Marejadas de furias, domeñada
por la voz de un vaquero y el estío,
manada sois y moriréis manada,
yerta la sangre y humillado el brío.
Cueros de cal en serie, la alambrada
os delimita el mundo con su hastío.
Carga divisas, carne congelada,
no ha de salvaros este verso mío.
No me miréis, atónitas preguntas.
Rendid la inútil lira de dos puntas.
En vano mugiréis contra la suerte.
Sin libertad, sin hijos, sin arenas,
número y peso os toca ser apenas
para engordar los lucros de la muerte.
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