lunes, 9 de junio de 2014

EL ESPLENDOR DE UNA CEREMONIA ANTICIPADA / EL DÍA DEL PADRE

    La Misa de Honras, expresión predominante del luto observado por la familia Hurtado Sánchez, en el Templo “Medalla Milagrosa”, [Urbanización San Andrés de Trujillo], al mes del fallecimiento de su señor padre José Manuel Hurtado Torres, el 10 de mayo del presente, me permite recoger algunas de las impresiones espléndidas de toda la ceremonia-homenaje, situando la visita y participando en ella ¡desde ya!
  
   Pensaba que me iba a sentir tremendamente solo y vacío. Sin embargo, no estaba solo y desamparado,  pues, me sentí acompañado por la familia circundante, cuya presencia me envolvía. Comprendí que soy parte de esa familia, partícipe de su santidad y hasta dónde llega su comunidad. La sentí como una emoción intensa y deliciosa porque se recordaba los atributos de un padre que son semejantes a los de la mayoría de los padres, y especialmente al mío.

   Inmediatamente me di cuenta de que esa travesía dolorosa de la familia, la vivencia del luto, treinta días, es superada positivamente con la “aceptación”, (el paso final), una especie de negociación con el dolor. El luto posee una exigencia intrínseca: exige ser sufrido, atravesado. Si algo de ti murió con él, ese algo tiene que ser resucitado. Por eso tiene que ser meticulosamente cuidado para estar [quedar] francamente recuperado.

   Las palabras finales del celebrante: “¡Pueden ir en paz; la Misa ha terminado!”, parece ser el inicio de una nueva vida, pues, ésta debe continuar. Es entonces, que el hijo mayor, del mismo nombre, José Manuel, con mucha parsimonia y prestancia, en el Salón Parroquial, al terminar el desayuno, al mismo tiempo que agradecía [a los invitados] nos da a conocer los manantiales de la vida en casa, la experiencia sentida en ella, refiriéndose, sin duda, a la vida hogareña, serena [de muchos años] en la tierra de Cajamarca. Enseguida, el cuadro, con la fotografía ampliada del extinto, expuesto en los dos ambientes, [templo y salón] es entregada solemnemente a la señora que fue su segunda esposa y madre de otros hijos. Luego, nos lee el legado personal e intelectual maravilloso de Sark, [que es distribuido, según parece, a los “cabezas” de las nuevas generaciones, y a ciertos conocidos, cultivando a la familia], en el cual se encuentran grabadas las virtudes de los verdaderos padres, quebrándosele la voz, en la parte central, y es su hija quien se acerca y le pone la mano en el hombro y lo reconforta, consiguiendo la emoción vital requerida. Dicho de otra forma, sosegado y con una mayor filosofía, continúa: “Aquí no ha pasado nada” / en los ámbitos de nuestra vida.

   Mi propósito es describir lo que encuentro digno de encomio a mi paso, lo que hay que poner de relieve desde el primer momento, a fin de editarlo con su propio objetivo. No he hurgado más. Lo esencial se ve con el corazón. Me basta saber que los cinco hermanos, del primer matrimonio, son profesionales: Catedrático, Abogado, Fiscal, y Enfermeras, en los lugares donde viven. Ellos son José Manuel, Fredy, Roger, Rosa y Teresa.

   Viví por adelantado el homenaje al padre, 15 de junio, por segunda vez en el año, [seguidos] y fue porque fui invitado por razón del parentesco con la familia Hurtado Cuenca a la que pertenezco y en representación de Flor Marina, quien vino para conmemorar honrosamente el Primer Aniversario del fallecimiento de su padre  / Fernando Hurtado Ulloa, el 16 de abril, en la Parroquia “Cristo Resucitado, regresándose a Italia, el 2 de mayo. De casa,  “El Bosque”, asistimos: Genara Jesús, María Yolanda, Marina del Rosario Barboza Hurtado,  Flor Lourdes Hurtado Salas y yo, Alejandro Pereda, esposo de Yolanda.

