TÚ eres...
la humildad
que se abaja hasta mí,
la obediencia que siendo
dueño de todo lo creado,
te pones en manos
de los jueces y verdugos.
Tú eres la paciencia,
que sin tener la necesidad
de la espera, aguantas
mi impaciencia.
Tú eres la genorosidad,
que sin yo merecer nada
me lo das todo,
y te me das Tú mismo.
Tú eres la mansedumbre,
que a la rudeza
de mis palabras,
opones la dulzura
de tus caricias.
Tú eres el recogimiento
y la modestia,
que siendo el rey de reyes,
el Hacedor y el sumo poder,
decides nacer entre pastores,
una mula y un buey
Tú eres el desprendimiento,
que por no desprenderme
yo de mi orgullo,
no te desprendes
Tú de la Cruz.
Tú eres, Señor, mi consuelo,
mi amigo, mi maestro
y mi tesoro.
Tú eres mi esperanza,
mi alegría y fortaleza.
Tú mi cielo Tú mi vida,
mi amor, mi todo
y mi único Dios.
-- Anónimo.
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