Para los
niños, los mapas resultan cosa interesante en virtud de ciertos juegos como,
por ejemplo, “la búsqueda del tesoro”. No resultan de menor atractivo para los
adultos.
La historia del desarrollo de la cartografía
es compleja e interesante y el nombre de
MERCATOR es uno de los más destacados en su composición.
Mercator fue
el cartógrafo responsable de que Rusia, Siberia y Groelandia aparezcan tan
grandes en los mapas mundiales. Son grandes pero no tanto como las
representaban los viejos textos escolares de geografía.
Distintas naciones europeas han intervenido
individualmente, en el desarrollo de los mapas. En tiempos relativamente
recientes, cartógrafo alemanes y austriacos, emplearon por primera vez,
diferentes tonalidades de un mismo color para indicar elevaciones en mapas
topográficas.
Fueron, no obstante, cartógrafos ingleses
quienes por primera vez, utilizaron el sistema que hoy conocemos: el de
tonalidades desde verde pálido hasta carmelita rojizo para indicar elevaciones
de terrenos sobre el nivel del mar y azul claro a violeta obscuro para indicar
distintas profundidades de los mares.
Los cartógrafos franceses fueron los
primeros en usar líneas de sombra, rasgos de pluma que vemos y que indican
declives y distintos grados de verticalidad o pendiente.
Se cree que Anaximandro, que vivió unos 600
años de Jesucristo, fue el primero en trazar un mapa del mundo, pero el gran
astrónomo y geógrafo Tolomeo, que vivió durante el periodo culminante de la
civilización alejandrina, fue el primero en introducir los métodos que
utilizamos.
Eso fue hace siglos y los mapas de Tolomeo
permanecieron olvidados durante gran parte del tiempo transcurrido desde
entonces.
El verdadero nombre de Mercator era Gerhard Kremer, alemán nacido en 1512 y
muerto en 1594.
Es principalmente conocido por su famoso
mapa marítimo de 1569, que diseñó para ayudar a los navegantes en sus viajes
oceánicos y para llegar fácilmente a los destinos indicados en cada viaje. Es
todavía el mejor mapa para tal propósito específico, porque una línea recta
trazada en él, indica el verdadero rumbo a seguir entre dos lugares.
Sin embargo, como las líneas de longitud
están trazadas en sentido recto en lugar de curvo para reunirse en los polos,
las zonas de la tierra en el lejano norte y en el sur, aparecen violentamente
erráticas en forma y tamaño.
Tolomeo, con anterioridad de siglos, había
trazado meridianos en líneas rectas; es decir, las líneas del centro o del
medio de sus mapas pero había señalado los paralelos curvos, mostrando que
sabía muy bien que la tierra era un globo.
Pero la “proyección” de Mercator es la que
aún nos viene a la mente cuando nos hacemos una representación imaginativa de
Rusia y de Groenlandia.
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