   Allí nos confirmaron que don José Manuel fallece por accidente, trasladándose en su cabalgadura de un lugar a otro, es decir, en plena actividad comarcana, dejando a todos [sus conocidos] sumidos en el dolor y en la consternación ante la muerte violenta, una ruptura mayor que quiebra el fluir natural de la familia. Hay un sentido de Dios en todos los eventos humanos. Es importante descubrirlo. Sólo en la fe podemos sospechar ese sentido.

   Después del desayuno, suculento, por cierto, a base de productos de la añorada tierra y el reparto de recuerdos alusivos al homenaje, y la toma de muchas fotografías en conjunto, se emprende la Romería al Cementerio de Miraflores para colocar las flores en el Nicho y darle el último adiós a través de las oraciones a cargo de la hija, Rosa, a petición del hermano que preside la ceremonia,  y que no esconde su orgullo por la labor encomendada.

  También hubo un eco de lo escuchado minutos antes: “¡La ceremonia ha terminado; podemos irnos en paz!”, “en pie y en marcha” /en palabras del hermano mayor;  y entre abrazos de reencuentro y  despedida… lentamente se va disolviendo la comitiva. Cada uno a constituirse en su propio trabajo.

   A decir verdad, no pude asistir al cementerio porque a esa hora tenía que despedir a mi hermano Francisco que retornaba a México, lugar en el cual reside y trabaja.

EL LEGADO:
EL PADRE Y AMIGO / UN HOMBRE
Hay un hombre en la vida, cuyo nombre y retrato debes guardar en tu alma junto al del otro ser tan querido para ti. Ese hombre es tu padre.

   Puedes contar con él, más que contigo mismo. No habrá consejo mejor inspirado ni amparo más sólido que el suyo. Rico o pobre, sabio o ignorante, todo cuanto sepa o posea será tuyo, como tuya es su sangre y su vida si la necesitas.

  Mientras eres niño, sabrá compartir tus juegos, tus asombros, tus deslumbramientos.

 Cuando llegues a la madurez, también necesitarás de su hombro, de su pañuelo o de su mano; lo necesitarás hasta cuando creas que puedes prescindir de él…

  En tus hijos comprenderás la razón de un lejano rigor, de alguna dureza que no apreciaste a su debido tiempo. Medirás entonces la magnitud de su tolerancia, la índole de sus sacrificios.

   En tus hijos te verás retratado y recordarás más de un sinsabor, más de una amargura que le diste a tu padre, y le perdonarás como él te perdonó a ti…

   Mientras viva recurre a él, busca siempre su apoyo. Cuando te falte hónralo con el recuerdo perenne, trata de ser digno de llevar su nombre, y que tus hijos te recuerden algún día con el fervor que tú pones en la memoria de tu padre.
       A.  Sark.
Buenísimo, ¿no? Sin lugar a dudas.
Resultado: una  “Ceremonia esplendorosa”.
Se rezó con el corazón por el eterno descanso de su alma en la parte inicial y principal, como es, la Misa; una experiencia directa de comunicación gratuita con Dios y los asistentes. Una reunión en su nombre.
Se celebró con alegría, consiguiendo la fortaleza, el consuelo y la promesa a través del Agasajo y la Romería, definiendo aún más el compromiso de consagrar la vida a construir el proyecto de nuestros mayores.

El acto, como no podía ser de otra manera, concluyó con el rezo del Padrenuestro.
El que podamos dirigirnos a Dios y llamarlo  Padre no es cosa común y corriente sino un privilegio muy grande.
El Padrenuestro nos enseña cómo dirigirnos a Dios, [paradigma de todos los padres] como hijos confiados y bien educados, que suelen pedir el pan y dar gracias por él. Establece un orden en lo que debemos pedir al Padre.

Jesús compuso el Padrenuestro en forma muy estudiada, como hacían los maestros de su tiempo para que fuera más fácil de memorizar. En el idioma de Jesús las iniciales de los primeros versos formaban la palabra venir, la cual es la palabra clave de esta oración. Aparece 3 veces: Venga tu Reino, nuestro pan por venir, no hagas venir en la prueba. Así pues, rezarlo…/ es pedir que venga el Reino de Dios.

Es, pues, una plegaria válida para el Día del Padre  por el deseo vivo que expresa: que estas realidades se hagan presentes, desde luego, con la participación activa  /en el destino de la vida.

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