Por causa de Tu causa me destrozo
como un navío, viejo de aventura,
pero arbolando ya el joven gozo
de quien corona fiel singladura.
Fiel, fiel... es un decir. El tiempo dura
y el puerto todavía es un esbozo
entre las brumas de esta Edad oscura
que anega el mar en sangre y en sollozo.
Siempre esperé Tu paz. No te he negado,
aunque negué el amor de muchos modos
y zozobré teniéndote a mi lado.
No negaré mis deudas; no me cobres.
Si no he sabido hallarte siempre en todos,
nunca dejé de amarte en los más pobres.
(Tomado de "El Tiempo y la espera")
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