escorpión cuando sabes que su naturaleza es picar?
   Porque --respondió el monje-- salvarlo es mi naturaleza.

Encantan estas antiguas historias orientales porque logran condensar una gran lección en unas pocas líneas.
   Este cuento  habla de la naturaleza de las cosas y la necesidad de aceptarlas tal como y como son.
   En otra parte del libro se puede leer: "En verano hace calor, en invierno, frío", y el significado es el mismo. ¿Cuándo aprenderemos a aceptar el curso de los acontecimientos tal y como suceden?
   Los seres humanos tendemos a imaginar situaciones ideales --que sólo existen en nuestra mente-- y luego nos enfadamos o entristecemos si no se cumplen. Empezamos diciéndonos, ilusionados: "Qué bien estaría si todo el mundo me tratase con amabilidad", y acabamos quejándonos amargamente: "/Qué asco que la gente sea tan mal educada!". Esa falta de aceptación es la base de la infelicidad.
Conclusión:
1. Es conveniente ocuparse de la salud, pero no preocuparse demasiado por ella.
2. Sin salud se puede ser muy feliz y, con salud, se puede ser muy desgraciado.
3. Es muy sano distanciarse de uno mismo, no darse mucha importancia, porque no hay otra
     forma de sosegarse.

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